ANNA COMET. Eterna

ANNA COMET. Eterna

 

La temporada de Anna Comet ha comenzado con un podio en Transgrancanaria, en la modalidad maratón con un altísimo nivel de corredoras, y una victoria en la Marathon des Sables, prueba con la que llevaba soñando desde 2017. Y es que es más fácil que se hagan realidad los sueños cuando la motivación es alta, y de esto Anna anda más que sobrada. No es que la busque, sino que va intrínseca en ella, como aquí nos cuenta. El primer podio en trail running llegó para la corredora catalana en 2007. Desde entonces, ha ido construyendo un currículum muy difícil de encontrar a nivel mundial. Si acaso le falta un podio en UTMB. Este año volverá a la OCC para intentar conseguirlo. Y lo hará vestida del azul SCARPA, su nuevo equipo con el que se muestra entusiasmada.

 

Por Kissthemountain

 

K: Hola, Anna. Tenía muchas ganas de volver a hablar contigo.

A: Yo también, Juanmi. Perdona por haberte hecho esperar, pero estaba en un evento en el colegio de mi hijo.

K: No te preocupes para nada. Quería empezar felicitándote, y si te digo la verdad no sé aún por qué motivos. Lo obvio sería por tu excelente arranque de temporada con ese podio en Transgrancanaria, con el altísimo nivel que había en la modalidad de 42K, y, por supuesto, por tu victoria en la Marathon des Sables, pero es que creo que de lo que más orgullosa tienes que sentirte es por tu carrera en general que comenzó en 2007 en la Cursa d’Alta Muntanya del Berguedà, por cierto con victoria, y que no ha dejado de crecer desde entonces con podios en carreras como Transvulcania o Ultra Pirineu, por decirte un par de ellas que sirvan como ejemplo de otras muchas, o con victorias en carreras por etapas como la TransRockies Run o tres veces en Everest Trail Race. No sé, Anna. Felicidades por esa motivación. Me cuesta trabajo pensar en corredoras de tu generación que aún se mantengan activas.

A: De esa época, quizás Maite Maiora…

K: Pero empezó un poco más tarde que tú.
A: Oihana Kortazar… Creo que empezó más o menos cuando yo. Respecto a la motivación, realmente no sé de dónde la saco. No puedo decir que la encuentre porque no la busco. Es algo muy intrínseco en mí. De hecho, yo empecé a competir con seis años en esquí alpino. La competición forma parte de mí. Siempre he sido una persona muy competitiva, pero en el buen sentido de la palabra. Me gusta competir contra mí misma, entrenar y, sobre todo, mejorar. Esto me lleva año tras año a seguir queriendo avanzar y aprender, porque al final llevo un montón de tiempo en esto y lo más bonito es que termino una temporada y veo que he vuelto a aprender cosas. Me doy cuenta de que casi en los 40 años sigo haciéndolo. Mientras siga teniendo esta sensación y el cuerpo y la cabeza me acompañen, seguiré teniendo esta motivación, que como te digo no tengo que buscar.

K: Me dices que mientras el cuerpo y la cabeza acompañen… Con el cuerpo quizás has tenido suerte o has sabido cuidarte, porque cuántas corredoras que han probado la ultradistancia, tras unos años de gloria, hoy ya sus cuerpos no les dejan competir. Pero creo de verdad que lo más difícil es la cabeza. Me dices que es porque sigues aprendiendo, aunque esto me lo podría responder otra gente. Creo que en tu caso va más allá y que tienes una mente diferente.

A: Te tengo que confesar, en cuanto al cuerpo, que soy una persona que se cuida muchísimo, y cuanto mayor me hago, más lo necesito. Me encuentro ahora físicamente muy bien, pero es que me cuido tanto… No hay secreto en esto. He tenido muchas lesiones, algunas graves, que me han enseñado a sobreponerme. Superarlas y ver que sigo teniendo ganas me dice que es precisamente esto lo que quiero hacer en mi vida, y no otra cosa. A nivel mental, te digo que esto es lo que me gusta hacer. Siempre he luchado para que nuestro deporte sea profesional, y hoy en día puedo decir que vivo de este deporte y quiero hacerlo todo el tiempo que me dure mientras sea competitiva, porque me encanta y me siento muy afortunada.

K: Además, Anna. Creo que cada año que pasa eres mejor corredora. Cuando hicimos aquella charla en 2016 o 2017, ya eras muy buena, pero es que ahora eres aún mejor. Y en pruebas de todas las distancias, desde carreras cortas a largas, aunque creo que ahora tocas menos la ultra distancia. Si estás bien, eres siempre candidata a la victoria, a no ser que te llegue una Sara Alonso en estado de gracia como el otro día en Transgrancanaria.

A: La verdad es que hice dos temporadas de ultra distancia en las que creo que me fue bien porque tengo podios en carreras importantes, pero me di cuenta de que me aburría y de que no me gustaba.

 

 

Me pasó eso mismo en la etapa larga de la Marathon des Sables. Corrí muy bien y rápido, pero me aburrí. No me gusta y ese es uno de mis grandes problemas. Por eso he recortado la distancia, aunque sé que me voy haciendo mayor. Creo que ahora me muevo muy bien entre 30 y 50 kilómetros. Estas carreras me divierten más. Me estoy sintiendo muy bien y entrenando mejor. Ahora puedo hacerlo más y con mayor descanso que cuando no era profesional. Esto se nota muchísimo. Mi generación está en la larga distancia y yo me sigo resistiendo aquí. Mientras pueda, lo haré.

K: Siempre estás ahí.

A: Normalmente me seleccionan para campeonatos internacionales porque saben que soy una apuesta segura. Probablemente no gane, pero a no ser que me pase algo grave, lo normal es que puntúe para el equipo. No soy una gran estrella, pero sí regular.

K: No estoy del todo de acuerdo. Los campeonatos estos con la selección española quizás no te han pillado en un gran momento de forma, porque si te hubieran cogido en otro, creo que podrías haberlos ganado. En ocasiones, tienes momentos de forma brutales.

A: Si este año puedo ir a Tailandia, si me seleccionan, le dije a mi entrenador que quería llegar a tope para competir por estar muy delante. Hasta ahora he ido con otras condiciones, ya sea porque salía del embarazo o de lesiones. Si este año va todo rodado, quiero buscar lo máximo.

K: Vámonos a Sables. Sabía la ilusión que te hacía participar allí. Llevas diciéndomelo muchos años, pero por distintas circunstancias no ha podido ser hasta ahora. En ningún momento has perdido la ilusión por hacer esta carrera, y además la has ganado. Te dejo que me cuentes.

A: Siempre me ha hecho mucha ilusión esta prueba. Creo que porque en general nunca asocio las carreras a mi hijo o a Marc, mi pareja, que son lo más importante que tengo, pero en esta quizás sí. Hay un vínculo muy especial con ellos ya que la primera vez que renuncié a esta carrera fue porque estaba embarazada. Durante el embarazo le di muchas vueltas a la carrera y se fueron generando muchas ganas. Es un terreno que no domino para nada, ya que soy alguien de montaña que siempre ha competido en este entorno. Buscaba algo diferente. Las carreras por etapas me gustan mucho y se me dan bien por muchos factores. Sabía que la Marathon des Sables podría ser muy importante en mi carrera deportiva.

 

 

 

Cuando ya estaba preparada para ir, entramos en pandemia. Al año siguiente, me lesioné. Las ganas iban creciendo desde esa primera vez que me lo planteé en 2017.

K: ¿Has encontrado en Sables lo que buscabas?

A: No me había creado muchas expectativas porque prefiero no hacerlo. Al ir haciéndote mayor, te vas llevando chascos en muchos momentos. Preferí buscar la sorpresa para disfrutarla más. No sé si he encontrado lo que buscaba, pero sí que he vuelto muy satisfecha y que no cambiaría nada. El balance es más que positivo. Era una carrera que me daba mucho respeto porque yo no controlo el desierto, no había desnivel, lo que juega en mi contra, me daba miedo pasar hambre por la autosuficiencia y no tener la energía suficiente, sufría mucho por si problemas en los pies me pudieran dejar fuera, aunque estuviera muy fuerte… Le tenía tanto respeto como ilusión. Eso hizo que me la preparara más a consciencia que nunca. La gente al verme allí se extrañaba de que fuera mi primera vez, y me decían que parecía que hubiera estado allí 10 ediciones. Lo tenía todo muy controlado. Justo lo contrario que la primera vez que fui a Everest Trail Race, donde iba demasiado confiada. Tengo que confesar que cuando terminé, incluso en mitad de las etapas, pensaba que ese no era realmente mi lugar, aunque el entorno del desierto fuera muy especial, pero tampoco tenía prisa por irme de allí. Lo disfruté un montón. Es una carrera intensa por todo lo que la rodea, no tanto por las etapas en sí. Son bonitas, pero no es la montaña que mires donde mires siempre encuentras algo que te sorprende. Aquí hay ratos muy monótonos, aunque también otros muy especiales y bonitos por su exotismo.

K: Las puestas de sol, las noches…

A: La noche en el desierto es increíble. Tuve la suerte en la etapa larga de poder correr un rato sola de noche y fue impresionante. Nunca he visto las estrellas brillar tan fuerte. También la autosuficiencia lo ha hecho muy especial. Llegas a la jaima con tu mochila, te vas haciendo la comida, te cuidas los pies… Si tenía una pequeña ampolla, la curaba minuciosamente. Tuvimos un par de tardes de tormentas de arena que son muy fastidiosas. En ese momento no me molestaron para nada porque iba muy mentalizada a la precariedad, a no tener ningún tipo de confort. Te vas cubriendo de arena y no puedes hacer nada. Las jaimas son dos trapos que sujetas con piedras que las arranca el viento.

K: Dentro de 20 años, ¿qué crees que recordaras de esta carrera? Quizás no sea la alegría de ganar todas las etapas, sino momentos muy puntuales.

A: Creo que en 20 años, lo que recordaré de Marathon des Sables no será el resultado. Está claro que iba a intentar ganar y estoy muy contenta de haberlo hecho, pero creo que recordaré paisajes, gente, momentos muy concretos, el contacto con personas que hacía tiempo que no veía y que por casualidades de la vida me reencontré allí, la cultura de Marruecos que es realmente diferente a la nuestra y que ignoramos aunque tengamos al lado… Sobre todo, imágenes. Tengo una imagen grabada de un atardecer precioso. También de correr por la noche. No soy una persona de emocionarme demasiado, pero me acuerdo de llegar a meta y ponerme las manos en la cabeza sin creer haber cumplido un sueño de hacía cinco años. Lloraba como una niña pequeña. También te digo que cuando llevas mucho tiempo poniendo tantas expectativas, tienes que estar preparada para el fracaso. Soy una persona de soñar poco, pero en este caso sí que lo había hecho.

 

 

K: Es que el éxito depende de muchos factores ajenos a ti. En forma llegabas como habías demostrado semanas antes con tu podio en Transgrancanaria.

A: Sí, sabía que llegaba fortísima y que había entrenado muy bien. Todo lo que podía lo tenía bajo control, pero hay muchos elementos, como las ampollas en los pies, o que el test de covid antes de irme hubiera dado positivo, que no son controlables. Por todo esto sí que sufrí.

K: Los ritmos serían mucho más lentos que los de semanas antes en Transgrancanaria. Háblame de diferencias entre correr por el desierto o por montaña en una carrera en la que se voló. Imagino que las pulsaciones en Sables ni se acercaron a las de Gran Canaria.

A: Son dos cosas muy distintas, pero para poder hacer una buena carrera en Sables, tienes que estar muy fuerte en lo otro. Al final, llevas siete u ocho kilos de más encima, son muchos días, el terreno es muy exigente a nivel muscular… Si estás para correr tan rápido como se hizo en Transgrancanaria, sabes que puedes hacer una buena Sables bajando ritmos y corriendo horas y horas.

K: ¿Qué tiempo hiciste en Transgrancanaria?

A: Creo que 3:37 o algo así.

K: Es que es un disparate para 42 kilómetros en montaña. De acuerdo que tenía mucha bajada, pero todos sabemos que lo que se pierde subiendo no se gana bajando.

A: Además, este año había mayor desnivel, casi 500 positivos más, y era más técnica de lo que esperaba. Aparte de que llovió mucho al principio y los cambios de temperatura fueron brutales.

K: La carrera además es muy complicada. No tiene ni un solo momento donde puedas correr relajado.

A: Transgrancanaria, para mí, es una de las pruebas más duras si la quieres competir. No te deja descansar y los ritmos son frenéticos. Si haces una Transgrancanaria buena y no te lesionas más adelante, la temporada será más que aceptable. El nivel este año, sobre todo en la distancia maratón, ha sido altísimo. En estas carreras, como en la OCC en UTMB, el nivel es increíble.

K: Es que se corre más rápido ahora que hace cinco años.

A: Mucho más. Gané en 2020 Transgrancanaria con menos desnivel y siendo menos técnica, y este año hice dos minutos menos. Es increíble cómo se está corriendo. Se está entrenando de manera muy diferente, súper específico, como atletas. Es lógico que los tiempos bajen. Cuanto mayor competitividad haya, más lo harán.

 

 

 

K: Todo esto de lo que se lleva tiempo hablando, como hice contigo en aquella Zegama en la que coincidimos, sobre la profesionalización de este deporte ya no es el futuro. Siempre se ha dicho que la televisión era el futuro, pero ahora es el presente. Hace años lo veíamos cerca y lejos a la vez, pero ya estamos aquí. El futuro es el presente. La tele ya ha llegado. Se está haciendo muy bien, aunque quede mucho que mejorar. Estas mejoras están llegando también rápido. Cada vez hay más atletas que pueden vivir de esto exclusivamente, como es tu caso. Y, sin embargo, hay algo muy negativo, y es que al ser un deporte joven que ha crecido muy rápido, lo ha hecho de forma muy desordenada. Todo el lío de las federaciones y de la multitud de circuitos que hay no os hacen nada bien a los corredores. Ni siquiera sabéis dónde competir. No sé cuántos campeones de España o del mundo hay. Parece que cada mes se proclama uno nuevo y esto lógicamente le quita valor. No sé, Anna. ¿Cómo lo ves? Me preocupa mucho.

A: He escrito varios artículos sobre este desorden del que hablas. Le quita valor al deporte, a las medallas y a los títulos. Si miramos el Campeonato del Mundo de Barruera del año pasado es una pena. El deporte ha crecido mucho, pero es inmaduro. Le falta historia y experiencia, que se ponga todo en orden. Debe haber calendarios únicos donde los mejores se encuentren. Debería haber un único calendario mundial y que a partir de aquí se creen el nacional y los autonómicos. Luego, que haya carreras populares porque son necesarias y tienen que estar, pero si hablamos del alto nivel, debe haber un único calendario. No voy a entrar sobre en qué federación debe recogerse todo esto, pero se tiene que ordenar porque no hace ningún bien a nadie. Se debe estructurar todo de otra manera. No sé la forma, pero tengo claro que para que sea un deporte fuerte de verdad, tiene que haber un único Campeonato del Mundo, un solo campeonato de España… Todo debe ponerse en su lugar.

K: Cambio de tema. He nombrado algunos hitos de tu palmarés al principio y me he dejado muchísimos, pero creo que quizás te falta un podio en UTMB. Entrar por las calles de Chamonix entre las tres primeras. Estoy en lo cierto, ¿no? ¿Es para ti como una especie de espina clavada? Quizás se te meta en esa cabeza conseguirlo como te pasó con Sables [Risas].

A: Nunca he entrado en podio y es algo que tengo en mente. Quiero intentarlo. Este año vuelvo a OCC a ver si por fin lo consigo. Está muy caro, pero lo voy a intentar.

 

 

K: ¿Es otro de tus objetivos para este año?

A: Sí, seguro. Para este año me planteé tres grandes objetivos. Uno era Maratón de Sables. Otro es OCC, para a ver si consigo ese podio que se me ha escapado en dos ocasiones en la última bajada por, creo, falta de volumen. El tercero es el Campeonato del Mundo de Tailandia. He apostado por estas tres cosas. Intento competir poco. Este sábado sí voy al Campeonato de España por Selecciones en Berga, pues me llamaron para que les ayudara. Luego no haré nada hasta Lavaredo. También estaré en Arán by UTMB.

K: Y todo esto bajo los colores de SCARPA. ¡Qué bien! ¿No?

A: Sí, estoy muy contenta con SCARPA. Es un proyecto nuevo en cuya cabeza está una figura como Marco de Gasperi. Te puedes imaginar… Tiene muchísima experiencia y esto se nota. La traslada al corredor. En Transgrancanaria, me llamó la noche de antes para desearme suerte, y justo después de la carrera, al encender el teléfono, ya tenía un mensaje de él felicitándome. Eso es estar pendiente del corredor. También se cuida el material de manera muy exhaustiva. Todo esto mejora nuestro rendimiento. Además, crean mucho equipo que es algo que me está gustando. Estoy muy contenta e ilusionada.

K: Tiene muy buena pinta. Los atletas son muy competitivos y carismáticos. Además, esa imagen azul está llegando mucho en las carreras. Y el material… Tengo ganas de probar las KIMA, con la placa de carbono. ¿Lo has hecho tú ya?

A: En montaña todavía no, pero sí para hacer series. Te puedo decir que tienen mucho impulso.

K: ¿Con qué modelo corriste en Transgrancanaria?

A: Con las Spin Infinity, porque las estaba probando para la Marathon des Sables. Este sábado no sé si competiré con las Ribelle, que es un calzado excelente.

K: ¿Adaptaste las Spin Infinity para Sables?

A: Les puse el velcro para las polainas, pero nada más.

K: Tengo muchas ganas de probar las KIMA para ver cómo va la placa de carbono.

A: Además, son muy bonitas.

K: Anna, me gusta mucho hablar contigo siempre. ¡Mucha suerte!

 

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