17 Mar DANI ARNOLD. Solo speed record Petit Dru
“Hace sólo unos días me di cuenta de que había hecho el ascenso más rápido en cada una de las seis caras norte principales de los Alpes, lo que también me enorgullece un poco. Hace más de 10 años, este capítulo comenzó con la cara norte del Eiger y ahora ha terminado con el Petit Dru. No podía imaginar un final más hermoso. Me gustaría agradecer a todas las personas que me han apoyado de alguna manera. Sin ellos, no habría sido posible. Gracias”.
DANI ARNOLD
La velocidad en solitario está en el ADN del atleta del Mammut Pro Team, Dani Arnold. Hacía ya tiempo que queríamos recoger en nuestras páginas su actividad y su forma de entender esa fina línea que separa la escalada del alpinismo. El pasado verano, Dani Arnold establecía un récord de escalada en solitario en la cara norte del Petit Dru, con lo que finalizaba un proyecto que comenzaba muchos años antes, en 2011, con el récord en el ascenso del Eiger, con el que quería establecer los Fast Known Times en las seis principales caras norte de los Alpes.
El 15 de agosto de 2021, el escalador suizo Dani Arnold empleó 1 hora 43 minutos y 35 segundos para escalar la cara norte -con una pared de aproximadamente 900 metros- del Petit Dru francés (3.733 metros), en el macizo del Mont-Blanc. A diferencia de en el Eiger, por ejemplo, los récords de velocidad en el Petit Dru son muy extraños. Una de las razones de esto es la ventana de tiempo excepcionalmente corta en la que es posible un ascenso rápido en solitario en esta montaña. En 1982, Christophe Profit fue el primer escalador en ascender la cara oeste de Petit Dru por la vía Directe Américaine en 3 horas y 10 minutos.
En marzo de 2015, Tom Ballard se aventuró en la vía Allain-Leininger (cara norte) y, a pesar de las difíciles condiciones debido a la nieve en la ruta, alcanzó la cima después de ocho horas. La historia y los nombres que han escrito líneas en la escalada en solitario al Petit Dru sirven para poner en valor lo conseguido por Arnold, más siendo conscientes de que sólo había escalado esta compleja pared dos veces con anterioridad: la primera, en julio de 2020, en aproximadamente 14 horas; la segunda, un año después, junto a Roger Schäli, en poco menos de 10 horas.
“Es un arte estar en el lugar adecuado en el momento correcto en cada gran cara norte. En este sentido, la del Petit Dru es la más exigente. No puede hacer ni demasiado frío ni calor. Muy pocos días al año las condiciones son lo suficientemente óptimas y aceptables para correr el riesgo de escalar sin cuerda”.
LA EXPERIENCIA CONTADA POR EL PROPIO DANI ARNOLD
“Un gran proyecto llega a su fin. Todo empezaba con el récord en la cara norte del Eiger el 20 de abril de 2011. Y ahora, más de 10 años después, he conseguido escalar en solitario la sexta y última gran cara norte de los Alpes: el Petit Dru.
En 2020, el Petit Dru ocupó el primer lugar. En ese momento, escalé la pared por primera vez con Michael Kräftner en 14 horas. Fue muy exigente. Lo intenté dos veces por el sitio equivocado. La sensación de que alguna vez podría escalar esta pared en solo era mala.
Llevé una cuerda adicional de 60 metros para la parte superior debido a mis dudas acerca de hacer esto sin esta ayuda. La complejidad de esta pared es muy alta. Se compone principalmente de roca. Sin embargo, está cubierta de hielo en muchos lugares, lo que hace que la escalada sea muy peligrosa e impredecible. No es válido esperar a que la temperatura suba y el hielo desaparezca, porque si hace demasiado calor, comienza el desprendimiento de rocas. O incluso se producen corrimientos completos como en 1997, cuando se derrumbó todo el pilar Bonatti.
Pero tan pronto como estaba abajo de vuelta, el proyecto volvió a estar presente. Era consciente de que tendría que esperar el momento justo. De lo contrario, el riesgo era demasiado alto. Tuve paciencia. En el otoño de 2020, volví al lugar. Durante un día, estudié la pared y esperé a ver si caían rocas. Estaba tranquilo. Sin embargo, la línea de cero grados era bastante alta y, de alguna manera, no tenía un buen presentimiento. Entonces decidí posponerlo de nuevo.
Estaba ya preparado en junio de 2021. No quería perder el momento perfecto para un intento. Conduje hasta Klausenpass para dormir y aclimatarme bien. Pero el tiempo y las condiciones eran muy desfavorables. En julio, Roger Schäli y yo escalamos la pared una vez. De nuevo fue muy aleccionador. Había mucha nieve y hielo, pero lo más importante fue saber dónde estaba exactamente la ruta. Empleamos 10 horas. Tocaba esperar.
El verano de 2021 fue muy problemático, pero para mí también una oportunidad. Tal vez en agosto podría intentarlo porque hacía bastante frío. En un verano normal, agosto es demasiado cálido y la pared del Petit Dru muy peligrosa.
El 14 de agosto viajé a Chamonix con Stefan Brugger. Se pronosticaba tiempo estable. Nuestro objetivo era subir al vivac el primer día y luego, si todo encajaba, escalar la pared al día siguiente. Pensé mucho en las tácticas correctas. Acordé con Stefan que lo intentaría en solitario si era necesario, siempre que yo tuviera una buena sensación y la pared estuviera en condiciones. Quería subir de nuevo con una cuerda. Algunos puntos de escalada aún no estaban claros. Por otro lado, también era consciente de que si había una buena posibilidad de que todo encajara, debía aprovechar mi oportunidad.
Stefan y yo montamos cómodamente el vivac bajo la pared. Subimos juntos hasta la entrada, y durante todo el tiempo, estuvo en silencio. Ninguna piedra caía de este muro de 900 metros de altura. Mi sensación era muy buena. Decidí por la noche intentarlo en solitario al día siguiente.
Pasamos una buena noche. Por la mañana, estaba muy motivado, pero también agitado. Pensamientos como “¿es una buena idea o debería dejarlo? daban vueltas en mi cabeza.
Por la mañana, todavía temprano, un equipo de cámara voló con el helicóptero para estar allí y recogerlo todo. Fuimos juntos hasta el inicio de la vía. Mis ojos y oídos registraban todo. Si algo se hubiera caído en alguna parte, o si de repente hubiera dudado de mí mismo, no habría comenzado a escalar. Afortunadamente, se mantuvo la calma. Entonces, comencé a subir exactamente a las 8:46.
La primera parte de la pared es un terreno bastante fácil, técnicamente no es difícil, pero a la vez exigente. Entonces se hacía más empinado, y me sentía mejor y mejor. Uno de los lugares más desagradables fue una chimenea mojada. Al principio, pensé que podría llegar hasta allí con mi mochila, pero fue inútil.
Entonces, tuve que quitármela, asegurarla a un cabestrillo y empujarla frente a mí mientras subía. Dos largos más adelante, siguió un diedro muy complicado, que además estaba húmedo y congelado. Afortunadamente, había encontrado otra línea allí en el ascenso con Roger. Esta estaba mucho más expuesta y era técnicamente más difícil, pero al menos no estaba mojada ni congelada. Después del gran campo de hielo en la mitad de la pared, todo se hacía más empinado de nuevo. Encontré mi ritmo, pero nunca miré el reloj. No me importaba el tiempo. Era muy consciente de que quería darlo todo en ese momento. ¡Innumerables sesiones de entrenamiento y preparación para exactamente ese instante! No era importante para mí ser extremadamente rápido. Simplemente, quería demostrarme a mí mismo que podía hacerlo.
Así llegué a la cima. Primero, detuve el cronómetro; luego traté de respirar tranquilamente por una vez. Fue un momento increíble, pero estaba agotado, especialmente de cabeza. Este proyecto fue muy difícil de realizar, pero valió la pena al cien por cien. Cuanta más energía tengo que depositar en algo, mayor es la satisfacción.
En la cumbre, inmediatamente llamé a Denise. También estaba muy aliviada de que todo hubiera salido bien. Stefan y el equipo de filmación, que me esperaban en el refugio, se mostraron entusiasmados.
Hace solo unos días me di cuenta de que había hecho el ascenso más rápido en cada una de las seis caras norte principales de los Alpes, lo que también me enorgullece un poco. Hace más de 10 años, este capítulo comenzó con la cara norte del Eiger y ahora ha terminado con el Petit Dru. No podía imaginar un final más hermoso. Me gustaría agradecer a todas las personas que me han apoyado de alguna manera. Sin ellos, no hubiera sido posible. Gracias”.
UNA DÉCADA DE RÉCORD
EIGER 2011. RUTA HECKMAIR
El debut de este excepcional proyecto comenzó el 20 de abril de 2011 en la cara norte del Eiger. A través de la ruta Heckmair, Dani Arnold escaló este patrimonio suizo en 2:28 horas, batiendo un récord de Steck por 20 minutos. Ueli Steck no dejó pasar esto y contrarrestó con 2:26 horas en 2015.
MATTERHORN 2015. RUTA SCHMID
Digno de honor fue su mejor tiempo de 1:46 horas en abril de 2015 en el Matterhorn, donde Arnold subió a la cima a través de la ruta Schmid en su cara norte de 1.100 metros. Había batido así el récord anterior de Ueli Steck por 10 minutos.
PIZ BADILE 2016. RUTA CASSIN
El 16 de septiembre de 2016, el escalador suizo empleó sólo 52 minutos en ascender la pared de 800 metros de altura en la cara noreste de Piz Badile, a través de la ruta Cassin en sus Alpes natales de Bergell.
GRANDES JORASSES 2018. VÍA CASSIN
El Walker Pillar (4.208 m), la cara norte de las Grandes Jorasses en el macizo del Mont-Blanc, fue el telón de fondo de una ascensión récord el 27 de julio de 2018. En la pared de 1.200 m de altura, Dani Arnold hizo una declaración de velocidad a través de la vía Cassin en tan sólo 2:04 horas.
CIMA GRANDE 2019. RUTA COMICI DIMAI
El 5 de septiembre de 2019, Arnold estableció otro tiempo récord en solitario en la ruta Comici Dimai en Cima Grande en Italia. Conquistó la cara norte de 550 metros de altura en solo 46 minutos y 30 segundos, superando el récord existente en casi 20 minutos.
