17 Dic HERMANOS POU. Conversaciones
Por Kissthemountain
“Somos los hermanos Pou. Yo Iker y él Eneko. Somos de Vitoria-Gasteiz y empezamos a escalar desde muy jovencitos de la mano de nuestros padres. Si tengo que destacar tres hitos de mi carrera serían Acción Directa, por lo que supuso en el año 2000, la apertura de Orbayu y una expedición a la que le tengo mucho cariño que llevamos a cabo en Baffin Island en 2012″. Iker.
“Yo, como quiero decirte otras tres, elijo la del Cerro Torre porque es la montaña más bonita del mundo, el pico que abrimos en la Antártida después de atravesar el cabo de Hornos y Andean Kingdom, una de las vías que abrimos en los Andes”. Eneko.
Los hermanos Pou, Iker y Eneko, han estado en muchas ocasiones en nuestras páginas. Algunas veces juntos y otras por separado. Hace poco, coincidíamos con ellos en La Sportiva Rodellar Climbing Festival. Les propusimos hablar tranquilamente y en profundidad sobre tres temas en concreto: la raíz de su constante motivación, la genética versus la constancia a la hora de ser un escalador o alpinista de élite, y sus estrategias mentales a la hora de empujar al máximo y de encontrarse con situaciones complicadas. Este es el resultado. Gracias Iker. Gracias Eneko.
MOTIVACIÓN
ENEKO POU
“Creo que la clave de la motivación está en hacer lo que realmente quieres. En nuestro caso, estamos haciendo lo que queremos en la vida, ya no sólo en la montaña. Al hacer lo que nos gusta, estar con ganas de realizar cosas nuevas es algo que nos ocurre siempre. Hemos tenido algo muy bueno en nuestra carrera deportiva, y es que hemos jugado mucho con la polivalencia, realizando actividades muy variadas en la montaña. Si la motivación caía en alguna de ellas, automáticamente nos refugiábamos en otras, y así hemos ido tirando siempre con muchas ganas de seguir, sobre todo, innovando. Innovamos de una manera continua desde 2007. Hoy en día, repetimos muy pocas vías. Casi todo lo que hacemos es intentar cosas nuevas, y esto te mantiene a tope porque, quieras o no, estás dejando un legado, una impronta a nivel de alpinismo, escalada… Esto genera motivación constantemente. Cuando logras una actividad bonita en la que has sufrido mucho, la realización personal es enorme y te sientes muy lleno, sacando pecho, entre comillas, por nosotros mismos. Porque Iker y yo no hacemos las cosas para los demás, sino porque nos apetece. Está claro que, para el ser humano, todo es más fácil cuando se tiene reconocimiento. Pero no lo buscamos por el reconocimiento de la gente, sino por el personal. Nosotros sabemos lo que es andar bien en el monte. Lo tenemos muy claro.
Hemos seguido la historia del alpinismo desde que éramos muy pequeñitos. Como sabemos lo que es andar bien, tratamos de hacer ese camino independientemente de lo que piensen los de alrededor. Vamos constantemente detrás de ello”.
IKER POU
“La motivación va y viene. Depende de lo que estemos haciendo, unas veces es mayor y otras, menor. Nuestra clave ha sido estar cambiando constantemente de actividad hacia aquello que nos llenaba. En mi caso, y con la escalada deportiva, he estado muy motivado muchas veces con mi progreso y sintiendo que mi nivel subía permitiéndome hacer cosas cada vez más difíciles. Te pongo un ejemplo de 2018, cuando creo que llegué al tope para mí en deportiva. Llevaba años un poco cansado con un proyecto pendiente en la cabeza que siempre quería hacer. Hablo de Artaburu. La había equipado en 2013 y llevaba mucho tiempo con este proyecto entre ceja y ceja. Quería hacerla. Sabía que era posible y veía una remota posibilidad para subir algún día por ahí en libre. Insistí. Fue como cerrar un ciclo. Lo conseguí y se abrió otra etapa. Creo que estaba ya un poco cansado de la escalada deportiva y de todo lo que supone en términos de entrenar, sintiendo que me estaba perdiendo un montón de cosas más de la montaña. Sacrificaba mucho por estar fuerte. Una vez terminada esta vía, se ha abierto un abanico de posibilidades enormes. Ahora estamos mucho más motivados hacia la actividad más alpina, que siempre hemos hecho. Nos sentimos más centrados en buscar cosas nuevas en el alpinismo. Conocer montañas y explorar, saliéndonos un poco de la alta dificultad en la deportiva. Siempre lo hemos hecho, pero ahora más, dejando al lado el sacrificio que supone la escalada deportiva de alto nivel”.
ENEKO POU
“Esto te puede llevar a una trampa. Mientras hablaba Iker, pensaba que, al final, nuestra especialidad siempre ha sido la escalada en roca, sobre todo las vías de multi-pitch, las big walls. Aquí siempre damos la talla. Pero supongo que esto es como un grupo de música o un pintor. Si sólo haces lo que se te da bien, ese camino termina en un túnel que además no tiene salida. Vas a alcanzar la oscuridad. Tus seguidores quieren escuchar eso, pero tú, a nivel personal, llegarás a un momento en el que tocarás fondo. Cuando llevas haciendo algo durante mucho tiempo, puedes entrar en un momento de desmotivación, porque es más de lo mismo para ti. Es como si un grupo de música tocara siempre las mismas canciones que la gente quiere escuchar. Seguro que el grupo se aburrirá de esto y querrá innovar, haciendo otras canciones que le llenen. Se produce un momento de fractura, que además es peligroso porque sales de tu zona de confort hacia algo que no sabes si va a funcionar bien. Pero si lo consigues, triunfas por todo lo alto a nivel personal. Es ir hacia otro lado, pero triunfando para ti mismo. Iker y yo empezamos en el mundo del monte y hemos transcurrido por la roca por donde seguiremos, pero estamos moviéndonos hacia otro lado que es el de actividades más propias del alpinismo”.
GENÉTICA
ENEKO POU
“Creo que nosotros somos un claro ejemplo de esta historia. Iker, de cara a la escalada tiene una genética mucho mejor que la mía, entre otras cosas porque no se lesiona. Hubo un deportista muy famoso que decía que había dos tipos de atletas de alto nivel: los que se lesionaban y los que no. Iker no tiene lesiones. Estamos hablando de unos tendones de hierro y unas cualidades excepcionales. Yo sí me he lesionado más. También es verdad que puede ser por el hecho de que he diversificado mucho más la actividad. Y si haces esto cuesta más no lesionarte. La genética es desde luego muy importante. ¿Cuál es la diferencia con otras disciplinas como el trail running? En la actividad de montaña, la cabeza es más importante. Wolfgang Güllich decía que un 50%, pero yo la cifro en bastante más, alrededor de un 80%, sobre todo en actividades de alpinismo. El estar medio muerto y seguir para arriba es cabeza y no tanto genética. Cuando encuentras a una persona que lo tiene todo, genética, fuerza mental y tesón, tienes un superclase. Esto en montaña se traduce en Messner, en Bonatti y en gente de este nivel. En el momento en que metes todo en la coctelera, sale un top mundial de otro nivel”.
IKER POU
“Estoy de acuerdo con Eneko. En el caso de la escalada, influye mucho la genética. Puedes ser muy cabezón, tenaz y entrenar mucho, pero si no tienes la genética ideal, aunque alcances logros muy importantes, otra persona con las mismas capacidades mentales y de sacrificio y con algo de genética llegará más lejos. Sí que influye el estar tocado por la varita genéticamente. Se sabe, en cuanto a fuerza, cuántas fibras rojas o blancas tenemos. Es verdad que la cabeza influye mucho en la escalada y en otras actividades de montaña. Si hay una persona que tiene la genética adecuada, por encima del resto, y encima tiene cabeza y capacidad de sufrimiento, entonces tienes un número uno. Habrá gente que llegará muy lejos, pero no tanto como otros porque no tiene esas cualidades genéticas”.
ENEKO POU
“Volviendo a nuestra cordada… ¿Cuántos escaladores han estado como nosotros desde el año 2000 -nuestra primera expedición- hasta 2021 sin parar de hacer actividad y además tan diferente? Iker, cada vez que volvía de expedición, era capaz de hacer 8c, 8c+ o 9a en dos o tres semanas. Eso está al alcance de muy poca gente. En su caso, y él no te lo va a decir, además de esa genética espectacular, tiene la cabeza. Siempre ha sido un escalador de motivación, de los que escala porque le gusta. Si sumas tesón, disciplina y genética te encuentras a un tío como Iker”.
MENTALIDAD
ENEKO POU
“Tenemos pequeños trucos para el tema mental. Iker y yo calzamos el mismo número de pies de gato o de botas de montaña. Los tenemos marcados con nombre para diferenciarlos. En un primer momento, lo hice con este único motivo, pero con el tiempo me di cuenta de que cuando estoy a pie de vía o debajo de una pared alpina que impresiona mucho y me estoy calzando esos pies de gato o botas, me fijo en el nombre, no porque seamos los hermanos Pou sino por un tema personal. Es decirme que llevo toda la vida en esto, que tengo mucha experiencia y que me estoy poniendo el calzado para dar lo mejor de mí. Si no estoy dispuesto a esto, me quito los pies de gato y me voy a dar un paseo. Somos muy exigentes con nosotros mismos. Cuando se va, se va. Para no dar lo mejor, no nos movemos del suelo. Es un tema incluso muy vasco. O vamos o no vamos, pero si lo hacemos es a por todas. En cuanto al miedo, es difícil buscar estrategias aquí. La clave es que hay ciertos sitios que no permiten caídas ni fallos. Cuando entras en ellos, sabes lo que te estás jugando y que el desenlace, en caso de caída donde no toca, es probablemente fatal. Creo que ni se te pasa por la cabeza que va a haber esa caída. Entras concentrado diciéndote que tienes experiencia previa y que eso lo puedes superar. Aunque no sea verdad, tienes que creértelo. Y cuando lo haces, la cabeza es muy poderosa. Pasa en todas las disciplinas, pero en el monte es exagerado, porque el cuerpo humano es un superviviente. Siempre te va a dar tres balas más de las que piensas que tienes. Iker y yo decimos que escalando, hasta que no estés en el aire estás vivo. Y en alpinismo, hasta que no estás en el otro lado puedes seguir. Siempre tienes una jugada más. Hasta que se acabe, claro…”
IKER POU
“No hay ningún truco especial. Sobre todo, es la experiencia personal y el bagaje que llevas detrás. Cada uno debe conocerse a sí mismo y saber hasta dónde puede forzar un poco más o un poco menos. Hay que saber controlarlo y no entrar en pánico porque en este caso estás perdido. Si estás en esa situación, mejor te bajas. Es clave saber dónde te metes y cuáles son tus cualidades. Hay que conocerse bien y eso se gana con experiencia y años. No hay un truco especial”.
ENEKO POU
“También creemos en la suerte. Hay que tenerla para estar ahora mismo aquí con los años que llevamos en esto y con toda la actividad que hemos realizado. De otra manera, no estaríamos hablando ahora. Recuerdo toda la época, cuando Iker estaba con las vías extremas de escalada, en la que yo durante 10 o 12 años estuve haciendo esquí extremo. Una de las actividades más potentes que hice, probablemente la más, fue la bajada por las chimeneas del Midi d’Ossau. Muy vertical. En ningún momento pensaba que iba a fallar ahí. La fijación iba a tope de fuerza para que no saltase, no llevaba bastones telescópicos sino los de alpino de copa del mundo, y yo iba a por todas sin pensar en que iba a fallar. Si lo hubiera hecho, estaría en la próxima vida. Eso no entraba en mi cabeza. Cuando entramos en ciertas actividades, vamos muy concienciados. Es como si fueses a hacer un solo. Iker y yo de hecho no escalamos más en este estilo porque sabemos que nuestras actividades de alto nivel de alpinismo o en paredes son de por sí solos. Nos decimos que el momento no es entrenando, sino el día clave. Ahí es donde nos la jugamos. No nos hace falta hacerlo antes. Estamos muy entrenados para eso. Y sabemos que no podemos fallar. Ese día de antes, si no lo veo claro, no arriesgo. ¿Cuál es la guerra? Pues por ejemplo la expedición que hemos hecho ahora en Perú. Esa era la guerra y allí era donde había que ir a tope. No se puede estar los 365 días dándolo todo”.
VER EN FORMATO REVISTA