22 May LUIS ALBERTO HERNANDO. Una nueva lección
Texto: Kissthemountain
Dicen que un maestro de escuela nunca deja de serlo incluso cuando ya no imparte clases. Probablemente, su vocación y el placer que obtiene con sus enseñanzas son motivos más que suficientes para seguir formando a aquellos que se acercan a él para ampliar sus conocimientos.
Luis Alberto Hernando es, para muchos de los que hemos crecido en el mundo del trail running viendo sus actuaciones en numerosas carreras, un gran maestro del que no nos cansamos de aprender. Hace unas semanas, tuvimos el privilegio de verle de nuevo en competición con ocasión del 25º aniversario de la MiM de Asics Penyagolosa Trails, un escenario donde ya impartió una gran lección en el Campeonato del Mundo que allí se celebró en 2018. En aquella carrera, el corredor ya convertido en leyenda se proclamó campeón del mundo en la meta de Sant Joan de Penyagolosa. Quizás era lo que todos esperábamos de un corredor que rara vez falla. La lección la dio a lo largo de toda la carrera. A mitad de la prueba, a su paso por Benafigos, Zach Miller tenía una ventaja sobre el español de unos cuatro minutos. El protagonista de este artículo no se puso nervioso. O quizás sí, eso no lo sabemos. Lo que sí presenciamos los que allí estábamos fue a un corredor que apretó los dientes, cambió de marcha, y con la potencia con la que le hemos visto en muchas otras carreras, ayudándose de sus eternos bastones, fue con una determinación descomunal en su caza. En el siguiente punto de paso, en Collao, era Luis Alberto quien le metía 18 minutos a Zach. En esos kilómetros, para los que el burgalés empleó 1 hora y 21 minutos, sacó también seis minutos a Tom Evans, cinco a Jonathan Albon, ocho a Ludovic Pommeret y uno a Cristofer Clemente, quien a la postre entró en segunda posición dando el oro al combinado nacional, al igual que ocurría en categoría femenina. Estos tiempos dan una muestra de que en aquella ocasión Luis Alberto Hernando no dio una simple clase, ni tan siquiera una master class como dicen ahora, sino que simplemente sentó cátedra. Una más.
Pero no todas las clases que imparte un maestro tienen por qué culminar con hitos que pasan a la historia. La que nos dio Luis en la pasada edición de Penyagolosa Trails no lo hará. Entró en meta el 14º, una posición muy alejada de aquellas a las que nos tenía acostumbrados, pero no por ello, para el que escribe, dejó de darnos una lección. Así se lo comentaba en la línea de meta, un gesto que me pareció que agradecía sinceramente.
Hace tiempo que Luis Alberto Hernando está alejado del foco competitivo. En una carrera que se celebró en Asturias hace ya algunos años, 100 Millas Por el Camino del Oso, en un momento que no recuerdo bien, que creo que fue durante una cena, nos decía que estaba en una época de su vida profesional como Guardia Civil de Montaña que le exigiría una mayor dedicación que se traduciría en menos posibilidad de entrenar. Estaba anunciándonos un parón en su faceta deportiva. No fui plenamente consciente de eso que nos contaba. Sólo el tiempo transcurrido desde entonces, el año 2021, ha puesto en perspectiva para mí las consecuencias de aquella decisión. Por eso, cuando la organización de Penyagolosa Trails le anunciaba entre los participantes de esta edición, me alegré muchísimo. Podría volver a ver a esa bestia competitiva cuya respiración puede llegar a asustar a un rival al que está a punto de dar caza. No sabía qué versión encontraría del burgalés. Alguien me había comentado que estaba tratando de preparar una buena Transvulcania, carrera que esponsoriza su marca, Adidas Terrex, y que su estado de forma era todo una incógnita. Su calma y sonrisa habitual mientras recogía el dorsal no daba pistas.
La carrera no fue bien para él, o eso al menos creo, aunque quizás me equivoque. En Les Useres, kilómetro 30 aproximadamente, pasó en 38ª posición, a 28 minutos de los primeros clasificados; en Torreselles, kilómetro 41, había caído a la 40ª posición, a 43 minutos de la cabeza. En ambos avituallamientos, incluso las tres primeras clasificadas en categoría femenina pasaron por delante. A partir de ese momento, algo cambió en él, comenzando a remontar posiciones, hasta 26, para entrar en meta en 14ª posición. Pero la lección de la que hablo no está simplemente en esa gran recuperación, en venir de menos a más, sin importar que hasta los últimos 20 kilómetros no encontraba ritmo de carrera. Para mí, la clase magistral, su enseñanza, fue no rendirse, no abandonarse y no decirse que hasta ahí había llegado y que no valía la pena seguir luchando. ¿Cuántos corredores de los de primer nivel habrían hecho eso? ¿Quién con ese palmarés deportivo no se habría, incluso por orgullo, retirado y buscado excusas como la que el estómago no iba bien o que sufría algunas molestias que no quería agravar? No es fácil concluir en una respuesta cien por cien fiable. Pero de lo que sí que estoy seguro es de que, una vez más, Luis Alberto Hernando nos había dado una gran lección llena de pundonor, determinación y, por supuesto, humildad.
Cuando leáis estas líneas, él probablemente habrá competido en Transvulcania. Veo difícil que repita esos éxitos que ya ha vivido en la carrera palmera, pero quién sabe. Con un maestro de este nivel, todo es posible. Gracias, Luis.
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