13 Dic Marató dels Dements. El secreto de “la marca”.
Texto: Kissthemountain
Fotografía: Andrés Núñez – Last Race Studio
Manuel Merillas se despierta al día siguiente de haber sido el primero en entrar en las calles de Eslida para proclamarse vencedor de la sexta edición de la Marató dels Dements. Ha pasado una noche extraña. A pesar del cansancio por el gran esfuerzo realizado por las montañas del Parque Natural de la Sierra de Espadán, le ha costado conciliar el sueño. Y una vez hecho, no ha sido regular. Aunque ha dormido, su sensación ha sido la de haberse pasado la noche en vela. De hecho, está prácticamente seguro de haberse despertado en varias ocasiones envuelto en sudor por un sueño recurrente en el que perdido se veía a sí mismo preguntando a los habitantes de Eslida por el lugar en el que estaba situada la meta, pues sabiendo que le quedaban escasos metros para cruzarla, no conseguía ver las cintas o señales que le marcasen el camino.
Nerea García baja a desayunar y en su rostro, además de felicidad, se percibe cansancio. Se fue a la cama pensando que las horas de sueño compensarían el gran esfuerzo realizado para cortar la cinta de esa prueba reina que cada mes de noviembre sale de las calles de Eslida. Sin embargo, no ha dormido bien. Un sueño recurrente en el que aún le quedaban unos cinco kilómetros para llegar a meta y en el que varias corredoras estaban a punto de darle caza no le ha permitido descansar como a ella le hubiera gustado. Han sido varias las veces en las que se ha despertado completamente y se ha dicho que la batalla ya había terminado y que se olvidara de seguir luchando para hacerse con una victoria que ya era suya. Pero de nada le ha servido. Cada vez que cerraba los ojos, se veía con el dorsal número 2 pegado al pecho y pensando en beber correctamente para no deshidratarse.
Tanto Manuel como Nerea aún no lo saben, pero ya son parte de un extraño fenómeno que sucede a todos los ganadores de la Marató dels Dements y que parece que los acompañará de por vida. Quienes leáis este texto, podríais pensar que el sueño interrumpido constantemente no es más que ese estado en el que muchos caemos cuando tratamos de dormir después de un día de haber dado todo lo que tenemos dentro para conseguir un objetivo. Lo mismo piensan Manuel y Nerea, pero están equivocados. Durante esa noche, el secreto estaba imprimiéndose en sus almas.
Todavía tardarán 365 días en descubrirlo. Lo mismo les ocurrió a Miguel Heras y a Silvia Puigarnau en 2018, a Christian Callau y a Ana Tauste en 2017, a Sebas Sánchez y a Eva Bernat en 2016, a David Prades y a Montse Vázquez en 2015, o al mismo David y a Silvia Miralles en 2014. Bueno, realmente a David Prades sólo le ocurrió en este último año y a pesar de ello, no dudo en repetir victoria al año siguiente.
Muchos os estaréis preguntando en qué consiste ese extraño fenómeno. Hasta ahora, los vencedores de cada una de las ediciones no lo han hecho público por temor a que éste desaparezca para siempre de sus vidas. Y esto sería algo que les dolería mucho, pues realmente es un privilegio que les ha sido dado por ser ganadores de esta carrera tan especial. Sólo lo han comentado entre ellos. Y se refieren a él como “la marca”.
Quizás sería el momento de que todos conozcáis su secreto. Puede que al desvelarlo desaparezca para siempre, y aunque podrían continuar con normalidad sus vidas, su sensación sería la de que alguien les ha robado algo que les hacía sentirse especiales. Aun así, creo que lo voy a contar. Hay una parte de la mente de todos los ganadores de Dements que ha cambiado. La noche del aniversario de su victoria, al entrar en ese estado conocido como la duermevela, se repite…
No lo haré. ¿Quién soy yo para arrebatarles algo que les hace sentirse únicos?
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