26 Mar Pau Capell. Un ascenso meteórico.
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au Capell, corredor de Sant Boi de Llobregat de 27 años, atesora un gran palmarés en los sólo seis años que lleva corriendo por montaña. Acaba de lograr su tercera victoria consecutiva en Transgrancanaria. Campeón de la pasada edición del Ultra Trail World Tour, nos cuenta sus motivaciones, razones y secretos para mantener las ganas en las largas horas de entrenamiento y durante las competiciones. “Cuando el objetivo está claro, crees en él y tu entorno te apoya, es muy difícil que algo te pare”.
Texto: Álex Colomina | Kissthemountain.
Kissthemountain: Hola Pau. Lo primero de todo es darte la enhorabuena por ese triplete en Transgrancanaria. Ganar allí tres veces tiene que ser algo muy complicado.
Pau Capell: La verdad es que sí. La segunda victoria ya me sorprendió. Siempre he dicho que es muy difícil repetir una carrera y más aún ganarla. Este año no tenía muy claro si ir a competir. En carreras largas cuesta mentalmente volver a la misma prueba. Finalmente me propuse ir pero sin ansias. Salió una buena carrera. Me sentí muy bien.
K: Repetir una carrera psicológicamente tiene su parte dura porque sabes a lo que te vas a enfrentar, y en los momentos malos piensas en todo lo que aún queda por recorrer.
P: Sí, conoces cada subida y cada bajada. También puede ser más dura porque dejas de pasar por sitios que te sorprenden. Aunque también es una ventaja saber lo que te espera, sobre todo en los momentos buenos.
K: Siempre hiciste deporte. Jugando al fútbol sufriste una lesión en la rodilla y a raíz de eso empezaste a correr y a apasionarte por las carreras de montaña. ¿Cómo recuerdas esos primeros días de correr por el monte que tanto te cambiaron la vida?
P: Fue algo sorprendente. Nunca había hecho montaña y la primera sensación fue de libertad y de sentir que estaba haciendo algo nuevo. Siempre que juegas a fútbol o a tenis estás en un terreno en el que si sale fuera la pelota, la situación es mala. En la montaña es todo lo contrario. Cuanto más me alejaba de casa, más libre me sentía. Esa sensación todavía la tengo presente. Es lo que me enganchó a correr por montaña. Tengo muy vivo ese sentimiento cuando entreno. Hoy, por ejemplo, no tenía un track definido e iba eligiendo el camino sobre la marcha. Eso mismo es lo que me llevó a perderme el primer día que salí a correr. [Risas].
K: En las carreras sí que tienes que avanzar por un recorrido marcado, pero en los entrenamientos puedes sólo ceñirte a la distancia, el desnivel o a los intervalos establecidos en el entrenamiento pero sin tener que seguir un recorrido predeterminado. Puedes ir donde te apetezca.
P: Sí, una carrera está marcada, tienes que seguir un camino, pero la primera vez es como si descubrieras tú ese entorno. Lo que hacen es indicarte la línea a seguir. En los entrenamientos puedes elegir tú todo. Yo que entreno a gente, muchos días les mando salir a disfrutar y a descubrir montaña. Para mí, eso es muy importante. Cada día conoces algo nuevo.
K: A mí me pasa algo parecido. Yo también planifico entrenamientos a corredores y les insisto en que se metan en el monte y lo disfruten, que no sea sólo mirar el reloj.
P: Correcto, cuando vas sólo centrado en los tiempos y en las pulsaciones te agobias y aún es peor. Y más estando en los entornos que podemos disfrutar cuando corremos por montaña.
K: Empezaste a correr y tuviste una progresión meteórica. En pocos años estabas muy arriba. ¿Cuándo te diste cuenta de que podías estar con los mejores y que si le dedicabas un poco más de tiempo podías luchar a nivel mundial?
P: En 2014 gane el circuito de ultra de Cataluña. Al año siguiente, en 2015, me impuse en todas las carreras de la Spain Ultra Cup compitiendo con gente muy buena a nivel nacional. Ahí pensé que si daba un pasito más podía intentar saltar a un calendario europeo o mundial. Me planteé el circuito del Ultra Trail World Tour [UTWT] y fue muy bien. Hace tres años que decidí apostar por dedicar un poco más de tiempo a la competición.
K: ¿Qué supuso ese punto de inflexión? ¿Cómo conseguiste sacar más tiempo para entrenar y descansar?
P: Creé mi empresa, Privylife, junto a dos socios, para poder dedicar más tiempo a correr. Ser autónomo me permite trabajar al mismo tiempo que compito. También me deja entrenar más horas al día y tiempo para la recuperación y los viajes… Ajusté los entrenamientos para dedicarles más tiempo, y en el tema competitivo di el salto a Europa en 2016 con el calendario del UTWT, participando en Transgrancanaria y en otras carreras más de nivel europeo.
K: Y viendo además que estabas delante…
P: Sí, aunque no fue siempre fácil en ese sentido. Luchaba para entrar en podio o en top 5… Ése era mi sitio entonces. Me fijaba mucho en corredores más experimentados, como Gediminas [Grimius] que hizo una excelente temporada en 2016. Hice una gran amistad con él. Aprendí mucho. En 2017 di un paso más y me vi luchando por ganar carreras. 2018 ha sido ya el año de la consagración fruto de la experiencia que he ido ganando.
K: De 2014 a 2018. Para unas situaciones mucho tiempo y para otras poco… Si lo aplicamos a la carrera profesional de un corredor de ultra es relativamente escaso. Es una gran progresión.
P: Sí, es cierto que es un poco prematuro todo. A veces me pregunto cómo puede ser que en sólo seis años puedas ser campeón de un circuito mundial de Ultratrail, que es lo que he sido, no campeón del mundo. Es verdad que parece muy poco tiempo para conseguirlo, pero a mí me parece una burrada con las horas que le dedico al día. Otras veces pienso que han sido sólo cuatro años, pero es que las horas de esfuerzo sumadas han sido tremendas.
K: Nada es gratis. Son pocos años pero mucha dedicación. Y además, ahora que ya estás ahí, lo que cuesta es mantenerse.
P: Justo lo que comentábamos al principio. Repetir una carrera es muy difícil, y más aún ganarla. Puedes conseguir una victoria en una prueba dedicándole mucho tiempo, pero repetirla ya es otra historia. Es muy fácil que salga peor, ¿no? Pues es lo mismo con lo de mantenerse ahí arriba, no sólo por la forma física, sino también por el tema mental.
K: ¿Qué te aporta correr en tu vida? ¿Cómo lo definirías?
P: Para mí la pregunta sería más bien qué me aporta el deporte en general. Ayer tenía un entrenamiento de correr. A los 10 minutos volví al coche y decidí cambiar de actividad porque no tenía ganas de hacer carrera ese día. Arrastraba varias sesiones de larga distancia y noté que mi cuerpo decía que no quería correr. Me pedía ir en bicicleta. Me fui a hacer una sesión de gimnasio en bici. Me aporta mucho el deporte en general. Me genera una estabilidad emocional que es necesaria para mí, para el día a día.
Nunca había hecho montaña y la primera sensación fue de libertad y de sentir que estaba haciendo algo nuevo. Siempre que juegas a fútbol o a tenis estás en un terreno en el que si sale fuera la pelota, la situación es mala. En la montaña es todo lo contrario. Cuanto más me alejaba de casa, más libre me sentía. Esa sensación todavía la tengo presente”.
K: ¿Cuáles son los mejores recuerdos de estos años compitiendo? ¿Con qué te quedas?
P: Voy a escoger tres momentos. El primero, en la Spain Ultra Cup, donde mi familia se involucró muchísimo. Vieron un futuro, que Pau estaba haciendo lo que le gustaba y que se le daba bien. La sensación de tener a mi familia al lado apoyándome y que crean en mí es lo más importante. Lo segundo con lo que me quedo es con la amistad que he hecho con personas que no conocía de nada y a las que el deporte me ha permitido llegar. Me gusta tener a mi alrededor a esa gente y a final de cada temporada desearles que tenga un feliz año nuevo. Me llenan mucho esas relaciones. Y lo tercero, un hito deportivo, cuando en 2016 gané la TDS [Prueba perteneciente al Ultra Trail du Mont-Blanc]. Las sensaciones en la línea de llegada y durante toda la carrera fueron muy intensas. Siempre lo he recordado, y cuando lo pienso todavía me emociono.
K: Chamonix es especial. Hay carreras que reúnen mucho nivel, pero UTMB es diferente. Verte llegando por esas calles a meta… Justo lo hablábamos con Jordi Gamito hace poco. Nos contaba que sólo de pensarlo aún se le ponían los pelos de punta.
P: Cuando crees que puedes conseguir un objetivo, lo sientes cada vez más cerca, y finalmente lo logras, es una sensación muy potente. Y es así por todo lo que envuelve esa carrera. La llegada a meta que yo tuve en TDS, por ejemplo. En los últimos ocho kilómetros había mucha gente. Piensas que estás consiguiendo algo por lo que has luchado y trabajado mucho, y además te animan y están felices por ver lo que estás logrando. Eso llega mucho. A UTMB la hace especial la gente.
K: Hablas del apoyo incondicional de tu familia…
P: Para mí es imprescindible. Que venga a las carreras Marta, mi pareja, es vital, y no por el tiempo que me ahorra, que es mucho, sino porque lo hace genial. Son muchos momentos en carrera en los que necesito verla y hablar con ella. Al final no somos más que personas que hacemos un deporte que se nos da bien, y que nos movemos por emociones. Y eso se ve. Cuando alguien no tiene equilibrio y lo está pasando mal por un tema sentimental, se refleja en los resultados. En ese sentido, yo tengo ese equilibrio y mi familia también. Mi familia es una parte muy importante de mi vida. Los quiero y su apoyo es imprescindible.
K: Poder hablar con ella en carrera en los momentos malos te da ese plus…
P: Ha habido carreras en las que la he llamado mientras corría. Quiero oírla y le digo que me cuente algo, aunque sea del trabajo del otro día. Lo que le apetezca. Necesito hablar con ella y siempre lo he dicho. Entrenamos muchas horas y si además de sentimientos estás bien y te sientes fuerte, es muy difícil que alguien te pueda ganar.
K: Estoy totalmente de acuerdo. ¿Recuerdas con especial cariño alguna conversación con ella en carrera?
P: La que más recuerdo por lo mal que lo estaba pasando fue en la pasada CCC. Empecé bien, pero en el km. 4 ya tenía dolores en las piernas por la carga que llevaba de toda la temporada. Empecé a perder posiciones. En el km 12 iba sobre el puesto 60. Llamé a Marta para decirle que creía que no era un día para competir ni correr. Me dijo que tirara hasta el km 20 a ver cómo iba evolucionando. Yo le decía que no quería correr, que no estaba bien…. Y ella que fuera probando. ¡Y me colgó! Tuve que seguir hasta el 20 y cuando la vi le dije que estaba igual que antes. Ella me dijo que siguiera hasta completar un maratón. Me convenció y seguí…. En el km 30 me acuerdo que estaba subiendo a un pico por los que pasa la carrera y la llamé como diez veces para decirle que me paraba. A final seguí. Al llegar al km 40, ella no estaba, sino su hermana. Siendo así no podía pararme. Tenía que seguir hasta el km 50 que era donde se suponía que me esperaba Marta. Y claro, con ese juego, ya que estaba en ese punto, me decidí a acabar la carrera.
K:¿Cuáles consideras que son tus puntos fuertes como corredor de ultra?
P: Saliendo de lo normal, para mi es la edad. Es un punto fuerte porque creo que físicamente tengo mucho margen de mejora y que aún puedo explotar. Hay cosas en las que aún fallo mucho y puedo aprender a gestionar. Tambien, es otro punto a mi favor la cuestión mental por el hecho de tener un gran equipo que siempre está a mi lado. Por último, como todos o casi todos, la pasión que tengo por el deporte en general, y en especial por correr largas distancias. Físicamente, en las pruebas de esfuerzo, tengo valores y el cuerpo adaptado, a día de hoy, para correr ultra y sigo en ello. Pero también creo que tengo más defectos que puntos fuertes.
K: ¿Asimilación de entrenamientos, recuperación después de las carreras? Yo ésos también los veo como puntos fuertes de los que estáis delante y podéis acabar una temporada con muchas carreras de larga distancia encima.
P: La recuperación es vital. A mí me dicen que como soy joven recupero más rápido, y en ese sentido puede que tengan razón. Hoy, por ejemplo, he corrido 50 kilómetros por la mañana y ahora podría volver a salir a entrenar. Esa manera de recuperar y de poder enlazar entrenos también te da un plus que permite meter más carga y sacarle más jugo físicamente.
K: Este año estás con BUFF®, ¿no? ¿Qué tal tu relación con ellos?
P: Bien, muy bien. Es como una familia, aunque suene a tópico. No tienen muchos corredores, pero lo prefieren así para que haya una buena relación entre nosotros. Creo que hay muchos perfiles diferentes en cuanto al tipo de disciplina que practicamos, pero luego podemos compartir muchas cosas. Yo, por ejemplo, con Andreu Simón comparto algunos entrenamientos. Tenemos la misma edad y eso también hace que nos apetezca correr juntos. Además estamos bastante cerca.
K: Si puedes hacer entrenos con amigos muchos días es más fácil, además de que se comparte mucho…
P: El único problema que puede haber, para mí, es cuadrar el momento. Normalmente trabajan con horarios diferentes a los tuyos y cuesta quedar. Pero sí que es bueno. Hay que intentarlo cuando se pueda. Te sirve para compartir y para darte algo más de caña, que a veces se necesita.
K: ¿Cómo llevas los entrenamientos por el Llobregat y las zonas de baja montaña? ¿Sueles ir al Pirineo o a zonas con más desniveles a correr?
P: Sobre todo me muevo por la zona del Garraf y el Baix Llobregat, y al menos una vez por semana intento escaparme a Montserrat, Montseny o zonas similares. A partir de la primavera, cuando llega mejor tiempo, sí que es cierto que me gusta subir al Pirineo, sobre todo a la zona de Ultra Pirineu, por Bagà y alrededores. Hasta ahora no he podido ir mucho por el tema de compaginar el trabajo con Privylife y entrenamientos, pero espero que a partir de ahora pueda hacer más cosas. Con la Mercedes Marco Polo de Quadis que ha entrado en el equipo voy a poder tener más libertad para dormir en las zonas de entrenamiento, sin tener que ir y volver a casa cada día. Son facilidades para poder darle un punto más al entrenamiento.
K: ¿Compaginas bien tu empresa y los entrenamientos?
P: Ha llegado un momento en el que es necesario priorizar cosas. Ahora, en abril y mayo me voy fuera y sé que no podré hacer mucho. Luego, en junio y julio sí que estoy por aquí y podré hacer algo más de trabajo. Hemos cogido un circuito de maratones de trail en Cataluña y vamos a ayudar a las organizaciones a montarlo. Eso también me da el equilibrio de pensar que no todo es correr.
K: Se insiste mucho desde la psicología deportiva en el difícil momento de la retirada de los deportistas de élite y su necesaria incorporación al mundo laboral. Es un cambio importante cuando llevas toda una vida dedicada y volcada al deporte sin tener que realizar otro tipo de actividades para ganarte la vida. Se puede convertir en un momento muy complicado. Además, como comentas, es muy importante que una parte de la mente esté ocupada en otras cosas, y más en un deporte como este, que es tan amateur.
P: Así es. Sólo con que tengas una lesión, si sólo piensas en correr, el día a día te consume. Por eso es mejor entrenar y darlo todo, pero siendo conscientes de que no vamos a estar toda la vida haciendo esto.
K: Lo bueno es saberlo y dedicarle tiempo a otras cosas conociendo que llegará el día en el que todo lo demás cobrará más importancia.
P: Correcto. Así de fácil, pero a veces cuesta entenderlo.
K: Sueños, objetivos futuros…Tienes un asunto pendiente en Laponia, “Save the Artic”.
P: Es un proyecto que nació hace un par de años. Estábamos hablando de temas medioambientales, del cambio climático, y me vino a la cabeza todo lo que están sufriendo los osos polares con el deshielo. Cada vez les cuesta más desplazarse a zonas donde antes les era fácil llegar. Lo mejor para intentar acercar este tema a gente en la que yo pueda influir es hacer un recorrido parecido al que tienen que hacer ellos para salvar su vida. Creí que este año podía combinar el proyecto con una temporada fuera de carreras. Consiste en hacer 260 kilómetros en cuatro etapas a -30°C, intentando acercarme a conocer el sufrimiento que pueden tener ellos.
K: Es bonito que estemos implicados en el medio en el que nos movemos y seamos responsables. La montaña no puede ser sólo nuestro campo de juego. Es la vida del planeta y a veces nos olvidamos. La mayoría de la población vive en ciudades y podemos llegar a estar muy desconectados de la naturaleza. Es imprescindible ponerse las pilas.
“Que venga a las carreras Marta, mi pareja, es vital, y no por el tiempo que me ahorra, que es mucho, sino porque lo hace genial. Son muchos momentos en carrera en los que necesito verla y hablar con ella. Al final no somos más que personas que hacemos un deporte que se nos da bien, y que nos movemos por emociones”.
P: Es una pena. El problema es que hoy en día vamos muy rápido. Todo va a gran velocidad en los trabajos, en la tecnología… Parece que lo que aprendes hoy ya no sirve para mañana. Necesitamos parar y pensar que si no cambiamos lo que estamos haciendo hoy, quizás no lleguemos a mañana. Me gustaría hacer esto para que alguien diga: “Es verdad. Está muy bien que disfrutemos de la montaña y de la vida, pero estamos jodiendo el planeta”. El objetivo es transmitir el sufrimiento, que estoy seguro que voy a pasar, para que el gran público sea consciente de que hay que cuidar el mundo y, en este caso, que el Ártico se derrite sin control.
K: ¿Otros objetivos deportivos que tengas en mente? ¿Competitivos o extracompetitivos?
P: Tengo ganas de correr alguna carrera por etapas. Es algo que me llama la atención y que no haré este año, pero la temporada que viene espero que sí. Sobre todo, descubrir nuevas carreras. Este año, por ejemplo, voy a Patagonia, México y China. No estaba planteado. Necesito buscar carreras que me despierten eso que tenía el primer día, y que aún hoy mantengo.
K: Es lo bueno de correr y viajar. Conoces un montón de sitios bonitos y a mucha gente. La medalla y la clasificación quedarán ahí, pero los amigos son para toda la vida.
P: Eso es lo que realmente te aporta y con lo que te quedas. Siempre pienso que si mañana me voy, podré pensar que todo lo que he vivido, que todo lo que llevo detrás, habrá merecido la pena.
K: Suerte Pau. Estas conversaciones nos gustan. Acercan los sentimientos y valores de los deportistas de élite a todos los demás, y nos ayudan a seguir creyendo que con ganas y motivación se puede llegar muy lejos en cualquier cosa. ¡Que vaya muy bien la temporada!
P: Que no me haga daño y poco a poco. A mí también me ha gustado. Gracias y un abrazo.