03 Oct PT281 Ultramarathon. Beira Baixa. La danza de la serpiente.
Texto y fotografía: Rubén Fueyo
Aún tengo esa extraña sensación de calor en el cuerpo. Ese abrazo que sólo él sabe darte y ante el que poco puedes hacer en una pista en medio de la nada. Y segundo a segundo sientes la soledad, de la que te haces amigo, pues pocas más opciones tienes. Y por momentos le hablas como a otra parte de ti mismo. Y te cuestionas si el motivo es el calor o son los kilómetros que llevas masticados. Y clavas la mirada en las líneas del siguiente tramo de asfalto. Y ellas te hacen pensar que vas a bailar con una serpiente que se retuerce más allá del infinito. Y a estas alturas te entregas a cualquier compañera para la danza.
Y recurres a la noche. Y la sutil bajada de temperatura que piensas que debe llegar. Sabes que el día ha sido duro de roer a través del polvo de los caminos y del asfixiante calor del asfalto. Y la noche será una amiga silenciosa para descansar o para devorar unos kilómetros más al track.
Distraes tu mente dejando transcurrir los momentos de oscuridad con la serena compañía de la luz de tu frontal. Con los silencios de tu compañero. Con los sonidos de la noche. Intentando dibujar en ella el colorido que tendrá el horizonte en las primeras horas de la mañana.
Y te ha parecido atravesar todo el recorrido de una vida. Los kilómetros pesan. Y Castelo Branco se acerca y genera fuerzas de lugares vacíos.
Y en los momentos de cordura piensas que estás justo donde quieres. Que la PT281 es una opción personal. Tu caluroso desafío. Tu bendita locura. Y se te escapa una sonrisa. Ya queda menos para llegar a meta.
Más info PT281 Ultramarathon. Beira Baixa.