20 Ene RICARDO CHERTA. Presente y futuro
Ricardo Cherta ha dado un gran paso en 2021 consiguiendo dos podios en Copa del Mundo ISF que a la postre le han dado un tercer puesto en la general de este circuito. Antes, en 2018, siendo promesa, logró subirse al cajón en carreras como La Sagra Skyrace, de Copa de España, o la Marató dels Dements. Le gusta ir marcando poco a poco los pasos en su progresión, con humildad. De estos puntos de inflexión, de su forma de entender el progreso en el mundo de la competición, de entrenamientos y miedos va esta charla con un corredor con un presente y un futuro brillantes.
Por Kissthemountain
Kissthemountain: Hola, Ricardo. ¿Estás por casa? [Esta conversación se mantuvo vía telefónica el pasado 28 de diciembre].
Ricardo: Sí, aún ando por aquí, preparándome para salir mañana en dirección a Cataluña. Pasaré unos días en la provincia de Girona con un grupo de amigos. Vamos a entrenar, como si fuera un training camp.
K: Imagino que pararías después de Penyagolosa Trails poniendo fin a una extraordinaria temporada…
R: Sí, paré y descansé un par de semanas, en un período de desconexión. Ahora estoy volviendo a empezar en modo pretemporada, sumando poco a poco.
K: ¿Qué haces en pretemporada?
R: Intento sumar volumen complementando el correr con la bicicleta. También, fuerza. Un poco variado y no tan específico para el trail.
K: ¿Metes más fuerza ahora que cuando la temporada ya está en marcha?
R: Sí, un poco más. Cuando todo empieza de verdad, dependiendo del contexto, suelo hacer un par de días a la semana. Este año he estado fuera, en Francia, y no lo tenía fácil, pero lo normal es eso. Los días que no meto fuerza, hago prevención de lesiones, ejercicios para el fortalecimiento del core y este tipo de entrenamientos.
K: Tu temporada pasada fue muy buena, con dos podios en las Skyrunner World Series, en Pirin Extreme y Madeira Skyrace, que a la postre te dieron el tercer puesto en la general. Imagino que se afrontan los días de descanso que has tenido de otra manera. ¿Cómo has vivido tu pasada temporada?
R: El balance en general es bastante positivo, aunque al final los deportistas, por naturaleza, somos un poco inconformistas y nunca estamos contentos del todo. Siempre encontramos pegas o espinas que se quedan. Por esto también es positivo pararte y valorar las cosas. Cuando estás ahí, siempre quieres más y no es tan fácil.
K: Creo que tu resultado ha sido excepcional, sobre todo por tu rendimiento en Copa del Mundo ISF. No te salió la MiM de Penyagolosa o la OCC de UTMB, pero en general es para estar muy contento.
R: Sí, es así. Penyagolosa y OCC son dos espinas de las que te he hablado que espero sacarme el año que viene.
K: ¿Qué se siente con tu primer podio en Copa del Mundo? Fue en la Pirin Extreme, ¿no?
R: La verdad es que mucha felicidad y satisfacción. Era mi primer resultado importante a nivel internacional. Antes estuve en Livigno. Entrar séptimo con el gran plantel de corredores que había ya fue algo grande. Después, hacer esos dos podios fue brutal.
K: ¿De qué te acuerdas al entrar en meta en Pirin Extreme?
R: Es muy emocionante. Te acuerdas de todo lo que implica llegar hasta ahí, que no es cosa de dos días o del propio entrenamiento de una temporada, sino de todas las experiencias acumuladas. Era algo que quizás hace un año o dos no imaginaba para nada. Verte ahí es una satisfacción muy grande.
K: Hablemos de puntos de inflexión en tu carrera deportiva…
R: He tenido dos momentos a lo largo de mi vida que han supuesto puntos de inflexión. Uno fue en 2018. Corría en categoría promesa, pero hice un podio absoluto en Copa de España, en La Sagra Skyrace, entrando por delante de gente de bastante nivel. Pensé que quizás ya estaba preparado para competir mejor. Después fui a la Marató dels Dements, donde hice segundo detrás de Manuel Merillas y bajando el anterior récord de Miguel Heras. Ese año fue sin duda un punto de inflexión. El segundo ha sido este año en Copa del Mundo. En la primera prueba, en Livigno, hice séptimo, luego quinto en Austria y después los dos podios que me has mencionado. Creo que fue un punto a partir del que empezar a creer en mí y plantearme objetivos interesantes a los que ir a competir con mayor solvencia. Todo esto influye de cara a la elección del calendario de esta temporada. Te hace ir con otra mentalidad y elegir las carreras donde competir sin miedo y con más confianza.
K: ¿Cómo te planteas este año 2022?
R: Si cuadran bien en el calendario y no pasa nada, me gustaría volver a la OCC y a la MiM de Penyagolosa para intentar sacar esas espinas de las que te he hablado. Del resto, estoy esperando a conocer todos los circuitos para elegir bien. El de las Golden Trail World Series es el que tiene más nivel y prestigio. Es una opción que me motiva bastante, pero también a nivel de logística no es tan fácil. Hay un par de carreras en América, otra en Noruega… Es difícil cuadrarlo, pero es una opción bastante viable. También pienso en carreras sueltas de nivel y repercusión. Tengo aún que definir en base a todo esto. La premisa es que haya buen nivel y sean carreras importantes y bien organizadas.
K: ¿Tienes dorsal para Zegama para empezar las Golden Trail World Series?
R: No lo sé. Hoy por hoy no lo tengo, pero si pudiese conseguirlo sería una buena opción para plantearme el circuito.
K: ¿Te ves pudiendo competir con Stian Angermund-Vik, Remi Bonnet y este tipo de corredores?
R: [Risas]. A estos que nombras los veo a un nivel más alto aún. Creo que tengo que seguir progresando poco a poco dejando eso para el futuro. Con mi entrenador, Arcadi Margarit, y mi equipo de trabajo, pensamos sobre todo en el largo plazo y en ir creciendo como corredor. Ellos son los máximos exponentes del trail hoy en día y tienen un nivel muy alto. Quizás en una carrera puntual, podría tratar de acercarme, pero es muy difícil competir a su nivel y con su regularidad.
K: Tienes 23 o 24 años, ¿no? Estás en edad para eso. Se va imponiendo la lógica en el trail y ahora debería de ser más normal que la gente de tu edad domine. ¿Piensas que todavía te quedan años para llegar a tu máximo nivel? ¿Qué te queda por mejorar?
R: A nivel subjetivo de percepción, siento que me queda muchísimo por mejorar. Tengo bastante margen a nivel fisiológico. Soy un corredor que ha ido creciendo poco a poco. Te pongo el caso de Jan Margarit. Nacimos el mismo día y él con una edad más temprana ya hizo carreras muy buenas saltando al escenario y estabilizándose ahí. Yo he ido más despacio. La dinámica de progresión ha sido diferente. Creo que tengo que seguir en esta línea para subir escalones poco a poco, sin querer saltarlos de dos en dos.
K: ¿Cómo se dan esos pequeños saltos? ¿Adaptando entrenamiento, haciendo más volumen, compitiendo más? ¿Cómo se hace? Porque imagino que tus condiciones fisiológicas, en cuanto a VO2 Máx. y otros parámetros, son ya las que vas a tener para siempre.
R: Por una parte, creo que la experiencia en competición es muy importante. Cada carrera que haces es como un máster en el que vas aprendiendo y sumando bagaje para gestionar mejor las siguientes competiciones. Por otro, sí que quizás a nivel cardiovascular o más fisiológico clásico no hay tanto margen de mejora, pero a nivel periférico y muscular, sí.
Hablo de capacidad de entrenamiento, de aumentar volumen y asimilarlo. Veo que aún hay mucho por explotar. Miras los volúmenes de entrenamiento en los que se mueve la gente y te das cuenta de que se puede seguir incrementando, pero es necesario que el cuerpo lo asimile. También la fuerza, por supuesto. En el entrenamiento hay muchos estímulos que se pueden incorporar. También concentraciones en altura que en trail no son habituales pero que en ciclismo son innegociables. Este es un deporte joven que no está muy explotado a nivel de entrenamiento. Hay mucho por hacer, definitivamente. Hoy por hoy no lo aplico todo porque hay que ir progresivamente y de acorde al nivel que tienes, sin saturarse. Es como ir gastando balas poco a poco incorporando cosas.
K: ¿Ricardo Cherta cuando tenga 26 o 27 años rendirá mejor que ahora?
R: Esa es la idea, o al menos la mentalidad que tengo con mi entrenador. 27 o 28 años es la edad perfecta para alcanzar el máximo rendimiento. Ahora podría entrenar durante una temporada 25 horas semanales y hacerlo perfecto, pero quizás en la siguiente estaría física y mentalmente quemado, sin ganas de correr. Como te digo, apuesto por la progresión natural cuidando el cuerpo y la cabeza.
K: Estoy muy de acuerdo contigo. Me has hablado un par de veces de tu entrenador. Sé que también entrenas a gente. Me parece haber leído en algún sitio, hace un tiempo, que has tenido etapas en tu vida en las que contabas con entrenador y otras en las que no. ¿Por qué de estos cambios? Creo que una de tus mayores mejoras, de estos puntos de inflexión de los que hemos hablado, llegó cuando no tenías entrenador, si no me equivoco. ¿En qué momentos es bueno y cuándo no?
R: Es difícil de razonar. Cuando empecé, era júnior y competía a nivel autonómico y de copas de España. Ahí tenía entrenador. El cambio, cuando empecé a entrenarme yo mismo, se produjo al pasar a promesa. Fue importante porque podía gestionar mejor mi día a día y adaptar así el entrenamiento a mis estudios, rutinas y sobre todo a las ganas de hacer montaña. Antes, en Barcelona, hacía mucho llano, series en pista… Terminé un poco quemado y no llegaba a disfrutar de ese tipo de entrenamientos. Me ejercitaba un poco por obligación. Dejar eso, supuso hacer mucha más montaña y disfrutar de nuevo de entrenar por entrenar. Esto me permitió poder acumular más volumen y más específico que creo que es muy importante. Eso fue una mejora grande en el rendimiento para carreras más largas y montañeras como La Sagra o Dements. Estuve así durante tres o cuatro años, en los que además estudiaba esto y me gustaba probar cosas, experimentando con mi cuerpo. Llegó un momento en el que vi que, si quería hacer las cosas bien y entrenar de forma más profesional, tenía que volver a tener entrenamientos pautados y con una opinión objetiva externa. Al final, puedes tener tus conocimientos, pero las personas vivimos con sesgos de los que es imposible huir. Si estás muy motivado, entrenarás como un animal; y si existe algún problema personal, quizás no tengas las ganas de salir, entrando en una inestabilidad incompatible con el alto nivel. Eso es lo que he conseguido esta temporada con Arcadi Margarit.
K: ¿Consensuáis entrenamientos? Te lo pregunto porque tú también tienes estudios en esto.
R: Tengo plena confianza, al 200%, pero es como tú dices. Comentamos y reflexionamos entre los dos el momento de la temporada y la manera de enfocarla. Nos gusta compartir nuestros puntos de vista. Estamos 30 minutos viendo el entrenamiento y 90 hablando de fisiología y de “frikadas” de entrenadores. Es un aprendizaje mutuo, pienso, y enriquecedor.
K: ¿Entrenas y compites con pulsómetro?
R: Sí, también con potenciómetro.
K: ¿Qué pulsaciones máximas tienes?
R: Alrededor de 182 o 183.
K: En una carrera como la MiM, en la que quizás tengas que ir frenándote al principio, ¿te marcas límites que no superar en cuanto a pulsaciones?
R: Sí, carreras objetivo, como la OCC, las pautamos tanto por frecuencia cardíaca como por potencia y percepción de esfuerzo. Si una falla, tenemos recursos para poder gestionar bien el ritmo. Marcamos unos márgenes. La potencia en trail es un poco complicada y hay que tener cuidado, pero al final es tener unas referencias para no pasarse y gestionar mejor el ritmo de la carrera, que en trail es muy importante, y que la gente parece no tener claro saliendo por encima de sus posibilidades.
K: En la MiM, ¿qué rango te marcaste?
R: No me acuerdo, pero quizás la pasada MiM era la que menos pautada tenía porque fui un poco de rebote. No sabía si la correría.
K: Pero si la fueses a correr en unos meses…
R: Te podría decir un número, pero no sería lo más científico o coherente, porque depende de las pulsaciones máximas y también del primer y del segundo umbral. Hay que tener en cuenta los tres parámetros, sacar tus zonas de entrenamiento y a partir de ahí obtener un margen mucho más exacto. Es una carrera que se corre entre umbrales y habría que calcularlos bien. Una persona puede tener el primer umbral ventilatorio al 75% del VO2 Máx. y otra al 80 o al 65. Todo varía de un atleta a otro.
K: Si te has marcado unos umbrales y ves que la cabeza de carrera sale muy rápida, ¿cómo lo gestionas? ¿Te ves tentado a saltarte el ritmo pautado? Pienso que muchas veces es bueno ir delante. ¿Cómo lo ves? ¿Eres muy disciplinado?
R: Suelo serlo con lo que hemos pautado, aunque a veces cuesta mucho. Antes de la competición, tengo claro que debo hacer mi carrera y seguir mis pautas, pero sales, y con toda la motivación es difícil mantener la cabeza fría para ser fiel a esos márgenes
Pero creo que en trail es muy clave hacer una buena gestión de ritmo. Se ve claramente en todas las carreras a gente que sale muy rápido y que se arrastra en la parte final, perdiendo muchísimo tiempo. Tienes que pensar en hacer tu mejor tiempo posible en una carrera y eso no depende de que los demás salgan más rápido. Cuesta porque solemos mirar en el corto plazo, queriendo ir delante, pero es mucho más inteligente ir pendiente de esos parámetros. Lo importante es llegar en las primeras posiciones a la meta, no a la mitad de la carrera.
K: Cambio de tema totalmente. ¿Tienes miedos? Hoy en día cada vez se rompen más barreras a la hora de hablar de problemas mentales. ¿Te preocupa sentir ansiedad por las expectativas que hay puestas en ti o perder la motivación? Háblame de esto, Ricardo.
R: El principal miedo es perder la razón principal por la que siempre he corrido y por la que corro que es disfrutar y porque me gusta. Tengo miedo a dejar de hacerlo y correr más por lo que se espere de mí. Al final, inconscientemente, sin que dependa de uno mismo, se crean ciertas expectativas que te pueden condicionar muy negativamente. Miedo a no saber gestionar esto o a perder la esencia que me ha hecho correr tanto tiempo.
K: ¿Has pasado por este tipo de momentos en los que has podido perder esta esencia?
R: Te doy un ejemplo. En Pirin Extreme terminé segundo y contento por el resultado, pero no estaba feliz y satisfecho conmigo mismo. Fui demasiado autoexigente porque creo que no hice la mejor carrera que podía realizar. Eso me torturaba por dentro. No disfruté tanto de ese resultado como se merecía. No me fui satisfecho y después, con el tiempo, pensé que había hecho un segundo puesto en Copa del Mundo que hace medio año ni siquiera soñaba. Esto me dolió porque es algo que no controlas. Me supo mal no haber saboreado mejor ese podio, porque lo miras en retrospectiva y es muy difícil. En cambio, en la OCC, donde tuve que retirarme por unos problemas, sólo por el hecho de haber estado luchando para entrar entre los 10 primeros estaba muy contento. Retirado pero feliz, frente a podio pero vacío. La gente me felicitaba y yo sin sentirme bien. Es un contraste muy difícil de explicar.
K: Por lo que veo, tomas medidas por tu reflexión.
R: Al final, creo que hay que analizar y sobre todo no ser cruel con uno mismo, y tener más cabeza fría para ver las cosas tal y como son. No sabría explicarlo, pero sí, reflexionar y valorar las cosas es muy importante. Siempre se puede ser mejor y correr más rápido, pero se puede entrar en un bucle de querer alcanzar un ideal de rendimiento que por propia definición es imposible de lograr. El inconformismo es bueno, pero también hay que disfrutar y valorar.
K: ¿Sufres presión por tener una marca como Dynafit detrás? Es una de las grandes y estar en un equipo como este es algo muy potente.
R: Nunca he sentido esa presión por parte de la marca. Desde que entré se me ha transmitido confianza tanto con el rendimiento en competición como a la hora de plantear un calendario. Desde el principio me dijeron que querían que creciese como corredor porque los resultados ya llegarían, y que por tanto debía escoger las carreras con este fin. No ha habido exigencias ni presiones. Es tranquilizador saber que hay esa confianza. Entienden la realidad del deportista. Somos personas y puede haber momentos mejores o peores. Me siento muy bien y el material se adapta perfectamente a mi tipología de corredor más técnico. Es material que viene de la montaña más pura al trail. Se juntan todos los factores para sentirme bien. El material, la gente, el ambiente…
K: Terminemos con algo positivo tras hablar de los miedos [Risas]. ¿Cómo sería para ti la temporada perfecta? Si quieres mira a dos o tres años
R: Difícil. La respuesta fácil sería decirte que seguir disfrutando como hasta ahora, pero sí que te diré que a nivel de resultados o de rendimiento me gustaría seguir progresando y que esto se tradujera en buenos resultados en carreras importantes, ya sea UTMB, Zegama o campeonatos del mundo para los que me gustaría clasificarme. En esa línea van mis deseos. Quiero hacer, y creo que puedo, una buena OCC, con un buen tiempo. El tiempo puedo controlarlo; el puesto no tanto.
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