SKYRACE PIC DE L’ORRI. Según Virginia Pérez Mesonero

SKYRACE PIC DE L’ORRI. Según Virginia Pérez Mesonero

 

Hace unos días, leíamos una entrada en el blog personal de Virginia Pérez Mesonero llamada “Skyrace Pic de l’Orri: el comienzo”. La corredora de BOA cuenta que la carrera del valle de Siarb y el Parque Natural de l’Alt Pirineu ha supuesto para ella un nuevo comienzo. Virginia arrastraba desde el verano de 2021 unas molestias físicas que le impedían correr sin dolor. Sin ir más lejos, en la pasada Transgrancanaria forzaron su abandono. Tras la prueba insular, aconsejada por Núria Gil, se puso en manos de un osteópata y desde el primer día comenzó a notar mejorías. El pasado 6 de mayo se impuso en la Skyrace Pic de l’Orri. Hablamos con ella para que nos cuente cómo se encuentra y sus impresiones sobre esta carrera en cuya organización está el corredor Abel Carretero. 

 

 

 

Por Kissthemountain

 

Kissthemountain: Hola, Virginia. ¿Qué tal? ¿Has entrenado ya hoy?

Virginia: Hoy, poquito. Ayer hice casi cinco horas y estoy con agujetas. 

K: ¿Estás ya recuperada de esas molestias que tienes desde hace ya tiempo? Me dijeron que habías estado viendo a un osteópata y que te encontrabas bastante mejor. 

V: Sí, después de Transgrancanaria hablé con la corredora Núria Gil quien me recomendó que fuera a un osteópata. Nada más llegar a Guadalajara, al día siguiente, fui a un especialista en Alcalá de Henares. Me estuvo tratando en varias sesiones durante un par de semanas, y desde el primer día empecé a notar mejoría. Llevaba dos años aproximadamente con esas molestias, desde verano de 2021, cuando empecé a sentir un dolor muy intenso. Primero fue por la zona del piramidal y del glúteo. Me la descargaron y, aunque en un principio fue bien, el dolor se trasladó al nervio ciático a su paso por el isquiotibial. Me puse EPI, me pincharon y de todo, de salir llorando del dolor, pero nada. No se me quitaba, no daban con ello. He estado afectada desde entonces hasta ahora, que por fin puedo entrenar sin molestias. Antes me dolía simplemente cuando me agachaba para ajustarme las zapatillas. Esta semana he hecho 130 kilómetros con 5.000 metros de desnivel positivo, incluso con ritmos rápidos, que antes me eran imposibles. Ir a cuatro minutos el kilómetro me suponía un dolor tremendo. 

K: Te hacía falta ya recuperarte porque imagino que es muy frustrante tratar de entrenar y hacerlo con molestias y dolor y, para colmo, sin saber por lo que es.

V: A principios de año, en enero, pensaba incluso en operarme. Estuve hablando con mucha gente. Me hice resonancias porque me sentía perdida, pero sólo me veían la zona inflamada, sin encontrar los motivos. 

K: En la Skyrace Pic de l’Orri, en la carrera en la que está Abel Carretero en la organización, te fue muy bien, ¿no?

V: Sí, estuve sin molestias hasta el final del todo, cuando ya llevaba seis horas [Virginia se hizo con la victoria en la carrera de 50K con un tiempo ligeramente inferior a las seis horas y media], pero ahí es que te duele todo el cuerpo. Me encontré perfectamente, como hace ya más de dos años, antes de que empezara todo esto.

K: Te vi entrando en meta en algún vídeo e ibas muy contenta.

V: Me salió todo genial. Pude disfrutar después de dos años. Da igual el resultado. Simplemente llegar a meta con la sensación de haber disfrutado y pasarlo bien, sólo preocupándome de correr y no de que venga el dolor, es lo más importante. Antes corría pensando en el momento en el que aparecería el dolor, y eso es muy duro. Era estar en constante espera del mismo, sin poder alargar la zancada. 

K: ¡Qué bien, Virginia! Ya tendrás para siempre muy buenos recuerdos de esta carrera.

V: Sí, claro. El otro día lo comentaba en una entrada en mi blog: la Skyrace Pic de l’Orri ha marcado un nuevo comienzo. Puedo decir que, a partir de esta carrera, vuelvo a ser yo otra vez. Además, el sitio es espectacular. Había pasado con el coche, pero no lo conocía. El día de antes estuve viendo el recorrido. Subí al Pic de l’Orri y es espectacular lo que tienen allí. Sendas por todos los sitios a los que miraba, pistas forestales, prados alpinos, bosques… Me gustó mucho la zona. Bromeaba con Abel y le decía que buscaría casa para irme a vivir por allí. Me encantó.

 

 

 

K: Déjame que te lea algo que escribíamos en un artículo en febrero extraído de la descripción del recorrido de la carrera de 50K que tienen en su web: “…desde Sort, junto a la Noguera Pallaresa, ya a 700 metros de altitud, encararemos la gran subida de 1.800 metros de desnivel positivo en tan solo 10 kilómetros, íntegramente por sendero, entre majestuosos bosques de pino silvestre y pino negro que nos llevarán hasta los prados alpinos del pic de l’Orri, techo de la carrera y del municipio de Soriguera, a 2.440 metros de altitud. Su ubicación privilegiada nos ofrecerá una gran vista panorámica: desde la Sierra del Cadí y las grandes montañas del Pirineo Oriental, pasando por los Montsecs, los picos de Aigüestortes, hasta la Pica d’Estats. Desde aquí bajaremos a la estación de esquí de Port Ainé, en el hotel más alto de los Pirineos, a 2.000 metros de altitud”. ¿Qué tal el valle de Siarb y el Parque Natural de l’Alt Pirineu? Esa subida es tremenda, ¿no?

V: Es brutal, pero ya sabes que me gusta mucho subir y, encontrándome bien, la pude disfrutar de veras. La carrera empezaba en bajada por sendas muy bonitas. Al llegar a Sort, es cuando comienzan esos 1.800 metros de desnivel positivo en 10 kilómetros. Al principio se puede correr, pero llega un momento en el que te tienes que poner a andar. Al llegar arriba, al Pic de l’Orri, notas mucho la altitud. Las vistas desde allí son impresionantes. Si hacías un giro de 360 grados, veías muchísimas montañas, prácticamente todas las del Pirineo. En la bajada, había un montón de nieve. Metí la pierna hasta casi la ingle y me caí. Todo muy épico [Risas].

 

“Llevaba dos años aproximadamente con esas molestias, desde verano de 2021, cuando empecé a sentir un dolor muy intenso. Primero fue por la zona del piramidal y del glúteo. Me la descargaron y, aunque en un principio fue bien, el dolor se trasladó al nervio ciático a su paso por el isquiotibial. He estado afectada desde entonces hasta ahora, que por fin puedo entrenar sin molestias. Esta semana he hecho 130 kilómetros con 5.000 metros de desnivel positivo”. 

 

K: Imagino que será terreno muy alpino con momentos en los que se pierde toda la vegetación, ¿no?

V: Sí, aproximadamente a partir de los 2.000 metros de altitud, desaparece la vegetación y sólo hay prado alpino. Es precioso. Las bajadas por sendas eran más técnicas, por las piedras y la nieve que te encontrabas, aunque se podía correr muy bien. Es una carrera que tiene de todo. Hay pistas que dejan correr, senderos más técnicos, atraviesas zonas de bosques, cruzas ríos… Y lo más divertido es que a falta de dos kilómetros para meta, te queda una subida con 400 metros de desnivel positivo que se hacen muy duros. Además, había mucha gente por todo el recorrido, entre ella los voluntarios que ayudaban en todo momento. Es una carrera muy agradable.

K: ¿Y por Vilamur? ¿Se ha portado bien Abel con vosotros? ¿Os ha llevado a comer?

V: [Risas]. Estaba muy estresado el pobre. Se nota cuando es un corredor el que prepara una carrera porque sabe lo que necesitamos otros corredores.

 

 

 

K: Eso me dijo Abel, que mucha gente le comentaba que se veía que la carrera la había preparado un corredor.

V: Sí, muchas veces vas a carreras y, aunque la organización intenta hacerlo lo mejor que puede, con todo el cariño, no saben qué es exactamente lo que necesitamos. 

 

“El otro día lo comentaba en una entrada en mi blog: la Skyrace Pic de l’Orri ha marcado un nuevo comienzo. Puedo decir que, a partir de esta carrera, vuelvo a ser yo otra vez. Además, el sitio es espectacular. Había pasado con el coche, pero no lo conocía. El día de antes estuve viendo el recorrido. Subí al Pic de l’Orri y es espectacular lo que tienen allí. Sendas por todos los sitios a los que miraba, pistas forestales, prados alpinos, bosques… Me gustó mucho la zona. Bromeaba con Abel y le decía que buscaría casa para irme a vivir por allí”. 

 

K: Tú que has corrido por muchos lugares de Europa, que has participado en varias pruebas de las Skyrunner World Series, ¿crees que es una carrera especialmente bonita y que podría estar en grandes circuitos?

V: Sí, porque tiene de todo, como te he dicho. Zonas de correr, otras más técnicas, grandes subidas y bajadas… Está muy bien diseñada. 

 

 

 

K: ¿Pasaste momentos duros mentalmente? En 50 kilómetros siempre hay altibajos.

V: El peor momento fue cuando empezó a pegar más calor, más o menos en el kilómetro 35, cuando bajé un poco de altitud y se empezaron a notar las cinco horas que ya llevaba acumuladas. Y esa última subida se hace muy larga. Además, acabo de empezar a hacer buenos entrenamientos. Me faltaba algo de volumen, pero, al ser el recorrido tan bonito y variado, todo se hizo mucho más llevadero. Además, por suerte, la mayor parte de los últimos 10 kilómetros son por bosque y la sombra protege.

K: Cuando pasan los años, siempre nos acordamos de algunos fragmentos de las carreras que hacemos. En tu caso, ¿qué crees que recordarás? Paisajes, sensaciones…

V: Aparte de que por fin he podido correr sin molestias tras tanto tiempo, me acordaré siempre del Pic de l’Orri y de sus vistas. Creo que son unas de las mejores de las que he podido disfrutar. Lo tenemos aquí al lado y, sin embargo, es muy desconocido para muchos. En invierno tiene que ser espectacular.

 

“Al llegar a Sort, es cuando empiezan esos 1.800 metros de desnivel positivo en 10 kilómetros. Al principio se puede correr, pero llega un momento en el que te tienes que poner a andar. Al llegar arriba, al Pic de l’Orri, notas mucho la altitud. Las vistas desde allí son impresionantes. Si hacías un giro de 360 grados, veías muchísimas montañas, prácticamente todas las del Pirineo”. 

 

K: Corriste con las Altra Mont Blanc BOA, ¿no?

V: Sí, para carreras de ultra distancia me gustan mucho. Tienen una amortiguación muy buena y el pie va muy cómodo. Además, puedo ir ajustando de manera muy fácil conforme van pasando los kilómetros para llevar el pie más o menos suelto. En las bajadas, me gusta apretarme un poco.

K: Es una carrera que recomiendas totalmente, ¿no?

V: Sí. Además de lo bonito del recorrido y de lo bien que tratan a todo el mundo, es una fecha en la que no hace ni mucho frío ni excesivo calor. 

K: ¿Qué vas a correr ahora?

V: El Trail Verbier St Bernard by UTMB, en Suiza, para coger puntos para la CCC del año que viene. Además, me parece una carrera de paisajes impresionantes. Son 75 kilómetros con 5.300 metros positivos. 

K: ¿Este año no vas a UTMB?

V: Tengo puntos para la OCC, pero ya llevo dos años corriendo esta carrera y este no me apetece mucho. Voy a hacer la ETC, la de 15 kilómetros, pero no la prepararé específicamente porque quiero llegar bien a los 100K de Ultra Pirineu. 

K: Que sigas sin molestias, Virginia. Un beso fuerte.

 

 

 

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