THE DAWN WALL. La increíble fortaleza mental de Kevin Jorgeson

THE DAWN WALL. La increíble fortaleza mental de Kevin Jorgeson

THE DAWN WALL. La increíble fortaleza mental de Kevin Jorgeson

 

El 14 de enero de 2015 es una fecha histórica dentro del mundo de la escalada en libre. Tommy Caldwell y Kevin Jorgeson, tras 19 días colgados de la pared, llegaban juntos a la cima de El Capitan, superando la que es probablemente la vía de big wall más dura del mundo: The Dawn Wall, una pared vertical de algo más de 900 metros desde la base hasta la cima, para la que emplearon 32 largos, algunos de ellos con dificultades de hasta 5.14d —9a en escala francesa—. La repercusión mediática que tuvo esta actividad no se había visto hasta entonces en el mundo de lo vertical. Si bien cuando Caldwell y Jorgeson comenzaban la actividad, los periodistas situados en la base de El Capitan no superaban en número los dedos de una mano, el día que completaron este proyecto había al menos 16 cámaras de televisión. Medios como The New York Times, National Geographic, la CNN o la BBC hicieron un seguimiento prácticamente en directo conforme las posibilidades de éxito iban aumentando, mostrando al mundo un tremendo ejercicio de perseverancia, compañerismo y superación personal.

 

 

ANTECEDENTES

Antes de comenzar esta actividad, Tommy Caldwell ya era considerado uno, si no el más, de los mejores escaladores de big wall del mundo. Kevin Jorgeson, sin embargo, era prácticamente un novato en esta disciplina. Su fama venía del mundo del boulder. Probablemente sea por este motivo, y por las singularidades de Tommy, por lo que Caldwell se ha llevado la mayor parte del protagonismo de esta actividad. Si hoy preguntásemos a aficionados, no fanáticos, por los nombres de los escaladores que hicieron realidad este proyecto, prácticamente el 100% nombraría a Caldwell, mientras que muchos de ellos no recordarían el nombre de Jorgeson. En este artículo queremos poner en valor a este último, y, en un ejercicio de razonamientos y suposiciones, tratar de meternos en su mente, sobre todo, en ese difícil pitch 15 para el que tuvo que emplear siete u ocho días mientras que Tommy Caldwell, en un principio, seguía avanzando. Muchos dudaban de que Jorgeson conseguiría superarlo. Probablemente, sólo él y los que mejor le conocían sabían de las enormes posibilidades que su fortaleza mental le conferían.

 

 

 

 

Pero antes de llegar a los días en los que Kevin Jorgeson se atascaba en este dificilísimo largo, me gustaría poner a los lectores en situación. El proyecto The Dawn Wall fue concebido en la mente de Tommy Caldwell. Tras superar barreras psicológicas y físicas tan importantes como el trauma por un secuestro en el año 2000, mientras realizaba una expedición en el Khan Tengri, en la frontera entre Kirguistán y Kazajistán, o la pérdida de parte de su dedo índice en un accidente con una motosierra en 2001, Caldwell sufría otro gran revés al romper con su pareja de toda la vida, Beth Rodden. Ella era no sólo su compañera sentimental, sino también de escalada. Tommy, en plena preparación del proyecto The Dawn Wall, se vio de repente solo. Si bien su padre le ayudó en algunas fases del mismo, un mail de Kevin Jorgeson ofreciéndose a acompañarle en este enorme desafío cambió todo. Sin embargo, como ya hemos mencionado, el escalador californiano tenía muy poca experiencia en la disciplina del big wall. Tommy supo ver en esto fortalezas cuando el sentido común podría hablarle de debilidades. Adonde quiero llegar con esto es que Caldwell era ya una leyenda, alguien admirado por todo el mundo, mientras que Jorgeson era un novato en estas lides de las grandes paredes. El caso es que, en 2008, Jorgeson se unió al proyecto y, junto a Caldwell, estudió minuciosamente durante unos siete años las posibles debilidades de la pared, testando la viabilidad de muchos de sus largos. 

 

PITCH 15 – THE TRAVERSE. LA FORTALEZA MENTAL DE KEVIN JORGESON

 

 

 

Y ahora sí que nos vamos a ese pitch 15, conocido como “The Traverse”, una sección en la que los escaladores deben progresar con un movimiento horizontal con agarres mínimos. Lo primero que hay que decir es que durante la preparación de este proyecto ni Caldwell ni Jorgeson habían tenido la oportunidad de probarlo. Tras muchas complicaciones, Tommy consiguió superarlo. Era el turno de Kevin. Probaba una y otra vez, pero no conseguía hacerse con él. Sus dedos lastimados le obligaban a pasar días enteros sin intentarlo. Tommy le esperaba. Y aquí, es donde me gustaría hacer la primera apreciación sobre las consecuencias psicológicas de este fracaso inicial para Jorgeson. No debe de ser nada fácil ver que todos tus intentos terminan en caída mientras que tu compañero tiene que esperarte. El proyecto, inicialmente, era de Caldwell. Jorgeson era consciente de lo que suponía para el escalador de Colorado. Llevaba más tiempo preparándolo y probablemente fue una de sus vías de escape ante los contratiempos emocionales que le asaltaron, derivados sobre todo de esa ruptura sentimental antes comentada. Si para Jorgeson, The Dawn Wall era un grandísimo proyecto, para Caldwell, era una obsesión, y ve cómo quizás su imposibilidad de superar este largo puede lastrar el éxito de Tommy. Allí arriba, con unas condiciones meteorológicas en ocasiones muy duras, el paso de los días castiga mucho. No se descansa y no se alimenta uno de la mejor manera posible. Salvando las distancias con el tiempo pasado en la zona de la muerte de un ochomil, el desgaste es tremendo. ¿Sois capaces de imaginar el gran lastre psicológico que pudo suponer esta circunstancia para Jorgeson? Tu amigo, tu compañero, la persona que imaginó este proyecto de tal envergadura y al que ha dedicado muchos años de su vida, espera sin hacer nada, colgado a mitad de pared durante días y días y tú no eres capaz de superar un largo… Sin duda, el control mental que hay que tener para seguir insistiendo es algo que ni siquiera somos capaces de imaginar. Estoy seguro de que fueron momentos durísimos para Kevin. Cualquiera habría tirado la toalla. Pero ¿con qué consecuencias futuras? Él también había empleado mucho tiempo de su vida para luchar por un sueño. No quiero pensar lo que habría supuesto para Kevin esta renuncia.

 

 

UN GIRO INESPERADO. EL VALOR  DE LA CONFIANZA DE LOS DEMÁS

De hecho, solamente el de California sabe que pasó por su mente cuando decidió abandonar temporalmente su propio intento, para seguir acompañando a Tommy Caldwell en su camino hasta la cima. Jorgenson aseguró a Caldwell en los siguientes largos. 16, 17, 18, 19, 20… Ve cómo su compañero avanza con una fluidez extraordinaria, y él no es capaz de superar el 15. El ser humano es orgulloso por naturaleza. Puede alegrarse de los éxitos de los demás, y así lo hizo Kevin Jorgeson, como se muestra en la película documental que recoge esta actividad, pero seguro que algo de resentimiento hacia sí mismo le atacaba. Entonces, todo da un giro inesperado. Tommy Caldwell decide no seguir sin su compañero. Para él, no tiene sentido continuar en solitario un proyecto en el que ha estado acompañado por Jorgeson durante tanto tiempo. Entonces, decide volver y esperarle, recordándole constantemente que va a tener paciencia porque está seguro de que lo va a realizar. Se suceden ahora varios días en los que Kevin compagina el cuidado de las heridas de sus dedos con intentos frustrados. Y entonces, cuando ya nadie confiaba en que lo lograría, quizás sólo Tommy Caldwell, Jorgeson pone la cadena del pitch 15. Tratad de imaginar no sólo la alegría de la cordada, sino la fuerza en la creencia de que el proyecto iba a terminar con éxito que seguro les asaltó. ¿Cómo y por qué Jorgeson pudo liberarse de esa presión mental de ver que podía estar frustrando el sueño de su amigo? Esto nadie lo sabe. Probablemente ni siquiera el propio Kevin. Pero, yo, aquí sentado frente al ordenador, tengo una teoría. La confianza mostrada por Caldwell en la capacidad de Jorgeson, unida a una actitud tranquila, paciente, que reforzaba esta confianza, obró el milagro en la psicología de Kevin. “Voy a esperarte porque sé que eres capaz de superar este largo. Me da igual el tiempo que pase. No te preocupes. Aquí estamos solos tu y yo. Olvídate de todos los medios de comunicación que ahí allí abajo”.

 

 

Increíble, ¿verdad? Seguramente Tommy Caldwell habría llegado hasta arriba solo. No creo que Kevin Jorgeson lo hubiera conseguido sin el poder de la confianza que le dio Tommy. Pero, en cualquier caso, y analizando únicamente la superación de las barreras mentales, quizás el mayor héroe de esta increíble hazaña fue Kevin Jorgeson. O, no. Vosotros tendréis vuestra opinión.

 

 

 

 

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