14 Sep UTMB® MONT-BLANC. ESCENARIOS. El teatro de los sueños.
Texto por Kissthemountain
Un escenario, el que circunvala el macizo del Mont Blanc, en un silencio que parece sollozar, como decía Federico García Lorca. No solloces, silencio, que no lo sientan, que no lo sientan.
Unas montañas, las que forman parte de esta icónica cordillera, que pronto serán tomadas por corredores en busca de un sueño, de aquellos que se producen mientras estamos despiertos. Porque de lo contrario, como decía Federico García Lorca, pueden venir las iguanas a mordernos.
Una gran vuelta, la que espera a cientos de corredores que confían en que aquello que un día imaginaron no sea, como decía Federico García Lorca, asesinado por el cielo.
Las fotografías que encontrarás en este artículo pertenecen a José Álvarez -Black Coffee Studio-. Algunas de ellas fueron tomadas antes de que comenzara ese show que llaman el más importante en el mundo del trail running; otras, cuando los corredores ya habían apartado los nervios previos a la competición y se enfrentaban a aquello para cuya preparación habían empleado tanto tiempo e ilusión.
Estas imágenes están hechas para ser contempladas con calma en busca de los miles de detalles que esconden. En mi caso, lo hice mientras escuchaba esa obra maestra que es el álbum Omega de Enrique Morente y Lagartija Nick con letras adaptadas del poemario de Federico García Lorca. Las barreras entre distintas disciplinas artísticas se rompen. Música, poesía y fotografía. Tres artes por las que es posible avanzar sin ser conscientes de que estamos atravesando fronteras, como ocurre en el caso de la carrera en la que todos, algún día, queremos estar.
OMEGA
No solloces, silencio, que no nos sientan, que no nos sientan
Tengo un guante de mercurio y otro de seda, y otro de seda
Se cayeron las estatuas
Al abrirse la gran puerta
Yo me cortaré la mano, me cortaré la mano derecha
Tengo un guante de mercurio, de mercurio y otro de seda
Se cayeron las estatuas
Al abrirse la gran puerta
Aqueos los golpes
Aqueos por Dios
Que se le arrancan de fatiga
Las alas a mi corazón
¡Las hierbas!
¡Las Hierbas!
¡Las Hierbas!
Tú vienes vendiendo flores
Tú vienes vendiendo flores
Las tuyas son amarillas
Las mías de “tos” colores
CIUDAD SIN SUEÑO
No duerme nadie por el cielo
Nadie, nadie, no duerme nadie.
Las criaturas de la luna
Huelen y rondan las cabañas.
Vendrán las iguanas vivas
A morder a los hombres que no sueñan.
Y el que huye con el corazón roto
Encontrará por las esquinas
Al increíble cocodrilo quieto
Bajo la tierna
Protesta de los astros.
No duerme nadie por el mundo,
Nadie, nadie, no duerme nadie.
No es sueño la vida.
¡Alerta! ¡Alerta!
Subimos al filo de la nieve
Con el coro de las dalias muertas.
Pero no hay olvido,
Ni sueño, carne viva.
Los besos atan las bocas
En una maraña de venas recientes
Y al que le duele su dolor
Le dolerá sin descanso
Y el que teme la muerte
La llevará sobre los hombros.
VUELTA DE PASEO
Entre las formas que van hacia la sierpe
Y las formas que buscan el cristal
Dejaré crecer mis cabellos
Tropezando con mi rostro
Distinto de cada día
Asesinado por el cielo
Asesinado por el cielo
Asesinado por el cielo
Entre las formas que van hacia la sierpe
Y las formas que buscan el cristal
Dejaré crecer mis cabellos
Con el árbol de muñones que no canta
Y el niño con el blanco rostro de huevo
Con los animalitos de cabeza rota
Y el agua harapiеnta de los pies secos
Con todo lo quе tiene cansancio sordomudo
Y mariposa ahogada en el tintero
Tropezando con mi rostro distinto de cada día
Asesinado por el cielo
Asesinado por el cielo
Asesinado por el cielo
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