“La primera ascensión es la máxima expresión de la escalada para mí. Una especie de aventura en la que acaricias los agarres que no han sido nunca antes tocados por nadie. Un sentimiento de curiosidad acerca de cómo irá todo te invade y te saca de tu zona de confort rutinaria”.
La zona de Flatanger, Noruega, estaba en la mente de Ondra desde años atrás. Soñaba con ella desde que vio por primera vez las fotos de una gigantesca cueva – “mar infinito de puro granito”- a la que podría mirar durante horas intentando encontrar la línea soñada.
“Siempre estuve tentado de hacer la primera ascensión, pero tenía que estudiar y no contaba con demasiado tiempo para el esfuerzo que requiere un proyecto como este”.
El 4 de octubre de 2012, con tan solo 19 años, después de 3 meses de enorme esfuerzo y dura batalla mental, Adam Ondra encadenó el primer 9b+ de la historia, una impresionante línea en la cueva de Hanshelleren a la que denominó Change.
“El éxito en una vía tan difícil consiste en diferentes factores: una suerte tremenda, buenas condiciones, fortaleza mental, una adecuada forma física, y paciencia. Cuando pasas demasiado tiempo en la ruta, el disfrute da paso a un proceso desesperado estresante. Es muy duro hacer frente a eso. A pesar de eso, has de mantener viva la esperanza y la motivación para seguir intentándolo una y otra vez hasta el día en el que todos esos factores se dan la mano”.