Han cambiado algunos aspectos desde que, en el año 1991, se organizase la primera carrera de skyrunning, pero la esencia sigue siendo la misma: correr hacia el cielo para tocarlo con las manos. A Marino Giacometti y Fabio Meraldi, habría que sumar los nombres de Bruno Brunod, Danelle Balengee, Matt Carpenter, Ricardo Mejía, Ettore Champretavy, y algún otro que mi memoria no llega a recordar, como los pioneros de esa disciplina que nació con un concepto tan básico como salir desde un pueblo de montaña, hacer la cumbre más representativa y volver a toda velocidad al punto de partida. A estos nombres les siguieron otros muchos que en algún momento de su carrera deportiva se han proclamado campeones del mundo de Skyrunning: Kilian Jornet, Laura Orgué, Luis Alberto Hernando, Maite Maiora, Stian Angermund-Vik, Caroline Chaverot, Marco de Gasperi, Jonathan Albon, Ragna Debats y muchos otros que se han convertido en referentes para todos los que amamos este deporte.
El próximo mes de julio, del 8 al 11, continuará la historia que se vio interrumpida el pasado año por la situación que todos conocemos, y seguro que algún otro nombre, como los mencionados hace un momento, pasará también a la historia de este deporte.
Barruera, mágico pueblo de la Vall de Boí, será el epicentro del skyrunning mundial en el marco del BUFF® Mountain Festival. Los mejores corredores de cada disciplina se encontrarán en un evento con distintas carreras que van de la explosión de juventud y potencia del Kilómetro Vertical, a la gestión del ritmo y la alimentación de los corredores de Ultra, pasando por la modalidad Sky, la clásica, donde se forjaron las grandes leyendas. Competiciones por encima de los 2.000 metros de altitud, pendientes de más del 30% y algunas trepadas que no superen el II grado, en el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, el reino de los lagos.