“Te hablaba aquel día de cómo los cuatro puntos de Rebuffat, pasaban a uno. Pero es que ahora tenemos seis puntos posibles de apoyo: las dos manos, los dos pies y las dos rodillas. Hay una evolución o revolución con las rodilleras. Al final puedes tener un único punto de apoyo, y que éste sea una rodilla. Es una locura revolucionaria”.
Nos ha costado trabajo encontrar el momento para charlar con Citro. ¿El motivo? Siempre que le llamábamos estaba escalando. Imagino que esa pasión es necesaria para volver a hacer su grado máximo, 8c+, con 50 años. Precisamente, por su gran trayectoria en el mundo de lo vertical, aprovechamos esta conversación para hablar de su punto de vista sobre la evolución de la escalada en general, sin olvidarnos de la suya propia. En ningún momento lo afirma con rotundidad, pero tenemos la intuición de que quizás 2021 será el año en el que Citro entre en el selecto club del noveno grado. Es lo que tiene ser un escalador que cada año escribe su nombre en la historia de esta disciplina.