“No creo que nadie haya escalado en solitario con tanta consistencia sobre hielo”.
Considerado como uno de los mejores escaladores de hielo de la historia, su capacidad para escalar con facilidad y soltura hielo de todos los grados era legendaria. Con numerosas primeras ascensiones y repeticiones pioneras en las Rocosas canadienses, Quebec, Estados Unidos, Noruega, Alaska o China, muchas de ellas en solo, nadie ha escalado tanto hielo como Guy Lacelle. También era un escalador de competición de gran talento, habiendo ganado el Festival de Hielo de Ouray en 2000 y 2001 o el Festiglace en 2004. Sus logros, superando los límites de lo que se consideraba posible en la escalada en hielo, le valieron el reconocimiento internacional, incluido el Bill March Summit of Excellence Award en 1999. Pero más que su habilidad para la escalada en hielo, lo que todo el mundo apreciaba era su enorme personalidad. La pasión de Guy era escalar, su trabajo plantar árboles. Era venerado en ambos mundos, pero nunca vio la escalada como algo heroico. Para él, los héroes eran las personas que cuidaban de los necesitados: la tierra, los animales y las personas. Su espíritu, puro y libre, puede ser evocado por cualquiera, y eso es lo que Guy hubiera querido. Desgraciadamente, una avalancha acabó con su vida el 10 de diciembre de 2009 en el transcurso del Bozeman Ice Fest, en Hyalite Canyon, Montana.
“Como escalador, valoras la pureza en su forma. Como escaladores, intentamos hacer las cosas lo más puras posibles. Ese es el estándar más alto. Y Guy no era solo eso en su escalada. El era así con toda su vida”.
Esta película en su honor es un viaje de descubrimiento y exploración, tanto del propio hombre como de la cruda belleza de sus escaladas invernales más inspiradoras, contadas desde la perspectiva de algunos de los mejores escaladores de hielo del mundo en la actualidad, como Will Gadd, Quentin Roberts, Ines Papert, Maciek Ciesielski o Paul Mcsorley.
