El 23 de julio de 1951, Walter Bonatti y Luciano Ghigo escalaron la cara este del pináculo del Grand Capucin, un colosal laberinto granítico de finas grietas, mágicos diedros e intimidantes techos horizontales enclavado en el macizo del Mont Blanc. Una de las rutas de varios largos más emblemáticas del mundo, soñada por los mejores alpinistas de todos los tiempos. Cuatro días en la pared, tres vivacs con pocos pitones, guiado por su instinto y equipado de manera rudimentaria, el mito transalpino hizo un milagro y liberó un recorrido vertical fascinante de 400 m.
Escalar hoy la ruta Bonatti-Ghigo significa experimentar la genialidad de Walter Bonatti. Un hombre que logró la extraordinaria búsqueda de sus sueños, un escalador que siguió regresando a la cuna del alpinismo como un hijo que regresa con su padre, hasta llegar a convertirse en el primer y único ciudadano del Mont-Blanc en 2010.
Los triunfos de Walter Bonatti, la magia del macizo del Mont Blanc, la grandeza de la cara este del Grand Capucin, este vídeo es un viaje a través de la historia y el tiempo que, partiendo del Museo Nacional de la Montaña de Turín, nos lleva hasta la cumbre del Grand Capucin con Federica Mingolla descubriendo lo que significa la expresión “estado de gracia” en el alpinismo.
“Para convertirte en alpinista, debes usar tu cabeza y tu corazón, no tus músculos”.