Primera mujer en escalar un 8b con su ascensión a Sortillèges. Campeona del mundo. Ídolo de los 80. Isabelle Patissier desafió permanentemente a las leyes del equilibrio desde que sus padres la introdujeron en el mundo de la escalada cuando contaba tan solo cinco años.
Nacida el 1 de marzo de 1967 en Sainte-Foy-lès-Lyon, su talento, entrega y pasión por la roca le hacen pronto un hueco entre los grandes. En 1986, tras ganar una competición escalando descalza en Vaulx-en-Velin, los focos dirigen su atención hacia la joven que decide dejar sus estudios y dedicarse a tiempo completo a la escalada. En 1988 se anota el primer 8b femenino y el primero de sus cuatro campeonatos de Francia, mientras que en 1990 logra su primer campeonato del mundo, título que repetiría al año siguiente.
En 1993, cansada de las exigencias del deporte al más alto nivel, abandona la competición dejando tras de sí un legado de elegantes ascensiones marcadas por un estilo estético y una sensación de ligereza y facilidad, sin esfuerzo aparente.
“Mi vida de deportista de élite me exigía un compromiso total y no tenía tiempo para nada más. La vida se me iba de las manos y olvidaba lo importante. Me di cuenta de que había llegado el momento de abrirme a otra cosa”.