8.848 – 1/14 – Everest – 19.05.1980
8.611 – 2/14 – K2 – 08.07.1986
8.586 – 3/14 – Kanchenjunga – 11.01.1986
8.516 – 4/14 – Lhotse – 04.10.1979
8.463 – 5/14 – Makalu – 15.10.1981
8.201 – 6/14 – Cho Oyu – 15.02.1985
8.167- 7/14 – Dhaulagiri – 21.01.1985
8.163 -8/14 – Manaslu – 10.11.1986
8.125 – 9/14 – Nanga Parbat – 13.07.1985
8.091 – 10/14 – Annapurna – 03.02.1987
8.068 – 11/14 – Gasherbrum I – 23.07.1983
8.047 – 12/14 – Broad Peak – 30.07.1982
8.035 – 13/14- Gasherbrum II – 01.07.1983
8.027 – 14/14 – Shisha Pangma – 18.09.1987
Al alcanzar la cumbre del Shisha Pangma el 18 de septiembre de 1987, el polaco Jerzy Kukuczka se convirtió en el segundo hombre en escalar los catorce picos de más de 8.000 metros de la Tierra, escasos meses después de que lo hiciera Reinhold Messner. Un reto que el enorme alpinista polaco completó en sólo ocho años, frente a los dieciséis del italiano.
“No eres el número dos, eres grande”. El telegrama estaba firmado por el propio Reinhold Messner. Kukuczka, que comenzó mucho más tarde el reto de coronar los 14 ochomiles, había intentado alcanzarle, pero el tirolés llevaba demasiada ventaja y había cerrado el círculo el otoño anterior en el Lhotse: la montaña donde precisamente había empezado Kukuczka en 1979.
Cuando el polaco tuvo su primer éxito en el Himalaya -había realizado previamente un intento en el Nanga Parbat en 1977-, Messner ya era una estrella. Había escalado el Manaslu, dos veces el Nanga Parbat -en solitario en 1978-, inventó el estilo alpino en el Gasherbrum I con Peter Habeler en 1975 y, de nuevo con Habeler, realizó la histórica primera ascensión al Everest sin oxígeno en 1978. Y eso es sólo el principio… cuando Kukuczka bajó del Lhotse, Messner ya estaba en la cima del K2, su quinto 8.000m.
En febrero de 1980, Krzysztof Wielicki y Leszek Cichy protagonizan la primera ascensión polaca invernal al Everest. Kukuczka, que prefirió quedarse con su mujer tras el nacimiento de su hijo, se perdió el evento, pero lo compensó en primavera realizando la primera ascensión al Pilar Sur con Andrzej Czok. Ambos hombres utilizaron oxígeno en un muro de roca de unos 200 metros, siendo la única vez en la que Kukuczka lo usó en el Himalaya. Al año siguiente, aceptó la invitación de Voytek Kurtyka para abrir una nueva ruta en el Makalu con el alpinista británico Alex MacIntyre. Jurek, que finalmente alcanzó la cumbre en solitario, empezó entonces a plantearse seriamente otras cumbres de 8.000 metros.
Tras la muerte de MacIntyre en el Annapurna en 1982, Kurtyka pidió a Kukuczka que le acompañara al Karakórum. En esta cordillera la cordada de ensueño da muestras de su inagotable talento: nuevas rutas en estilo alpino en el Gasherbrum I, Gasherbrum II, Broad Peak… juntos parecían invencibles, pero Kukuczka, seducido cada vez más por la idea de llegar a ser la primera persona en coronar los 14 ochomiles, decide centrar sus esfuerzos en este desafío, que Kurtyka consideraba inútil.
En su intento de alcanzar a Messner, Kukuczka, que también competía con Erhard Loretan, Marcel Ruedi y Michel Dacher, se embarcó en la escalada invernal y en enero de 1985 completó con éxito el primer ascenso invernal al Dhaulagiri con Andrzej Czok. Ese año, también escaló el Cho Oyu en primavera abriendo vía por el Pilar Suroeste con Zyga Heinrich, y luego el Nanga Parbat en verano con Zyga Heinrich, de nuevo, Slawomir Lobodzinski y Carlos Carsolio, con lo que alcanzó los nueve ochomiles.
Al año siguiente, escaló por primera vez el Kangchenjunga en invierno con Krzysztof Wielicki, el K2 en julio con Tadeusz Piotrowski y el Manaslu en otoño con Artur Hajzer: era la primera vez en la historia que se hacía cima de un ochomil en el mes de noviembre. Pero al bajar, llegó la noticia: Messner acababa de escalar el Lhotse, su decimocuarto pico de 8.000 metros. Era el final del camino para el primer puesto, pero aún quedaban otros dos escalones en el imaginario podio. Mientras tanto, Loretan y Dacher tenían una serie de contratiempos y Marcel Ruedi no había bajado del Makalu… el camino estaba despejado para Kukuczka, al que sólo le faltaban dos cumbres para terminar.
En febrero del año siguiente, estuvo en la cumbre del Annapurna donde realizó la primera ascensión invernal con Artur Hajzer nuevamente. Junto a él, esperó hasta el otoño para hacer cumbre en el Shisha Pangma y cerrar así su reto. Dos años después, desgraciadamente, en el Lhotse, fue la rotura de una cuerda fija lo que le lanzó al vacío… donde todo empezó.