La primera ascensión de Beyond Good and Evil, la salvaje y famosa vía mixta de Les Pelerins, en Chamonix, Francia, fue realizada en noviembre de 1992 por Mark Twight y Andy Parkin. El dúo había intentado la línea en 1989 sin resultado. Dos años de tentativas siguieron a este primer conato esperando a que se diesen ciertas condiciones mínimas adecuadas para escalar la vía. El hielo que se encontraron los dos escaladores en la pared en 1992 era tan fino que no pudieron colocar ni un solo tornillo durante la ascensión. Sorprendidos por las condiciones y la dificultad de algunos largos de la vía, en el croquis dibujaron una calavera con dos huesos cruzados en un último largo aterrador y peligroso.
El nombre de la vía se inspiró en la cita de Nietzsche que decía: “En la casa del dolor, estábamos encadenados buscando nuestra verdad, más allá del bien y del mal”. Orientada al norte y catalogada como extremadamente difícil, esta ascensión sedujo a los franceses François Damilano y François Marsigny, que fueron los primeros repetidores de la vía en 1995. Años después, le tocó a la generación emergente, representada por Marion Poitevin y Sébastien Ratel, afrontar el reto. Tres dúos, tres experiencias, tres encuentros en un film espectacular.