Después de que la pandemia frustrara los planes de viajar a Nepal en otoño de 2020, Fine y Welfringer sólo tenían dos semanas para dar con una nueva idea. Pakistán era el único país que les permitía la entrada, y tras un minucioso estudio de los datos cartográficos optaron por la desconocida cara sur del Sani Pakkush, un pico de 6.952 m en el Karakórum occidental que sólo se había escalado una vez; en 1991, por una expedición alemana a través de la arista noroeste.
Se trataba de una expedición totalmente exploratoria: la cara sur es grande y compleja, elevándose desde la cabecera del valle de Toltar, la parte superior del glaciar a la que casi con toda seguridad no habían llegado antes ningún alpinista. Las probabilidades estaban en su contra, ya que octubre suele ser demasiado tarde para escalar grandes montañas en Pakistán.
Tras más de dos semanas de aclimatación, con tiempo despejado pero frío, escalaron un difícil espolón de nieve/hielo/mixto en el extremo izquierdo de la cara, con dos malos vivacs, antes de detenerse temprano el tercer día en un emplazamiento factible en la cresta de la arista suroeste. Al día siguiente, siete horas de duro trabajo a través de nieve inconsistente les llevaron a la cumbre. El cuarto día regresaron a su campamento base situado a 4.100 m, descendiendo y rapelando por la ruta de ascenso.
El vínculo inquebrantable de la cordada contribuyó en gran medida al éxito de la expedición. No habría sido posible sin su determinación y su capacidad para recuperarse. Supieron adaptarse a las circunstancias y utilizar todas las herramientas a su alcance, tanto en la preparación de la expedición como una vez in situ. A pesar de su arsenal tecnológico, las leyes de la naturaleza obligaron al equipo a ser humilde y pusieron a prueba a los dos escaladores.
La ascensión del “Revers Gagnant” por Pierrick Fine y Symon Welfringer fue distinguida con el Piolet d’Or 2021.