Camille Extreme. 15º aniversario. Historia viva.

29 May Camille Extreme. 15º aniversario. Historia viva.

Texto: Kissthemountain

EL OSO CAMILLE

No logro comprender cómo mi corazón se mantiene calmado mientras un oso se acerca a paso tranquilo hacia el lugar donde me encuentro tirado en el suelo después de sufrir una fuerte caída. No siento ningún temor. Él, tampoco. Dudo si gritar para pedir ayuda con la esperanza de que huya asustado. Decido no hacerlo. Algo me dice que todo va a salir bien. Miró fijamente a sus ojos que tampoco se apartan de los míos. Cuando está a escasos diez metros de mí, parece dudar y se detiene.

Me sorprendo llamándolo. “Ven. ¿Cómo estás? No tengas miedo. No voy a hacerte nada”. Lo sé. Mi comportamiento es absurdo. Le bastaría un solo zarpazo para separar la cabeza de mi cuerpo. Yo sería el que tendría que estar muerto de miedo y sin embargo es su mirada la que transmite cierto temor. Mira hacia atrás y parece iniciar cierto retroceso. Tendría que sentir alivio pero algo en mi interior no quiere que esta escena única termine aún. Repentinamente y sin encontrar un porqué, el animal comienza a rugir violentamente.

 

 

Todo sucede en apenas tres segundos en los que estoy seguro del final de mi vida. El oso arranca violentamente y pasa a mi lado pisando mis bastones. Desde el suelo compruebo como otro oso de mayor tamaño huye. Me ha salvado la vida. Extiendo un brazo y lo acaricio. Se deja tocar. Todavía no me mira. Parece querer asegurarse de que el peligro ha pasado. Entonces mete delicadamente su cabeza bajo mi cuerpo pidiendo que me levante. Lo hago.

Recojo mis bastones y comienzo a andar para continuar mi marcha. Viene conmigo. Acelero el ritmo y corro. Él lo hace junto a mí, acompañándome y jugando, durante tres kilómetros. El ruido de uno de los avituallamientos nos hace detenernos. Paso mi mano por su lomo y cabeza. Es la despedida. Gracias, Camille.

 

 

 

 

HISTORIA VIVA

El año que nacieron Transvulcania o Ultra Pirineu, Camille Extreme celebraba ya su quinto aniversario. El Gran Trail de Peñalara lo hizo un año después. Aquel 2010, el podio masculino de la sexta edición de la carrera de Isaba lo formaron Tòfol Castanyer, Luis Alberto Hernando y David López Castán. En 2012, el año que nacía Gorbeia Suzien, Aitziber Ibarbia era la primera en llegar a la meta de Camille Extreme por delante de Laura Sola y de Maite Maiora, mientras que entre los hombres, Hassan Ait Chaou se imponía a Aritz Egea y a Fernando Etxegarai.

He querido comenzar con el párrafo anterior para remarcar la gran tradición que tiene la Camille Extreme. Este año celebra su decimoquinta edición. Se dice pronto, pero detrás de este aniversario redondo hay mucha historia del trail running de nuestras fronteras. Además de los corredores y corredoras ya mencionados, otros grandes nombres de este deporte han logrado hacerse con uno de los podios más codiciados del panorama nacional. Me olvido de muchos, lo sé, pero me gustaría citar a algunos de ellos para poner de manifiesto la gran transcendencia de esa prueba que tiene la salida y la meta ubicada en el frontón de Isaba y que toma prestado su nombre del último oso autóctono del Pirineo Navarro: María Zorroza, Manuel Merillas, Oihana Kortazar, Sheila Avilés, Iban Letamendi, Laia Andreu, Montse Vázquez, Zaid Ait Malek, Walter Becerra, Jokin Lizeaga, Lola Peñarocha, Mari Cruz Aragón, Nerea Amilibia, Oihana Azkorbebeitia o los ganadores de la pasada edición, Beñat Katarain y Amaia Amantegi. Casi nada. E insisto, me dejo grandísimos nombres que han sido y son parte de la historia de ese deporte capaz de llevar a su límite, en subidas que parecen no tener fin como la del Ezkaurre, los corazones de tantos y tantas apasionados de la montaña.

 

 

ESCENARIO

El próximo 23 de junio es la fecha elegida para que corredores y corredoras venidos de todos los rincones del país disfruten de ese recorrido de algo más de 31 kilómetros en el que se salvan unos 2.000 metros de desnivel positivo y que tiene su punto culminante en la subida al monte Ezkaurre (2.047 metros) y su posterior y técnica bajada, en una carrera de montaña que transita por un entorno realmente salvaje, y donde el asfalto brilla por su ausencia. Un vistazo al vídeo con su recorrido desde el cielo es más que suficiente para explicar con imágenes esto de lo que hablamos.

Camille Extreme permite conocer el bellísimo valle del Roncal en una carrera en la que apenas hay un momento para el descanso y en la que los corredores saben que si quieren empaparse de prestigio, tendrán que luchar con todas sus fuerzas para entrar en el cuadro de honor que mostramos unas páginas por delante.

 

 

 

MEMORIAL OTXOA DE OLZA

Ya comentó en su día el admirado Iñaki Otxoa de Olza que esta prueba se convertiría en un referente en el que mirarse para muchísimas pruebas que han nacido con posterioridad. Pensar en Iñaki realizando la subida al Ezkaurre es algo que nos pone los pelos de punta. Algo así debió de pensar la organización cuando decidió cronometrar el tramo de subida a su cumbre para crear un memorial que lleva el nombre del alpinista navarro.

CANNELLE TRAIL

El pico Armaia es el protagonista de la hermana pequeña de Camille Extreme, Cannelle Trail. De nuevo toma prestado su nombre de un animal bellísimo: la osa Cannelle. La corta distancia de esta prueba, apenas 13 kilómetros, puede hacer pensar que se trata de una carrera fácil y cómoda, pero no es así. Se salvan prácticamente 1.000 metros en un recorrido que no tiene tramos en llano. Salida desde Isaba, a 800 metros de altitud, ascenso al pico Armaia de 1.700 y frenética bajada de vuelta a la localidad de partida. Parece sencilla, pero si la subestimas se puede hacer realmente larga. 

Si eres de los que amas ese deporte tan básico como es tratar de avanzar lo más rápidamente posible por la montaña, con un dorsal en el pecho y unas zapatillas que permiten moverte por terrenos técnicos, deberías ser parte alguna vez de la prestigiosa Camille Extreme. Nos vemos en Isaba.

 

 

 

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