Denis Urubko & María José Cardell. Una charla sincera en altitud.

Denis Urubko & María José Cardell. Una charla sincera en altitud.

 

 

En un pequeño apartamento de la localidad granadina de Monachil, charlamos con Pipi Cardell y Denis Urubko. Tras un repaso a lo vivido en esta temporada invernal en el K2, la conversación deriva hacia los límites mentales y las dudas cuando se está a punto de un ataque final a una gran montaña, las diferencias o ausencia de ellas entre el hombre y la mujer en determinados momentos a gran altitud, los próximos pasos en la carrera, para nada terminada, de Denis, la importancia de los patrocinadores y los grandes proyectos sociales que Pipi y Denis acometen en este 2021. Dos grandes personas que nos regalan una gran conversación a la que deseamos darle continuidad en breve.

 

Texto:  Kissthemountain

 

Kissthemountain: Me resultaría extraño no comenzar esta charla hablando de todo lo que ha ocurrido este invierno en el K2. Por un lado, ha habido momentos de satisfacción con la cima alcanzada por el equipo de sherpas, pero por otro, la tragedia ha sido la gran protagonista. La desaparición de Ali Sapdara, John Snorri y Juan Pablo Mohr, y la muerte de Atanas Skatov y de Sergi Mingote han sido golpes durísimos. ¿Cómo habéis vivido estas intensas semanas? Me gustaría que comenzases tú, Pipi [María José Cardell], pues sé que te unía algo especial con Sergi. Quizás quieras dedicarle unas palabras de despedida.

María José Cardell: Mi amistad con Sergi Mingote ha sido corta, pero especial por las circunstancias en las que nos conocimos. Nos encontramos en un momento complicado para mí, en el campo base del Gasherbrum II tras la lesión que me hizo abandonar mis opciones de cima. No podía moverme, no sabía bien lo que me pasaba. Fueron momentos muy difíciles y entonces apareció Sergi. Para mí, fue un apoyo grandísimo simplemente por su forma de ser, sin hacer nada fuera de lo común. Sergi era una persona muy especial y positiva. Cuando apareció, fue como ver la luz. Él era así. Me regaló un libro sobre una historia entrañable, para que me mantuviera positiva y distraída. Después, esa relación continuó. Vino aquí a Granada. Siempre hablábamos de planes de futuro, también con Denis [Urubko]. Yo no me quiero despedir de Sergi porque además últimamente sueño mucho con él. Ha venido a verme y a hablar conmigo. En el último sueño, tuvimos una gran charla y le dije que de esa manera sentía como si no hubiera muerto. Para mí ha sido una gran fortuna haber podido conocer a una persona como Sergi. Y a la vez, o por ello, una pérdida brutal. Me ha afectado más de lo que pensaba, hasta tal punto de que últimamente lo estoy pasando mal cuando escalo. La psicóloga me ha dicho que estoy pasando por un estado de estrés post traumático. Estoy escalando y me veo en la situación de Sergi. No me fío de la cuerda ni de la reunión. Ni siquiera del asegurador, ¡que es Denis! Tengo un gran bloqueo. Sé que pasará, pero ahora es así. Debo superarlo aún.

Denis Urubko: Conocí a Sergi Mingote en esa expedición al Gasherbrum II de la que te habla María. Era muy rápido y se le veía realmente preparado. Descendimos juntos. Él participó conmigo en una operación de rescate en esa montaña [Denis se refiere a la del alpinista lituano Saulius Damulevicius]. Me pareció una persona muy receptiva con la gente que necesita ayuda. También estuve con él en Andorra antes de su partida para el K2 este invierno. Tenía muy buenas sensaciones de éxito sobre sus proyectos sin oxígeno. Respeto muchísimo su decisión de hacer un alpinismo más atlético o deportivo. Él era uno de los motivos por los que tenía interés sobre la actividad invernal de esta temporada en el K2. Había mucha gente, con oxígeno, y esto no es relevante para mí. Mi atención estaba puesta sobre él y algún alpinista más. Durante su tragedia, yo estaba en Italia. Por supuesto que fue un gran shock para mí, no tanto como para María, pues tras tantos años he perdido muchos amigos y buenas personas en la montaña. Es como si mi piel fuera ya más dura. Sergi era un gran ejemplo del alpinismo más deportivo español que respeto plenamente. Le echo de menos porque era realmente positivo, muy concentrado en sus éxitos deportivos.  Y es necesario que eso exista en la comunidad.

Lo vivido este año en el K2 me ha recordado a la película Titanic, con todo el mundo tratando de unirse al barco antes de zarpar, con oxígeno como doping, con muchos sherpas y presupuestos altísimos. De alguna manera, estaba preparado para los accidentes ocurridos y la tragedia que han supuesto. Era algo lógico por el parecido que te he contado a lo ocurrido en el Titanic. Estoy contento del éxito del equipo nepalí, porque trabajaron de forma muy dura y positiva. Era un gran grupo profesional para alcanzar el objetivo, la cima. Se hizo en muy buen estilo, a pesar del oxígeno. No estoy en contra de esto. Respeto su decisión. Cumplieron su objetivo de hacer cima y terminar una exploración geográfica. Al fin, después de tantos años, el milagro ocurrió y fueron los nepalíes quienes tuvieron buenas condiciones meteorológicas. Aplaudo su éxito. Es algo positivo desde un punto de vista deportivo. También quiero destacar a Tamara Lunger quien, desde mi humilde opinión, es una muy buena atleta. Junto a Juan Pablo, lo intentaba también sin oxígeno, lo que despertaba mi interés. Cuando Tamara decidió bajar y no atacar la cima, me sentí feliz porque hizo una buena elección en no tomar semejantes riesgos con esas condiciones. Respecto a la desaparición de Ali, John y Juan Pablo en el intento a cumbre… Eran muy buenos alpinistas.

 

 

Y Ali, sobre todo, un símbolo del alpinismo pakistaní que conocía muy bien el K2 y la actividad sin oxígeno en las grandes montañas. Ha sido un enorme golpe para la mentalidad global de la comunidad y en particular para la pakistaní. Han perdido su símbolo y eso es muy negativo. Ahora será más complicado para ellos y para las próximas generaciones. Necesitamos pensar todos cómo recuperar esa figura para su gente. Debemos hacer algo. Era muy experimentado. Ali conocía muy bien el K2 y los ascensos sin oxígeno. Para mí algo muy importante es la forma en la que se ha afrontado su desaparición. Después de la muerte es como si se acabaran los problemas para él y quedaran para los que permanecen en el planeta.

K: Para esta cuestión no necesito que os centréis en el K2, sino que abordéis la respuesta de una manera más general. Me gustaría que me comentaseis cuál es el proceso en la toma de decisiones en cuanto al ataque final en un campo alto avanzado. En un mismo grupo, hay quienes toman la decisión de seguir hacia arriba, mientras que otros deciden abandonar. ¿Podéis reflexionar sobre lo que supone “cruzar la línea” desde un punto de vista más mental? Imagino que el cansancio, la falta de oxígeno, las dudas y los miedos juegan un papel importante.

MJ: Yo no tengo tanta experiencia como Denis, pero basándome en lo que he visto, creo que es algo muy personal y en donde influye mucho el carácter de cada uno. La decisión depende de si eres más ambicioso, de si sabes medir mejor o peor tus posibilidades analizando tu capacidad real para continuar, de la situación, de si estás solo o acompañado, de quién sea tu compañero… Te pongo un ejemplo. La caída de Sergi fue determinante para que Alex Gavan decidiera marcharse. Para él, un aviso fue suficiente. No necesitaba más. Sin embargo, Tamara o Juan Pablo continuaron. ¿Por qué? Quizás ellos dos comprendían de igual forma el compromiso de dicha ascensión y el accidente reforzó su decisión del porqué debían permanecer allí e intentarlo para que nada de lo que vivieron junto a Sergi hubiera sido en vano. Es una decisión muy personal.

 

 

Ya a una altitud considerable, Tamara se da la vuelta mientras que Juan Pablo continúa hacia cumbre. Tenía menos aclimatación. La capacidad de Tamara para reconocer que podía crearse un problema para ella y para los demás habla muy bien de su persona. Fue una decisión valiente porque quizás otros habrían decidido ir para arriba sin pensar en las consecuencias. Juan Pablo, en cambio, se sentiría muy fuerte. Creo que es un cúmulo de situaciones en las que el carácter juega un gran papel. Personalmente, cuando me he visto en este tipo de situaciones, lo que he hecho ha sido valorar prioridades. ¿Qué puedo ganar y qué puedo perder? ¿Qué estoy dispuesta a poner en riesgo y a qué precio? Estoy en estas condiciones, pero… Tomar decisiones correctas es parte del buen alpinista.

K: Me gusta tu respuesta, Pipi. La abordas desde un punto de vista más exterior, como si tuvieras las reglas para tomar la decisión, las anotases en un papel y analizases.

D: Un equilibrio.

K: ¿Y tú, Denis? Cuando estás a 7.000 metros, con unas condiciones meteorológicas complicadas, cansado, con frío… Entonces, decides que vas hacia arriba mientras que en otras ocasiones, quizás minutos después, en las mismas condiciones, decides bajar. Imagino que será un proceso de duda con momentos que te empujan hacia arriba que chocan con otros que te inclinan hacia el descenso. ¿Cómo es el proceso, Denis?

D: Antes tengo que hablarte de un axioma. En el caso de que estés muy bien entrenado y tengas experiencia desde hace tiempo, te conviertes muy fuerte en el plano físico, y también libre mentalmente. No existen las dudas. Estás muy fuerte psicológicamente porque sabes que puedes hacerlo. Es un cálculo fácil. No hay dudas sobre subir o bajar. Los límites los pone la montaña, no el componente mental. Cuando estuve con María en el intento al Ushba, durante la tarde y parte de la noche no cesaban de caer piedras en nuestra trayectoria, algunas chocaban de forma violenta sobre el saliente de roca que nos protegía. María estaba psicológicamente aterrada , sin poder dormir. Y no dormir, se materializa en problemas al día siguiente. Me despertó en mitad de la noche para decirme que en esas condiciones tenía claro que lo mejor era bajar, que no se sentía con confianza. Le dije: “ok, María, mañana cuando despertemos, nos bajamos. No importa”. Ella me creyó inmediatamente. Yo estaba mintiendo porque pensaba que continuaríamos. Ella se durmió y pudo descansar. Al despertar, su situación mental era mejor y estuvo de acuerdo en continuar.

MJ: Pero no fue sólo algo psicológico, Denis. Durante la noche, yo sentía miedo porque no paraban de caer piedras, pero ya de madrugada la temperatura bajó y dejaron de caer, por lo que decidí continuar. Fue increíble, Juanmi, ¡qué pánico! Incluso Denis pensaba así. Cuando hablamos, comencé a relajarme porque también pararon de caer las piedras. A Denis este tipo de cosas no le afectan. Al día siguiente, decidimos seguir no porque se me hubiera pasado el miedo, sino porque ya no caían piedras, o eso pensábamos…

D: Continuamos e hicimos una gran subida hacia la cima. También está la cuestión de la altitud, pues es como dices: la carencia de oxígeno y el cansancio juegan un gran papel en muchas personas. No me gusta analizar las decisiones de los demás sobre continuar o renunciar. Te hablo de mi caso. Si estoy bien preparado físicamente, siento que no tengo límites que me paren. Ataco siempre hasta el final. En el Lhotse, por ejemplo, en 2010, no tenía problemas psicológicos porque sabía que estaba preparado para subir incluso en solitario.

 

 

 

También en la expedición invernal al K2 en 2018 hice el último asalto desde el campo III porque me sentía fuerte y capaz de operar. Mi cuerpo y mi mente estaban perfectamente preparados. Continué hacia arriba a pesar del mal tiempo y del viento. Estuve muy cerca de llegar a la cima, pero una grieta me paró. Intenté buscar otro camino, pero fue la montaña la que me bloqueó, no el mal tiempo, ni el viento. Era capaz de operar a pesar de todo. Si la montaña no me bloquea, yo sigo subiendo.

MJ: Eso es lo que diferencia a un fuera de serie… Sólo le para la montaña.

D: En el Broad Peak en invierno, mi compañero estaba realmente enfermo y débil. Hice dos intentos en solitario. En uno, de nuevo fui parado por una grieta a 7.600 o 7.700 metros. No podía cruzarla. En el segundo, también en solo, fui al campo III, y de ahí hacia cumbre. Física y mentalmente estaba muy fuerte. En esta ocasión, lo que me bloqueó no fue una grieta, sino las condiciones de la pendiente en las que el viento me movía tanto que no era capaz de fijarme bien. Había pasado esa pendiente sin problemas antes, pero de nuevo las condiciones me pararon porque mis posibilidades de éxito eran prácticamente cero. Entonces decidí darme la vuelta. Pero no fueron las dudas. En vista de lo ocurrido en esta temporada, es importante para mí enviar un mensaje a la gente: es necesario prepararse muy bien física y técnicamente para realizar lo que la montaña te permita. Si es así, los límites no los marcan la mente y sus dudas, sino la montaña.

K: Es brutal, Denis. Ahora me gustaría preguntarte a ti, Pipi. Denis no tiene dudas. Cuando se siente fuerte, el único límite para él lo pone la montaña, no las dudas ni la mente. ¿Denis es una excepción? ¿El resto de los mortales tienen dudas?

P:  El buen alpinista sabe dónde están sus límites. Lo que nos diferencia son nuestras limitaciones personales. A Denis lo que le para son las condiciones de la montaña. Soy consciente de que yo tengo limitaciones físicas y mentales, lógicamente, porque soy un ser humano. Es que Denis… [Risas]. No me puedo poner en la piel de nadie, pero supongo que el resto de grandísimos alpinistas son los que saben valorar sus límites…

D: Déjame darte otro ejemplo, Juanmi. Es de la expedición al Kanchenjunga de 2014 con Alex Txikon, Adam Bielecki, Dmitri Sinev… Hicimos el intento a la cima en unas condiciones de muchísimo riesgo por la pendiente. Yo era el líder en aquella expedición. Me sentía responsable por los posibles errores de mi equipo. Cuando subíamos, las condiciones eran buenas, pero analicé la situación y me di cuenta de que sería demasiado arriesgado. Mientras que el resto del equipo apostó por continuar, yo decidí bajar con el miembro más débil del equipo [Artem Braun]. Finalmente, todos se dieron la vuelta y afortunadamente sobrevivieron. A la mañana siguiente, me desperté y me sentí mal de no haber intentado mi sueño, aunque fuera por mi compañero. En ese momento, ya no tenía responsabilidades porque todos habían sobrevivido. Hice un intento solo sin dudas porque estaba muy bien preparado y en pocas horas alcancé la cima. Fue una lucha muy dura y bonita, y sin dudas porque estaba preparado para hacerlo. Es lo que te he dicho antes. Pero antes, la responsabilidad me bloqueó porque no podía pensar sólo en mí.

K: ¿Prefieres ir solo, Denis?

D: No, no lo prefiero. En el K2 o en el Broad Peak, en caso de que hubiera ido con un compañero, habríamos pasado fácilmente esas grietas que me pararon. Pero, en solitario no se podía. Es la lógica de la relación con los compañeros en la montaña. Muchas veces me han parado después de haber estado mucho tiempo preparando algo, pero nunca en mi vida he estado dispuesto a parar el éxito de mis compañeros por mi debilidad.

K: No sé si veréis interesante este punto. Pienso que la toma de decisiones es diferente en el hombre y en la mujer cuando la situación es muy comprometida y un compañero decide darse la vuelta. Creo que en el hombre prima más el objetivo por encima de otras cosas, mientras que en la mujer, la empatía por el compañero hace que sea más viable que ella se dé la vuelta para acompañarlo en su retirada. Te pongo el caso de Tamara Lunger. En la invernal al Nanga Parbat de 2016, ella se da la vuelta a pocos metros de la cumbre, mientras que Simone Moro, Alex Txikon y Ali Sapdara siguen hacia la cima. Imagino que sus condiciones no eran las idóneas para quedarse sola como prueba el accidente que sufrió en su descenso al campo IV. Sin embargo, meses más tarde, es Simone Moro quien tiene problemas en el Gasherbrum I,  y Tamara se da la vuelta para acompañarle.

D: Creo que en el caso de Tamara del que me hablas, no es una cuestión de compañerismo en la montaña. En el Gasherbrum I, por sí misma, ella o cualquier otro, no hubiera podido progresar en determinadas secciones sin la ayuda de un compañero.

MJ: Eso es lo que iba a comentar. Probablemente, ella no podría continuar sola. Tenía que volver sí o sí, quisiera o no. Respecto a la situación del Nanga Parbat, no me gusta hablar de otras personas, porque no deja de ser una opinión sin conocer todos los detalles. Son situaciones distintas. Creo que va con la persona y no con el sexo. En el Annapurna, Horia se queda hasta el final con Iñaki porque él es así.

 

 

 

Es una cuestión de la persona y de la situación, con independencia del sexo. También te digo que, en líneas generales, las mujeres somos más empáticas, pero hay que ver caso por caso. Hay mujeres alpinistas como Wanda Rutkiewicz a las que no veo dándose la vuelta por un compañero. Era una mujer de un carácter muy férreo. Pero te insisto, hay que ver cada situación. Como mujeres, puede que seamos más empáticas, quizás porque por naturaleza somos más protectoras.

D: Te puedo decir un ejemplo de nosotros. En el Gasherbrum II, María tuvo ese accidente y no era capaz de continuar, pero se quedó en el campo base para ayudarme en todo el proceso, apoyándome con todo lo necesario. Demostró una gran capacidad de reflexión y de generosidad. Si yo hubiera tenido el accidente, y ella hubiese sido quien quisiera continuar, creo que yo no hubiera sido capaz de quedarme allí y habría vuelto a casa, de una manera más egoísta. Pero María, a pesar del dolor y de todo, se quedó un mes y medio más en el campo base sólo para apoyar mi éxito personal. Hice una ruta muy buena en solo gracias a ella. Creo que es un ejemplo muy bueno sobre este tema.

K: Denis, ésta es una pregunta para ti. El año pasado anunciaste tu “retirada” de proyectos con muy alto grado de compromiso. Imagino que a lo largo de tu carrera habrás tenido diferentes etapas en tu relación con una posible muerte. ¿Fue la evolución en esta relación lo que hizo que tomaras esa decisión? ¿Sigue siendo firme hoy en día o tras un año existe la posibilidad de un replanteamiento sobre este tema?

D: Sí, decidí parar mi carrera de alpinismo de riesgo porque tenía algunas razones. La primera es por la edad. No porque esté cansado, pero no es lo mismo hacer algo con 47 años que con 30, porque todos nosotros nos convertimos biológicamente en más débiles y se pueden cometer más errores. Mentalmente estoy fuerte, pero mi cuerpo no me deja hacer lo mismo. Y esto hace que tenga más posibilidades de morir y no quiero. Otra cosa importante es que he pasado mucho tiempo en muchas expediciones olvidando mi relación con familia y amigos, o dejando de hacer trabajos importantes o de escribir. Por ejemplo, el año pasado cuando estuvimos confinados, en tres meses escribí tres libros y monté dos proyecciones porque tenía el tiempo del que antes no disponía. En esta temporada, he estado haciendo mucha escalada en roca, de una forma muy explosiva, disfrutando mucho, y también he tenido tiempo para dedicar a mis padres, hijos, familia, amigos y trabajos. He podido construir muchas cosas en este tiempo. Cuando he hecho esto, he sido capaz de pensar en mis nuevos pasos en el alpinismo. Ya declaré hace un año, pero no se entendió, que quería batir el récord de Juanito Oiarzabal de 26 ascensos a las montañas de más de 8.000 metros sin oxígeno. Lo dije hace un año, pero los periodistas obviaron esto haciendo especulaciones. Yo no he finalizado mi carrera. Haré rutas clásicas. Sé cómo prepararme. Dos o tres veces el Gasherbrum II en una temporada, dos o tres veces el Cho Oyu… Me gustaría batir el récord de Juanito Oiarzabal. Es un reto interesante para mí.

MJ: Algunos periodistas han empezado a decir que Denis se ha echado atrás en su decisión y no es cierto. Él lo dijo desde el principio.      

D: También dije que quería hacer el K2 en invierno sin oxígeno, pero ahora esto está ya hecho. Ya no es mi juego. Sí hay algo que me gustaría hacer y con lo que sueño. Ninguna mujer en la historia ha hecho una nueva ruta en estilo alpino en una montaña de 8.000 metros. Si una mujer decidiera emprender este proyecto, me gustaría acompañarla para hacerlo juntos. Eso es por lo que sugerí a María hacerlo en el Gasherbrum II, y espero que ella quiera llevarlo a cabo algún día. Me gustaría hacer esto con una mujer, ayudándola y asistiéndola para que lo logre. Porque tengo muchas ideas de nuevas rutas. Sé cómo organizarlas de manera más o menos segura y cómo prepararnos. Quizás en un futuro exista la posibilidad.

K: Pipi, ya sabes…

D: Ella no quiere.

K: Estoy seguro de que la convencerás [Risas].

D: Para los próximos años, tengo muchos planes para hacer con María. Uno de ellos es dar continuidad de una manera especial al Urubko Camp Project en Pakistán, en la ciudad de Skardu. El alpinismo puede ser una acción social. Bonita, pero arriesgada donde es posible tener un grave accidente e incluso morir. Podemos ver muchos ejemplos de caídas sólo por pequeños errores. Por esta razón, es importante organizar algún tipo de colaboración para los principiantes en sus primeros pasos en el alpinismo. Desde 2001 trato de ayudar a jóvenes deportistas sin obtener ninguna remuneración a cambio, con cursos de preparación física, escalada, teoría, aseguramiento, algunos ascensos en las montañas locales… Los estudiantes, sin coste alguno para ellos, aprenden con seguridad. Mi experiencia internacional y mis contactos me permiten encontrar patrocinadores para grandes proyectos con jóvenes. Paso a paso… Durante 12 años hicimos expediciones en Tian-Shan y en Himalaya. Ganamos muchos premios, batimos algunos récords. Y todo por el placer de trabajar en equipo.

 

 

Era una especie de hermandad en búsqueda de la aventura. En los últimos años, estuve intentando organizar algo similar en Europa, ya que soy miembro de los clubes alpinos polaco e italiano, y gracias al apoyo de Franco Acerbis. Pero me estoy volviendo viejo, tal vez. A la gente no le interesa mi ayuda. Ahora no puedo llevar a cabo todo el proceso correctamente. Hace muchos años preparé la primera vía para escalada deportiva en Almatý, una gran ciudad de Kazajstán donde vivía. Y la gente está usándola y creando más líneas en otras rocas. Ahora, quiero trasladar el concepto del Urubko Camp Project a Skardu. Es el centro del montañismo local, pero los niños todavía no tienen la posibilidad de emprender aventuras, obtener técnicas e ideas para el desarrollo. Es algo especial y muy importante que María tenga un deseo similar. Este proyecto en Skardu queremos hacerlo juntos. Nuestro plan es pasar el verano de 2021 equipando vías de escalada en roca en colaboración con el Ministerio de Turismo de Pakistán, escuelas locales y personas activas. Estoy muy feliz de compartir mi pasión, de dedicar esfuerzos de manera positiva, especialmente para los jóvenes. Escalada, senderismo, festivales, alpinismo… Son nuevas páginas agradables de la vida. Y hace falta encontrar el apoyo para conseguir material, formar a monitores, montar las vías. Por eso es importante lograr fondos como los que Kissthemountain y otros patrocinadores nos habéis dado, y material para hacer viable este sueño. Una de las formas de financiar este proyecto en Skardu es gracias a otro que María, en colaboración conmigo, está organizando.

K: Cuéntanos, Pipi.

MJ: Estamos desarrollando un nuevo proyecto como instructores del club alpino polaco para ofrecer la posibilidad a todos aquellos que quieran iniciarse en altitud con montañas de 6.000 metros de la mano de alpinistas con experiencia, pudiendo transmitirles nuestras habilidades.

 

 

 

Buscamos picos de 6.000 metros en varias de las grandes cordilleras, como Karakorum, Himalaya, Andes, Pamir…, que sean accesibles y no excesivamente técnicas para iniciarse porque queremos hacerlo de la forma más segura. Parte de los fondos que obtengamos nos ayudará a hacer posible el equipamiento del muro de roca para la escalada deportiva con los chavales en Skardu, así como proveerles de la equipación necesaria para que sigan desarrollando la escalada y que no se reduzca a una vez al año cuando nosotros estemos presentes, sino que vayan mejorando sus habilidades para que poco a poco podamos ir introduciendo mayor cantidad de conocimientos. Hay amigos y compañeros que ya han aportado su ayuda como nuestro nuestro amigo italiano Aldo, y otros con aportación de material de escalada que ya no usan. Empezar de cero nunca es fácil, pero tenemos todas las herramientas para hacerlo posible. Comenzamos este verano en Khosar Gang, una montaña de 6.046 metros. Los integrantes de las expediciones, y hablo en plural porque la idea es ir con un grupo en julio y otro en agosto, tendrán la oportunidad de recibir lecciones y sugerencias de la mano de Denis y de la mía durante el viaje. También proyectaremos imágenes y vídeos de nuestras expediciones. La idea, como te he dicho, es que este proyecto tenga continuidad en los próximos años.

K: Suena muy interesante y os damos las gracias por llevar a cabo estos proyectos. ¿Cuál creéis que es hoy en día el papel de los patrocinadores para el éxito de una expedición?

D: El equipo en el alpinismo moderno nos ayuda muchísimo por su ligereza, por su protección y por su comodidad en el uso. Vuelvo a lo que hablábamos antes sobre las dudas. Yo no las tengo sobre el equipo. Sé que no voy a congelarme con las chaquetas o los sacos de dormir. Necesito no tener dudas. Kayland, por ejemplo, hace equipo técnico de muchísima calidad que nos protege perfectamente de las congelaciones. También me ocurre con los piolets de Camp. No tengo dudas con ellos. Somos capaces de operar sin pensar en problemas y eso nos hace alcanzar mejores resultados. Hace muchos años, para la gente que hacía nuevas rutas en estilo alpino o en condiciones invernales, esto era completamente diferente. Había muchos factores negativos que podían dar al traste con todo. Hoy no es así. El hecho de que me apoye una marca como Kayland es algo que agradezco mucho, porque ellos ayudan a hacer realidad mis sueños. Tratan de apoyarme también en nuestros proyectos sociales de los que te hemos hablado antes. Con Kayland nuestra relación va incluso más allá. Se establece como un entramado, un sistema. La esponsorización no es sólo facilitarnos material, a cambio de presión y responsabilidad. Hay una relación muy inteligente con sus gestores. ¿Por qué me gusta trabajar con Kayland? Porque son buenos constructores de la relación entre todos nosotros, siendo gentiles y estrictos cuando es necesario. Me gusta cooperar con ese tipo de gente y construir un futuro juntos.

MJ: Creo que también es importante que la marca a la que representes te escuche. Hay otras que te esponsorizan, les das fotos y luego no van más allá y no les hace falta tu opinión con respecto al producto. Kayland, por ejemplo, sí que la utiliza. Otras marcas no quieren que les busques fallos porque para eso ya tienen sus técnicos, pero el deportista es realmente el que prueba sus productos sobre el terreno. Kayland siempre nos escucha. A mí, como deportista que me dedico a esto, me gusta aportar para hacer los materiales mejores. A veces también pueden ser mejoras subjetivas, pero nuestra opinión, tanto negativa o positiva, se valora enormemente.

K: Se construye una relación mucho más compleja: un sistema que juega a favor de todos precisamente por la unión del mismo.

D: Trabajé con una empresa hace muchos años y mis intentos para mejorar algo no servían. Siempre encontraban excusas para decirme que no eran necesarios. Me decían que no entendía porque yo hacía actividades diferentes. Yo soy un profesional y también sé que las mejoras son importantes para que los productos se vendan. Es muy importante no encontrar los sponsors en el último momento para alguna actividad potente. Por ejemplo, en la última expedición al K2, muchos se quisieron unir cuando todo estaba a punto de comenzar por lo atractivo de la actividad. Se unían en el último momento pensando en el posible éxito. Dieron dinero para nada, en mi humilde opinión. Pero en el caso de que trabajes con ese sistema de conexión, se crea otro vínculo en el que se apoya la mentalidad y la forma de hacer actividad de una manera o de otra. Esto es muy importante para la relación atleta-sponsor.

MJ: En mi experiencia, los sponsors son importantes también porque ellos le dan visibilidad a la actividad. No sólo es material o dinero. La gente ve que tienes el respaldo de la marca y además ellos le dan más difusión. Hay un quid pro quo importante. Con Kayland estuvimos en el Frasassi Climbing Festival en Italia y disfrutamos un montón. Había muchos escaladores, deportistas, y como representantes de la marca estuvimos allí escalando, conociendo mucha gente y eso siempre hace que amplíes relaciones.

D: También es importante el apoyo de los medios.

K: Me gustaría que para terminar me contarais alguna experiencia más sensorial relacionada con la naturaleza.

MJ:  Denis no es muy de esto, pero en el Ushba vivimos algo muy especial. Estás tan metido en la actividad, tan concentrado, porque es verdad que fue una actividad muy técnica en la que no nos acompañó la meteorología, que no te da tiempo a prestar atención a la belleza del entorno y a otras cosas. Sin embargo, hay aspectos que percibes y que unos días después, cuando te empiezas a relajar, comienzan a venir a tu mente saliendo de algún lugar en donde estaban escondidos. Le dije a Denis: ¿sabes lo que me ha pasado durante estos días de escalada? Que oía música. Estábamos solos en la montaña. No había nadie más. Cualquier núcleo de población estaba lejano. Era imposible, pero yo oía una especie de música. No sabía si era el agua fluyendo por debajo del glaciar. Pensaba que eran los sonidos de la montaña, pero para mí era una verdadera orquesta completamente organizada en una pieza musical perfecta.

 

 

Denis se quedó totalmente en silencio y me dijo que había sentido lo mismo. Era música. Muy extraño. Pero nos rodeó durante esos días. Los dos lo percibimos como algo más allá del sonido del agua, como una composición perfecta.

K: Denis tiene corazón dentro de ese pecho, ¿no? [Risas].

MJ: [Risas]. Nos ha pasado algo parecido en alguna otra ocasión. Menos mal que cuando se lo dije, él me respondió que había sentido lo mismo.

D: Me gustaría decir algo más. He ganado muchos premios por mis actividades de rescate y otras de prestigio. He hecho muchas horas de actividad. Algunas veces, la gente piensa que hago todo para ganar estos premios. Para mí son muy importantes, pero no para mi autosatisfacción o realización o ambición. Los premios son reflejos del respeto de la comunidad por mi forma de actuar. Que tú o el gobierno de Polonia admiréis esto es porque me respetáis. Estoy muy contento porque es mi posibilidad de aportar a la humanidad. Soy feliz de haber crecido en muchas y diferentes culturas de montaña. Rusia, Kazajstán, Georgia, Polonia, Italia o ahora en España. Me gusta unir, filtrar muchos factores de diferentes escuelas de montaña. Estoy contento de haber hecho una buena composición, llena de música y equilibrio. En caso de que alguien me necesite en el futuro, me gustaría ayudar a dar esta visión. En mi casa no tengo nada dedicado a las montañas. Cuando María puso esta foto aquí, en esta casa, no me gustó. En mi casa de Italia hay una gran foto con simplemente nubes. Hice esa foto desde el avión. Son sólo nubes, pero bajo ellas está Polonia, el lugar donde siempre me gusta estar. Es algo muy importante para mi alma ver las nubes y recordar que debajo está mi lado polaco del alma.

P: ¡Ves, Juanmi! Aunque sea muy analítico para la montaña, en la vida tiene una parte romántica muy grande.

 

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