21 Jun ELINE LE MENESTREL | UPOSSIBLE. Compromiso ecológico
El proyecto Upossible combina escalada, ciclismo y compromiso ecológico. Todo comenzó cuando Eline Le Menestrel descubrió la bicicleta y se dio cuenta de que se trataba de un medio de transporte atractivo y realmente eficaz. Hasta ese momento, la mayor parte de la huella de carbono que dejaba estaba asociada al transporte. Buscaba la forma de reducirla. Después de compartir ideas para actividades de Bike & Climbing con Simon Kreutz, un concepto surgió y evolucionó. No sólo querían asumir un compromiso sostenible con ellos mismos, sino también inspirar a la comunidad del deporte outdoor para que ellos también lo hicieran. Este deseo apareció al verse en un gran atasco camino de una zona de escalada.
¿QUÉ PASARÍA SI HUBIESE MÁS BICICLETAS QUE COCHES EN LAS MONTAÑAS?
Esto les llevó a plantearse cómo podían hacer este enfoque sostenible más accesible a aquellos que trabajan de 8 de la mañana a 5 de la tarde y quieren hacer deporte al aire libre. Decidieron entonces visitar cuatro grandes ciudades europeas y utilizar la bicicleta desde los centros urbanos hasta las escuelas de escalada más importantes de la zona. Su viaje se dividiría en cuatro etapas de un fin de semana cada una. Querían así demostrar cómo vivir la naturaleza de forma sostenible a pesar de ocupar sus días con una jornada de trabajo a tiempo completo, además de compartir esta experiencia.
Upossible pasó de ser una aventura de Simon y Eline a convertirse en una fusión entre lo que más les gustaba, la escalada y el ciclismo, y aquello que pensaban que el mundo requería, es decir, inspiración y conocimientos para un enfoque más sostenible de la actividad en la naturaleza. Upossible es ahora una plataforma que une a personas que quieren practicar deportes outdoor de una manera comprometida. Desde entonces, el foco ha pasado del rendimiento al compromiso ecológico. Este es el pilar sobre el que se asienta Upossible.
EL VIAJE DE 2023
Para seleccionar aquellas ciudades que visitarían, optaron por urbes de al menos un millón de habitantes, ya que pensaban que era importante considerar todos los contrastes y no quedarse únicamente con ciudades próximas a las montañas. Se decantaron por combinar Bruselas y Frey, Luxemburgo y Berdorf, Viena y Hohe Wand, y Nápoles y Palinuro. Cada una de estas etapas les llevó entre cuatro y cinco días, realizándolas todas de forma seguida, conectando las ciudades en tren. Este viaje duró 35 días, en los que visitaron cinco escuelas de escalada, realizaron 880 kilómetros en bicicleta a través de seis países y 4.515 en tren. En sus propias palabras, estos fueron algunos de los momentos o anécdotas más destacados de este viaje:
LLEGADA A BERDORF EN BICICLETA.
Nunca habíamos oído hablar de este pequeño pueblo de Luxemburgo más allá de por sus bellos acantilados. Llegamos un fin de semana de Pascua. El camping que elegimos está lleno, con numerosas autocaravanas enormes. Nuestro único equipo son dos bicicletas con cuatro alforjas. Tras montar nuestra tienda de campaña para dos personas, la parcela resulta enorme. Al verla, únicamente puedo sonreír. No la cambiaría por una cómoda autocaravana, incluso en esos momentos de lluvia, cuando estamos acampados en medio del barro, pues me siento libre y ligera.
Al haber venido en bicicleta, hemos podido experimentar el paisaje que nos rodea, asimilando sus olores, colores, las colinas, las vistas y otras pequeñas maravillas que nos han hecho ser parte de ellas. Llevamos todo lo que necesitamos y nos sentimos ligeros e independientes. El concepto funciona; la movilidad sostenible es posible. Lo siento porque lo vivo. Es el poder de la experiencia: cuando te has enfrentado a una forma distinta de hacer las cosas, eres consciente de que otro mundo es posible. Se funden la utopía soñada con la realidad en un fuerte sentimiento de libertad. Sólo tenemos que comer, dormir y escalar.
ENCUENTRO CON WOLFIE EN EL TREN NOCTURNO.
Tras visitar Hohe Wand, la montaña de Viena, y sin haber podido probar ni una sola vía por la gran presencia de nieve, volvemos a la estación para coger un tren nocturno camino del sur. A la mañana siguiente, nos despertaríamos en Roma, diciendo adiós a la lluvia, al frío y al viento que nos han azotado durante las tres últimas semanas. Viajar por la noche en un tren con las dos bicicletas, los equipos de escalada y de acampada para un viaje de unas cinco semanas requiere tener bastante suerte.
En primer lugar, tenemos que desmontar las dos bicicletas para meterlas en dos grandes bolsas de lona. Después, meter el equipo en las bolsas Salewa de 65 litros que llevamos para poder transportar todo. Dentro del tren, debemos buscar espacio para todo el material y que no bloquee el pasillo. La única solución que encontramos es meterlas en nuestros compartimentos. Estamos cansados, con mucha hambre y discutiendo cuando un hombre con traje y corbata entra en nuestro compartimento. Mira todo asombrado y nos pregunta si pensamos que él va a creer que meter las dos bicicletas ahí dentro está permitido. Hace un gesto de desaprobación con los labios y se resigna a sentarse con nosotros. Al rato, recibe una llamada que parece importante. Simon se incorpora para cerrar la puerta del compartimento y evitar así que el ruido le moleste. El hombre con traje lo agradece con un amable gesto con la cabeza. Al terminar con el teléfono, nos cuenta que es un diplomático austriaco que se dirige a Roma para algún tipo de negocio. Prefiere coger el tren nocturno que volar. ¡Nada mal para un hombre de su generación! La conversación durante las tres horas siguientes versa sobre la movilidad sostenible, las acciones individuales que podemos realizar y el rol de la política para afrontar estos desafíos ecológicos. Tanto Simon como yo nos sentimos abrumados por su elegancia y compromiso
UNA ESTACIÓN A 1,5 KM DE LA SEVERINA
Para llegar a La Severina, nuestro quinto y último destino, tenemos por delante un trayecto de unos 160 kilómetros con algunas pendientes superiores al 20% que tendremos que superar en bicicleta. Allí, Gabriele, un escalador local nos guiará y mostrará las mejores rutas. Nos citamos con él en una cafetería donde nos dice que ha llegado allí en tren, a una estación situada a sólo un kilómetro y medio del inicio de nuestra caminata. No nos lo podemos creer. ¿Un pueblo de sólo 100 habitantes en un lugar remoto de Italia al que llegan trenes directos desde Nápoles? ¿Hemos recorrido todos estos kilómetros en bicicleta cuando podíamos haber cogido un cómodo tren? Simon se ríe y me recuerda lo bella que ha sido la ruta. Claro, 160 kilómetros son para él sólo un calentamiento.
LAS CONCLUSIONES – UPOSSIBLE 2024
Imaginad que la comunidad outdoor recupera su conciencia ecológica y fomenta un cambio hacia otra relación con la naturaleza. Upossible tiene como objetivo inspirarnos para dar el primer paso hacia una nueva forma de practicar los deportes al aire libre. El mensaje que queremos transmitir puede resumirse en tres puntos: la adaptación es libertad; hay belleza en el cambio; la acción es empoderante. Esta historia es una mezcla de ficción y realidad, un poco fábula o relato infantil con una moraleja que cada uno es libre de interpretar como quiera. Porque hay tantas formas de adaptarse al cambio climático y actuar frente a esta crisis como individuos.
En 2024, seguiremos eligiendo la bicicleta para ir a escalar durante los fines de semana. De esta manera, nos mantendremos fieles a esta misión y enseñaremos que hay otra forma más sostenible pese a las limitaciones que supone trabajar a jornada completa. Hemos elegido 10 destinos en España, Francia, Suiza, Inglaterra, Austria, Alemania e Italia. Desde estos lugares, os contaremos nuestras historias para difundir ese mensaje y animar a la comunidad a participar. ¡Esperamos verte en la calle, en la roca o en la montaña!