GRAN CANARIA | ISLA DE CUENTO. A través de los ojos de Daila Ojeda

GRAN CANARIA | ISLA DE CUENTO. A través de los ojos de Daila Ojeda

 

Daila Ojeda es una figura muy icónica dentro del mundo de la escalada a nivel mundial. Ahora vive alejada de la isla que le vio nacer: Gran Canaria. Reconoce que cada vez echa más de menos volver a su tierra, de la que se considera una gran enamorada, no sólo por las posibilidades para escalar y practicar cualquier actividad outdoor, sino por el mar. Hablamos con Daila para que nos descubra secretos de su isla. Los nombres de lugares emblemáticos para escalar, como el Roque Nublo, el Parque Natural de Tamadaba o Mogán aparecen en esta conversación. También, la de un par de playas a las que acude cuando busca la conexión con el mar.

 

Por Kissthemountain

 

Kissthemountain: Hola, Daila. ¿Qué tal estás? Me dijiste el otro día que andabas lesionada, ¿no?

Daila: Voy recuperando, pero va muy poco a poco. Estoy haciendo muchos ejercicios para ver si desbloqueo la rodilla. El fisioterapeuta me dice que es raro que vaya tan lento. Hago muchas rutinas de piernas. Voy temblando a todos lados [Risas]. Cada vez me siento mejor cuando hago travesías y no pienso tanto en las rodillas, aunque aún no puedo extenderla del todo. 

K: ¿Fue una caída?

D: Sí, empezando una vía, antes de poner el primer seguro. Se me fue la rodilla para adentro y parece que se fracturó el lateral interno. En un principio pensaba que podía ser el menisco, aunque parece que no. No puedo flexionarla. Eso no me molesta tanto, pero la extensión, sí. Intento empujar hacia atrás la pierna y no puedo. Está muy bloqueada. Todavía no he podido tocar roca. A ver si puedo comenzar a hacer algo, aunque sea alguna vía fácil, ahora que voy a Tenerife y Gran Canaria. 

K: ¿Lo echas mucho de menos?

D: Ahora menos; las primeras semanas, sí. Imagino que me he acostumbrado. Quiero curar la lesión porque deseo estar bien, pero ni siquiera pensando tanto en la escalada. Seguro que cuando vuelva a la roca, estaré muy contenta y motivada. Quizás hasta me haya venido bien el parón para valorar lo que no tengo.

K: Vives en Italia, ¿no?

D: Sí, por el noreste, a 30 minutos de Venecia, cerca de Dolomitas y Eslovenia.

K: Sé que ahora vuelves a las Islas Canarias, con motivo de la celebración del festival de montaña EOFT – European Outdoor Film Tour. Tiene paradas en Gran Canaria y Tenerife, ¿verdad?

D: Sí, en nada estaré por allí. Tengo muchas ganas. Primero será en Tenerife a final de noviembre, y más adelante en Gran Canaria, a comienzos de diciembre. [Esta conversación se mantuvo el 23 de noviembre].

K: Nosotros estuvimos en Gran Canaria para asistir al festival de montaña el año pasado por estas fechas. Fue en el Teatro Guiniguada, en el barrio de Vegueta. La verdad es que me encantó tanto el teatro como el casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria.

D: Yo también estuve a punto de ir, pero llegaba tan justa a Gran Canaria que tendría que haber ido al festival antes incluso de saludar a mi familia. Era el primer viaje después del coronavirus y me dio un poco de miedo ir a un evento y justo después a casa.

K: ¿Vas mucho por Gran Canaria?

D: No tanto como me gustaría. Estuve hace unas semanas para ver a un fisioterapeuta que conozco. Prefería estar en manos conocidas. Estuve durante tres semanas. Ahora pusieron vuelos directos desde donde vivo, a buen precio, y espero poder ir un poco más. Se vive muy bien allí.

K: A mí me gustó muchísimo. Fue poco tiempo, pero me dio tiempo a recorrer varias partes de la isla. Estuve por Tejeda, el Roque Nublo, Maspalomas, Teror… Es realmente bonito. Y Las Palmas de Gran Canaria, la capital, me encantó, con la playa tan presente en la vida de la gente. 

D: En Las Canteras, ¿no? Sí, siempre he dicho que me parece como un mini Río de Janeiro [Risas]. Mucha gente hace surf y hay mucha vida alrededor de la playa. El auditorio Alfredo Kraus es muy bonito y está muy bien integrado. La zona antigua también es muy especial. Y si sigues desde Las Canteras hacia el norte, hay pueblos con mucho encanto y con pequeñas y preciosas playas de piedra. Es muy auténtico, muy canario.

K: ¿De qué parte de Gran Canaria eres?

D: Yo soy del sureste, de Agüimes.

K: Tus principios en el mundo de la escalada serían por tu isla, ¿no?

D: Sí, en mi pueblo. Hicieron una competición de boulder y allí estuve de casualidad. Era un sábado de estos que no sabes qué hacer y me pasé por el polideportivo en donde habían instalado una estructura. Probé y me gustó mucho. Era como muy particular y único.

K: La roca caliente de Gran Canaria. Todo el mundo habla de la textura tan diferente de la roca y del entorno tan espectacular para la práctica de esta disciplina deportiva. En Gran Canaria sois unos privilegiados. Muchos se refieren a tu isla como a un continente en miniatura. 

D: En Gran Canaria hay muchas posibilidades para escalar. Creo que lo más destacado y espectacular es el boulder. Es único. Hay zonas ideales para su práctica. Un paisaje espectacular, tan verde, con todas las piedras en medio, con la roca tan oscura… La roca es basáltica.

 

 

 

Creo que es el único lugar de Europa donde se escala en basalto. Cada vez están abriendo más sectores incluso de escalada deportiva. También hay opciones de escalada clásica, tanto en el Roque Nublo como en Ayacata, en las cumbres centrales de Gran Canaria, con vistas excepcionales de gran parte de la isla.

K: ¿Dónde está la zona de boulder de la que me has hablado?

D: Es en general. De todas las islas, creo que es donde más concentración hay de boulder. Pero concretamente, te hablo de la zona de Mogán. En Gran Canaria hay mucha escalada deportiva, pero creo que el boulder es lo más espectacular de la isla. Por Mogán he estado mucho, aunque no hago demasiado este tipo de escalada porque me parece muy difícil, sobre todo en este tipo de roca. Muchos de mis amigos escalan por ahí y suelo ir con ellos. Mogán es un barranco en el que encuentras mucho pino y vegetación típica de altura, y otra más particular de las Islas Canarias como las palmeras. Es como muy tropical. Un lugar muy especial… 

K: ¿Y el Parque Natural de Tamadaba? Allí se escala mucho también, ¿no?

D: Sí, cuando empecé a escalar iba mucho a Tamadaba. Es especial porque es la parte más alta de la isla, muy diferente al resto. Es todo bosque y pinar. No te imaginas que puede haber un sitio tan verde y húmedo en Gran Canaria. Y las vistas son impresionantes. Desde allí puedes ver mares de nubes con el Teide al fondo. Es un lugar con mucha magia. Las vías no son muy largas, pero sí muy bonitas. 

 

 

 

La roca volcánica tiene algo muy estético. Pero sobre todo es el entorno, rodeado de pinos y con el mar ahí abajo. Te imaginas a los antiguos pobladores… Es muy especial [Risas].

K: Para especial y estético también el Roque Nublo… 

D: Tanto en el Parque Natural de Tamadaba como en el Roque Nublo, la escalada es muy estética. Al final, el entorno es lo que inspira. El Roque Nublo es algo excepcional. Ya sólo el camino para llegar… Y luego está su ubicación. ¡Además, todo siempre acompañado de un muy buen clima! Durante todo el año encuentras un tiempo excepcional, pero igual es durante el invierno cuando te das cuenta de lo privilegiado de su situación. Es increíble. Hay mucha luz. Cuando vives fuera, lo valoras más aún.

K: Echas de menos mucho Gran Canaria, ¿no? ¿De qué te acuerdas más aparte de la familia y amigos?

D: Sobre todo del mar. Soy muy isleña y me siento conectada a él. Mis amigas hacen surf y viven cerca del mar. Mi familia no va tanto y se sorprenden de que siempre que voy tengo que ir un rato a sentarme junto a él. Es como que me falta.

K: ¿Tienes alguna playa especial?

D: Me gusta mucho una playa que se llama El Cabrón, en Arinaga [Risas]. Está cerca del pueblo, pero apartada, detrás de una montañita. Cuando estás aterrizando, ves toda la costa, pero no esta playa. Es difícil encontrar gente allí. Tienes que conducir por carreteras de tierra, como de desierto. Es una playa con casitas de las que se construyeron hace muchísimos años y que ahora no se pueden ni tan siquiera reformar. Parece un pueblo perdido. Voy siempre a esa playa para sentarme un rato. Es realmente muy tranquila.

K: ¿Conoces toda la isla?

D: Seguro que hay sitios que no. Ya sabes, cuando vives en un lugar, no lo visitas porque al final eres de allí y piensas que ya tendrás la oportunidad. Cuando salí de Gran Canaria, comencé a conocer más sitios, pero me faltan seguro.

K: ¿Hay lugares que creas que ni siquiera conocen los habitantes de Gran Canaria y que esto sea una pena?  

D: Hay otra playa, la de Güi Güi…

K: He oído hablar de ella.

D: Hay mucha gente que ha oído hablar, pero no la conoce. Está al oeste de la isla. Esta parte de Gran Canaria no tiene tan fácil acceso. Tienes que caminar un buen rato para llegar a ella. Yo iba mucho de adolescente para pasar la noche allí. Debes andar una hora o algo más. No la visita mucha gente. 

K: ¿Siempre escalas cuando vuelves a Gran Canaria? 

D: Al revés. Casi nunca. Las últimas veces sí que he hecho algo de bloque, más que nada por estar con mis amigas. Fuera, mi vida gira casi por completo alrededor de la escalada, pero cuando vuelvo me gusta pasar tiempo en el mar y visitar a la gente que echo de menos.

K: Es una isla perfecta para muchas actividades outdoor.

D: Gran Canaria es ideal para hacer cualquier deporte. 

 

 

 

Puedes escalar, hacer bici de montaña o de carretera. De hecho, van muchos equipos de países nórdicos en invierno para entrenar durante esta estación del año. También puedes hacer deportes de mar como el surf, el windsurf o la vela. Hay un montón de caminos para hacer senderismo de todos los niveles. El clima te invita a estar fuera, al aire libre, practicando actividad física.

K: También Gran Canaria es un referente para el trail running. Pienso en Transgrancanaria, pero hay muchas más. 

D: Eso he escuchado. Transgrancanaria es muy potente en ese mundo, ¿no?

K: Sí, es muy icónica. Está entre las carreras más importantes a nivel mundial. Se hace en febrero por el buen tiempo de la isla. Es como la que marca el inicio internacional de la temporada de trail running. 

D: Gran Canaria es un paraíso por el clima, el entorno, la gente… Todo el mundo es muy amable y hospitalario. Eso dice mucho de un lugar. Te hacen sentir en casa. Se puede hacer mucha actividad al aire libre. Es un sitio privilegiado y muy especial. Cada vez echo más de menos mi isla. Quizás sea por la edad. El tiempo pasa cada vez más rápido [Risas].

K: Espero volver este año para el European Outdoor Film Tour. A ver si nos vemos allí.

D: Claro que sí. Por allí te espero. Es el 10 de diciembre.

 

 

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