22 Abr IKRAM RHARSALLA. Haciendo su propio camino
Ikram Rharsalla está construyendo su propio camino paso a paso, con cautela y cabeza. Si la charla que manteníamos con ella la temporada pasada estaba más enfocada a aspectos muy personales, sobre todo de su infancia, en esta ocasión hemos tratado su vertiente más competitiva. La atleta de MILLET reconoce que empezó tarde en esto del deporte de rendimiento y que, por tanto, es ahora cuando está construyendo su base. Es consciente de sus puntos fuertes y, por encima de todo, de sus limitaciones. En ellas trabaja con constancia para sacar la mejor versión de sí misma. Sus palabras son realmente inspiradoras. Gracias, Ikram.
Por Kissthemountain
Kissthemountain: ¿Qué tal, Ikram? ¿Cómo estás? Llevo mucho tiempo sin verte.
Ikram: Todo va bien, Juanmi. Afinando para la carrera de este fin de semana en Calamorro Skyrace [Esta charla tuvo lugar unos días antes de la segunda prueba de las Skyrunner World Series 2024, en la que Ikram entró en sexta posición].
K: ¡Vaya Semana Santa que hemos tenido de lluvia y mal tiempo! ¿Te han interrumpido los entrenamientos para llegar perfecta a la cita de Benalmádena?
I: Ha sido una locura, pero la lluvia era más que necesaria.
K: ¿Y el Cerro del Caballo? Habrá muchísima nieve, ¿no? [El Cerro del Caballo, una montaña de Sierra Nevada, alcanza los 3.011 metros y es un lugar habitual en el entrenamiento de Ikram].
I: Sí, la nieve está bajísima. Ayer subimos hasta la Silleta del Padul [1.520 metros] y encontramos.
K: Te preguntaba si el mal tiempo te había interrumpido los entrenamientos planificados. Imagino que en cuanto a tiradas largas ya lo tendrías todo más o menos hecho, ¿no?
I: Sí, los deberes ya estaban. Esta mañana sí que he hecho el último entrenamiento de intensidad. Han sido cuatro series de cinco minutos en subida específica para preparar Calamorro. Ya queda poca cosa. Rodar suave y llegar bien fresca.
K: ¿Qué tal te encuentras?
I: En general, bien, pero he tenido algún problemilla con el hierro y no podía meter demasiada intensidad. Ya tenía este tipo de déficits antes de ser deportista. A pesar de suplementarme, siempre ando con los valores un poco justos y controlándome mediante analíticas. Me salió bajo, aunque nada preocupante. Otras veces he estado con menos, pero, claro, cuando tienes la ferritina baja hay que cuidar la intensidad y espaciar las cargas. No puedo excederme. De todas formas, me encuentro fuerte y con ganas. No estoy en mi mejor estado de forma, pero creo que llego bastante bien, la verdad.
K: ¿Y el trabajo? La última vez que hablamos, hace ya casi un año, me decías que andabas con un máster online de Big Data y Business Analytics para seguir formándote en tus estudios de estadística.
I: El máster ha ido muy bien y estoy contenta de haberlo terminado. Los últimos meses he estado muy centrada en él.
K: ¿Hay perspectivas de encontrar trabajo con rapidez?
I: Si estás dispuesta a trabajar independientemente de las condiciones, no es muy complicado. El trabajo de analista de datos está muy demandado. El problema es que yo busco algo muy concreto en cuanto a horarios. Quiero algo a media jornada y si puede ser en remoto para poder compaginarlo con el deporte de alto rendimiento.
K: A ver si lee esta entrevista alguien que tenga una empresa de estas y te llama [Risas]. Ikram, la última vez que hablamos, llevamos la conversación hacia aspectos más personales de ti. En esta ocasión, me gustaría que hablásemos sobre tu forma de entender la competición. Esa charla tuvo lugar a comienzos de la pasada temporada. Ya te habías proclamado subcampeona de España en el Trail Las Palomas, campeona de Andalucía en Abades Stone Race y habías logrado una tercera posición en la prueba inaugural de las Skyrunner World Series, también en Calamorro Skyrace. Después, siguieron tus participaciones en el mundial de Innsbruck (24ª), la OCC (12ª), Gorbeia Suzien (5ª), Louzan Skyrace (1ª), Sky Gran Canaria (1ª) y la final de las Skyrunner World Series en Limone Extreme (7ª). Imagino que para ti sería un año buenísimo y sobre todo de aprendizaje.
I: Sí, el año pasado aprendí muchísimo. También se unió que cada vez tengo más continuidad en los entrenamientos. Fui bien a lo largo de la temporada, no con grandes picos, pero sí con mucha constancia. Eso me gusta porque me permitió hacer un año muy regular. Fui con cautela ya que además iba a debutar en carreras más largas, como la OCC, a la que tenía mucho respeto. También he competido en pruebas con bastante nivel y hay que saber gestionar todo esto. Creo que mi forma de correr es con cabeza. Las cosas han salido bien en general. Estoy muy contenta con la manera en la que está yendo todo. Los deportistas somos muy exigentes y queremos cada vez más. Quizás podrían haber salido mejor la OCC y el mundial de Innsbruck, pero cuando luego te paras y repasas todo, si hago ese ejercicio de introspección, de balance del trabajo realizado y de los resultados obtenidos, en mi caso, tengo que estar contenta. Hay que tener en cuenta que los resultados no dependen únicamente de lo que tú trabajes. Esto claro que es importante, pero hay otros factores. En una carrera puede haber competidoras que corran más que tú. Si me he puesto un objetivo y he entrenado bien, tengo que estar satisfecha, independientemente del puesto.
K: Claro, pero es que conseguir dos podios en pruebas de Copa del Mundo, como Calamorro Skyrace o Louzan Skyrace, un quinto en Gorbeia Suzien y un séptimo en Limone Extreme es algo excepcional. Hay que estar ahí para conseguirlo.
I: Sí, Juanmi. Muchas veces se trata de estar en el lugar adecuado en el momento preciso.
K: Imagino que vuelves este año a UTMB, ¿no?
I: Sí, estaré en la OCC. Me tocó el sorteo y tengo que aprovechar. Además, la carrera y el ambiente me gustaron mucho. El año pasado fui un poco a ver, a hacer mi primera carrera de 55 kilómetros, una distancia que no controlaba y a la que tenía muchísimo respeto. Creo que fui un poco reservona, sobre todo al principio. Luego, lo agradecí, porque en la segunda parte de la carrera pude hacer muy buenos parciales y llegar a meta bastante entera. Este año, como la conozco mejor, me gustaría apostar un poco más para ver si puedo colarme en el top-10 o, por qué no, entre las cinco primeras.
K: Te iba a preguntar qué habías aprendido durante este año, pero ya me estás respondiendo.
I: Hay algo que no cambiaría que es seguir gestionando las carreras de la forma en la que lo hago, pero quizás debo arriesgar un poco más. Ahora tengo más experiencia; no serán mis primeras carreras largas. Ya he hecho tres o cuatro en los últimos dos años y eso, al final, te da bagaje. También hay que sumar que tengo un año más de entrenamiento. No he sido atleta desde pequeña, por lo que no tengo una base anterior. La estoy construyendo ahora y pienso que el año pasado fue muy bueno a nivel de entrenamiento. Espero que salga este año. También he identificado mi talón de Aquiles: las subidas. Ya lo sabía, pero ahora soy de alguna manera más consciente. Sé dónde puedo mejorar y eso es muy importante para entrenarlo. Es fundamental saber qué tiene una de bueno y qué no tanto para trabajarlo.
K: Las subidas…
I: En las carreras, en los tramos en bajada o en llano no tengo problemas. Las diferencias con las primeras son mínimas o no existen. Pero sí que veo una diferencia de rendimiento en los ascensos. Las primeras clasificadas me sacan un tiempo que luego no soy capaz de recuperar en las bajadas. Lo bueno es que se supone que eso es mejorable con entrenamiento.
“Los deportistas somos muy exigentes y queremos cada vez más. Quizás podrían haber salido mejor la OCC y el mundial de Innsbruck, pero cuando luego te paras y repasas todo, si hago ese ejercicio de introspección, de balance del trabajo realizado y de los resultados obtenidos, en mi caso, tengo que estar contenta. Hay que tener en cuenta que los resultados no dependen únicamente de lo que tú trabajes. Esto claro que es importante, pero hay otros factores. En una carrera puede haber competidoras que corran más que tú. Si me he puesto un objetivo y he entrenado bien, tengo que estar satisfecha, independientemente del puesto”.
K: ¿Qué tipo de trabajo estás haciendo para mejorar este aspecto?
I: Subir y subir. No queda otra.
K: Tanto subidas largas, de 30 minutos o más, como con series cortas, ¿no?
I: Eso es. En función del bloque de entrenamiento que estemos trabajando, hago series cortas o largas. Eso me lo lleva Manu, que es el jefe [Ikram se refiere al también corredor de montaña, Manu Anguita, su pareja y entrenador]. Cuando se acerca la competición, busco subidas específicas y similares a las que me voy a encontrar. Si son más de andar, pues ando, que eso también hay que trabajarlo. Hay que saber andar rápido. No es lo mismo hacer senderismo que competir. En eso me gusta mucho Oihana [Entendemos que Ikram se refiere a Oihana Kortazar].
K: Es así. En entrenamientos, muchas veces intentamos subir corriendo, punteando, cuando luego en carrera, por las fuerzas y el cansancio, la realidad es otra.
I: Eso es. Manu me lo dice mucho. A veces es bueno el punteo para interiorizar el gesto, pero también hay que hacer trabajo específico, sobre todo cuando se acerca una competición de este tipo, como es el caso de Calamorro Skyrace. En esos momentos, meto subidas más específicas, con más pendiente, que me obligan a andar, no sólo a correr.
K: Imagino que el trabajo de fuerza también es importantísimo para mejorar en las subidas.
I: Sí, claro. Trabajo la fuerza más a conciencia desde hace ya dos años. Son dos días a la semana en los que no fallo porque es importante a nivel de prevención de lesiones. Cuando no puedes doblar entrenamiento, tienes la sensación de que estás sacrificando una sesión de resistencia, pero pienso que, si eso me va a ayudar a evitar las lesiones, merece la pena. Y luego también está el factor de mejora en las subidas gracias al trabajo de fuerza. En mi caso, mi factor limitante en este aspecto de las carreras es que no llego a mis máximas pulsaciones por fatiga muscular. Estoy notando que este año me cuesta algo menos, lo que es señal de que estoy mejorando y de que cada vez soy capaz de aguantar más muscularmente y por tanto de acelerar mi pulso. También, en la misma sesión, además del tren inferior, trabajo el superior, porque al final buscamos mejorar la condición física general. En carreras, hay veces en las que tengo que tirar de una cuerda o ayudarme de las manos para subir. Suelo trabajar con peso y velocidad rápida de ejecución. Hago unas siete u ocho repeticiones, dejando fuerza en la recámara. Es decir, justo ese peso que cuesta pero que no te hace llegar al fallo muscular, más que nada porque al día siguiente puedo correr. Es buscar la mejora en la potencia. También, todo depende del momento de la temporada. Este año, por ejemplo, no he trabajado tanto la fuerza máxima, en la que, con bastante peso, sólo hacía cuatro o cinco repeticiones. No me importaba generar tanta fatiga porque el objetivo era precisamente ese, darle prioridad a la fuerza máxima. En pretemporada, cuando no hay competiciones, no me importa esa fatiga, pero conforme se acerca la competición, los ejercicios son más de potencia.
“Estaré en la OCC. Me tocó el sorteo y tengo que aprovechar. Además, la carrera y el ambiente me gustaron mucho. El año pasado fui un poco a ver, a hacer mi primera carrera de 55 kilómetros, una distancia que no controlaba y a la que tenía muchísimo respeto. Creo que fui un poco reservona, sobre todo al principio. Luego, lo agradecí, porque en la segunda parte de la carrera pude hacer muy buenos parciales y llegar a meta bastante entera. Este año me gustaría apostar un poco más para ver si puedo colarme en el top-10 o, por qué no, entre las cinco primeras”.
K: ¿Cuál es tu planificación competitiva para este año? ¿Qué carreras tienes pensadas? Si vas a Calamorro Skyrace, imagino que es porque el circuito de las Skyrunner World Series entra en tus planes.
I: Sí, en principio, haré algunas carreras de este circuito. Si todo va bien, después de Calamorro, me gustaría ir a dos que hay en Francia en mayo [Skyrace des Matheysins y Skyrace des Gorges du Tarn]. Luego corto y voy a la Marathon du Mont-Blanc y a la OCC de UTMB, para más tarde volver a las Skyrunner World Series. Haría alguna más para poder completar las cuatro que creo que son necesarias para poder ir a la final.
K: ¿Y con la selección española?
I: Este año, decidí no intentarlo cuando estuve mirando el calendario. Por eso no he estado en el Campeonato de España de la RFEA ni en el de la FEDME. El europeo este año son 60 kilómetros en mayo, si no me equivoco. Y aunque vaya a la OCC, la distancia no me atraía mucho. Sí que tenía en mente el de la FEDME, pero, al tocarme la OCC, no puedo ir porque es una semana después. El año que viene, espero que sí. Todo no se puede hacer. Evidentemente, ir con la selección es una grandísima oportunidad, pero a veces tenemos que elegir. Si todo va bien y mi cuerpo me lo permite, cada año puedo intentar una u otra cosa.
[A los días de esta charla, Ikram nos llamó para decirnos que finalmente sí estaría en el Campeonato de España de la RFEA, donde se hizo con una tercera posición en la modalidad Classic].
K: Ikram, cambio de tema. La última vez que hablamos me decías que, aunque habías probado las Millet Intense en algún shooting, aún no las habías recibido para haber podido competir con ellas. Sí que me dijiste que tus primeras sensaciones fueron muy buenas en cuanto a ajuste y a agarre. Ya sí que has podido probarlas bien en carrera. ¿Qué tal?
I: La verdad es que muy bien. Las últimas cuatro carreras del año pasado ya fueron con las Intense. Debuté con ellas en la OCC. Son muy ligeras. A mí que lo que más me gusta es bajar, noto la misma protección que con otras zapatillas que no son tan livianas. Sigo bajando igual e incluso he mejorado tiempos en algunos segmentos. Eso es muy importante, pues, como te he dicho, las bajadas son fundamentales para mí.
K: ¿Qué tal con el apoyo de Millet? Llevas ya un tiempo considerable. ¿Te tratan bien? [Risas].
I: Este es mi tercer año con ellos y estoy muy contenta. Están muy pendientes de mí sin meterse en mi calendario competitivo. El material es excelente y como marca me gusta muchísimo. Me miman. Han apostado por mí y yo por ellos. Espero que la relación sea muy larga.
K: El otro día vi en tu perfil de Instagram que habías sido galardonada en los Premios por la Igualdad del Valle de Lecrín. Cuando hablamos la última vez, comentábamos todas las dificultades que tuviste cuando de niña llegaste a España. Imagino que una distinción como esta será importante para ti y para poder dar visibilidad a la igualdad. Quizás en este deporte haya menos problemas relacionados con este tema que en otros, como el fútbol.
I: En mi caso particular, no he notado desigualdad en el trail. He tenido la suerte de dar con gente que siempre me ha tratado por igual, aunque sé que hay otras personas que sí que han tenido más problemas. El premio era por la igualdad de la mujer. Elegían a algunas que hubieran superado obstáculos. Lo que yo hago, no es que sea muy importante, pero querían valorar todo lo que tuve que superar cuando de pequeña me vine a vivir a un país diferente y aprender un nuevo idioma para seguir adelante, además de mis logros deportivos. Para mí, el Valle de Lecrín es mi pueblo, mi casa. Me siento de aquí. Llevo ya 17 años. Este premio ha sido como recibir un abrazo cálido a esa niña de 11 años, como sentir que me aprecian y que me tienen en cuenta. A veces, es bueno que te lo recuerden.
“No he sido atleta desde pequeña, por lo que no tengo una base anterior. La estoy construyendo ahora y pienso que el año pasado fue muy bueno a nivel de entrenamiento. Espero que salga este año. También he identificado mi talón de Aquiles: las subidas. Ya lo sabía, pero ahora soy de alguna manera más consciente. Sé dónde puedo mejorar y eso es muy importante para entrenarlo. Es fundamental saber qué tiene una de bueno y qué no tanto para trabajarlo”.
K: Un abrazo muy fuerte. Dale otro a Manu de mi parte, por favor.
I: Así lo haré. Gracias por todo, Juanmi.
K: A ti siempre.
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