IKRAM RHARSALLA. Un ejemplo a seguir

IKRAM RHARSALLA. Un ejemplo a seguir

 

Por las mañanas iba al colegio; por las tardes cuidaba de sus cinco hermanos mientras su madre trabajaba limpiando escuelas. Ikram llegó a España con sólo 11 años para iniciar una nueva vida. No es fácil en un país con una cultura diferente cuando no sabes decir ni una sola palabra y sientes rechazo en tus compañeros de colegio por el simple hecho de ser marroquí. Seguro que esta circunstancia forjó el carácter de una corredora que este año se ha proclamado subcampeona de España y ha conseguido un tercer puesto en la prueba inaugural de las Skyrunner World Series. En breve, estará representando a la selección española en el mundial de Innsbruck. Hablamos con la corredora de Millet sobre estas y otras cuestiones. Mucha suerte, Ikram.

 

Por Kissthemountain

 

 

 Kissthemountain: Hola, Ikram. Vienes de entrenar, ¿no?

Ikram: Sí, hoy he hecho la tirada larga de la semana. He estado por la zona de Güéjar Sierra [pueblo de la provincia de Granada donde se encuentra una de las puertas de acceso al Parque Nacional de Sierra Nevada], por Los Presidiarios y el refugio de Peña Partida. Al final, han salido más kilómetros de los que queríamos.

K: ¿Has subido hasta el refugio?

I: Sí, por esa zona.

K: La subida de Los Presidiarios es impresionante. Cuando llegas arriba, enseguida pueden verse las caras norte del Mulhacén, Veleta y La Alcazaba. Llevo mucho tiempo sin ir por ahí.

I: Esa ruta está muy bien. Y en esta época del año está preciosa, aunque nos ha hecho un poco de calor. 

K: ¿Cuántos kilómetros han salido?

I: 40 y 2.100 metros de desnivel positivo. Ha sido un buen entrenamiento de cara al mundial de Innsbruck. Ya se han acabado las tiradas largas. 

K: Entrenamiento llevas de sobra, porque entre Calamorro Skyrace y esta sesión ya has acumulado volumen más que suficiente.

I: Sí, y la semana pasada también hice un entrenamiento muy potente por el Caballo [pico más meridional de Sierra Nevada con una altitud de 3.011 metros] con 2.800 metros positivos. Ahora tocan entrenamientos más cortos, empezar a bajar de intensidad y tratar de asimilar las cargas para llegar con ganas. No hay que quemarse. Estoy a tiempo de afinar ya que la carrera es el día 8 de junio.

K: Vas con la selección española, ¿no?

I: Sí, eso es.

K: Ahora hablamos de eso, pero antes, ¿tienes estudios de la rama sanitaria o estoy equivocado?

I: Quería haber hecho medicina, pero al final me decidí por Estadística por diversas circunstancias.

 

 

 

K: ¿Trabajas en eso?

I: No, este año sigo en el supermercado y estoy haciendo un máster online en análisis de datos. Quiero seguir formándome para optar a un puesto de trabajo relacionado con mis estudios. La tienda me permite tener cierta flexibilidad de horarios y además no me requiere mucha energía mental que necesito para el máster. Estoy en el supermercado de la madre de Manu [Ikram se refiere a su pareja, el corredor Manuel Anguita]. A ella le viene bien y a nosotros también por la libertad que nos da. Manu y yo nos podemos cubrir. 

K: Has empezado el año genial. Hiciste segunda en el Campeonato de España del Trail Las Palomas, has sido campeona de Andalucía en la Abades Stone Race y te hiciste con un tercer puesto en la prueba inaugural de las Skyrunner World Series, en Calamorro Skyrace. Imagino que estarás muy contenta.

I: Sí, hasta ahora está siendo un año muy bueno. Esperemos que siga así. Muchas veces estás fuerte y las cosas no salen. Influyen muchos factores que han jugado a mi favor. 

K: El entrenamiento está saliendo. Tienes que sentirte afortunada. Siempre dices que algunas de las claves de tu progresión están en el entorno que te rodea y en la continuidad y la constancia. 

I: Sinceramente, mi rendimiento es fruto del entorno que me rodea, que es muy favorable. Manu y su hermano [el también corredor, Fran Anguita] son atletas, otra gente con la que me junto también, tengo montaña muy cerca… Al final, se me hace, entre comillas, fácil y llevadero para poder tener esa continuidad. Esto no tiene muchos secretos. Conocí a Manu en 2015. Él me enseñó la montaña esa misma semana. No entrenaba con continuidad. Salía un día con él y luego podía estar un mes sin volver a correr. Hasta 2019 no decidí tomármelo en serio. Cuando llega la continuidad y te respetan las lesiones, se progresa mucho.

K: ¿Vas a hacer Copa del Mundo de Skyrunning?

I: En un principio iba a ser así, pero ahora, hasta que no termine el mundial, no sé lo que haré, porque también tengo la OCC en UTMB y quiero ir poco a poco, viendo cómo evoluciona todo. Si termino bien el mundial, sin molestias, y me veo con fuerzas, quizás vaya a la siguiente de Copa del Mundo para ir cogiendo los puntos necesarios para poder hacer un buen papel en la clasificación final, pero lo iré viendo sobre la marcha, dejándome llevar. Es lo mismo que hago con el entrenamiento. Tengo cierto plan, pero cada día cuando me levanto veo cómo estoy y, en función de eso, entreno, olvidándome un poco de lo planificado en el papel. Me preparé un calendario de competición al principio que por ahora se está cumpliendo, pero no me importa adaptarlo. 

 

 

 

K: Tu experiencia el año pasado en Copa del Mundo fue muy buena. Te vi en Gorbeia Suzien, que era la Skymasters [prueba final y decisoria de las Skyrunner World Series] y te salió muy buena carrera [Ikram entró en meta en quinta posición]. Además, he oído por ahí que una de las experiencias que te hicieron hacerte corredora de montaña de una manera más seria fue, acompañando a Manu, ver a Sheila Avilés entrando en la meta de Livigno Skymarathon. En 2019, debutaste en este circuito en la Zac Up Skyrace, con una undécima posición. Al final, parece que el destino te lleva ahí. Imagino que te gustarán las carreras más técnicas.

I: Me gustan las carreras técnicas por las bajadas, porque subiendo todavía me cuesta. ¡Madre mía! Sufro mucho. Cuando acompañaba a Manu mientras él hacía Copa del Mundo, veía que me encantaba, sobre todo por las vistas. La tecnicidad es algo que me gusta porque veo que me muevo bien, pero depende del grado de tecnicismo, ¿eh? [Risas]. Es lo que más me llama la atención. Por eso, el año pasado hice algunas pruebas de la Copa del Mundo. También porque tuve el apoyo de Millet. Si no es así, no hubiera podido ni planteármelo.

 

“Mi llegada a este país fue muy complicada porque supuso un cambio muy grande en mi vida y en la de mi familia. Tuve que dejarlo todo, a mis abuelos, a amigos… Y tengo que decir que yo he tenido suerte porque pude venir con mis padres y mis hermanos. Otros vienen solos. Te encuentras con una cultura totalmente diferente, un idioma en el que no sabía decir ni “hola”… La escuela tampoco fue fácil, porque algunos niños a esas edades son crueles por verte diferente. He pasado de todo y he sentido rechazo de mis compañeros por ser marroquí. Poco a poco, me fui adaptando, aprendí el idioma bastante rápido y eso ayudó mucho. Me refugié en los estudios”. 

 

K: Ha salido el nombre de Manu Anguita varias veces. Yo estaba en aquella carrera del valle del Genal en 2014 donde se proclamó campeón de Andalucía y empezó todo para él. Me gustaría leerte las palabras que escribió en aquel artículo que hicimos hace tiempo sobre ti: “La lucha de una niña de 11 años que deja su tierra en busca de una vida con más oportunidades en un país, España, con una cultura y una religión diferente. La lucha en el colegio por el simple hecho de no hablar español o tener otras creencias. La lucha por ayudar a su madre a criar y sacar adelante a sus cinco hermanos. La lucha por ser respetada por llevar velo o decidir quitárselo. La lucha por destacar en atletismo siendo una niña con victorias en 200 y 400 metros lisos y no tener el apoyo por sus circunstancias. La lucha que conlleva soñar a lo grande en Zac Up Skyrace (Italia, 2019), con tan sólo tres meses de preparación, para meterse entre las mejores skyrunners del momento. La lucha de una mujer que muy a pesar de las circunstancias siempre tiene una sonrisa dulce y alegre“. 

I: Me encantó.

 

 

 

K: En relación a estas palabras, quería entrar en cuestiones más personales, si no te importa. Da la impresión de que tu vida no ha sido para nada fácil. ¿Tienes recuerdos de cuando llegaste a España con sólo 11 años?

I: De antes no recuerdo muchas cosas, pero de España ya sí. Mi llegada a este país fue muy complicada porque supuso un cambio muy grande en mi vida y en la de mi familia. Tuve que dejarlo todo, a mis abuelos, a amigos… Y tengo que decir que yo he tenido suerte porque pude venir con mis padres y mis hermanos. Otros vienen solos. Te encuentras con una cultura totalmente diferente, un idioma en el que no sabía decir ni “hola”… La escuela tampoco fue fácil, porque algunos niños a esas edades son crueles por verte diferente. No saben cómo actuar y hacen daño. He pasado de todo y he sentido rechazo de mis compañeros por ser marroquí. Poco a poco, me fui adaptando, aprendí el idioma bastante rápido y eso ayudó mucho. Me refugié en los estudios. Tenía facilidad, sobre todo en matemáticas ya que al final los números son iguales en cualquier idioma. Además, mi profesor Don Isidoro hablaba francés y eso me ayudaba. Los estudios fueron un lugar al que acudir y donde destacaba. Vengo de una familia muy humilde, con las dificultades que pueden tener muchas otras con pocos recursos. Ha sido duro, pero también te quiero decir que soy afortunada, porque vivir en España me ha abierto muchas puertas. Si me hubiera quedado en Marruecos, seguramente no habría llegado a tener estudios universitarios. Aquí todo el mundo puede estudiar; en Marruecos, sólo la gente con mucho dinero. 

 

“Mis hermanos eran muy pequeños cuando llegamos aquí. Mi madre tuvo que empezar a trabajar limpiando escuelas. Imagínate. Había que sacar todo adelante. Mientras ella trabajaba, yo cuidaba de mis hermanos. Con 11 años cocinaba y hacía de todo en casa. Por la mañana iba al colegio y por las tardes estaba pendiente de mis hermanos”. 

 

K: Imagino que tus padres intentaron venir a España buscando mejor vida para ellos y para sus hijos.

I: Mi padre, en su momento, vivía ya aquí. Trabajaba como vendedor ambulante. Pudo reunirnos cuando yo tenía 11 años, que fue cuando vine con mi madre y mis hermanos.

K: ¿Tú eres la mayor?

I: Sí.

K: ¿Están todos por aquí?

I: Sí. Bueno, una está en Francia, pues se casó, y otra es enfermera en Pamplona. Los otros dos hermanos y mi hermana pequeña viven con mi madre aquí.

K: ¿Lo que comentaba Manu de que tuviste que ayudar a tu madre a sacar adelante a tus cinco hermanos se refería a cuando vivíais en Marruecos?

I: Aquí también. La única que nació en España fue mi hermana pequeña. Mis hermanos eran muy pequeños cuando llegamos aquí. Mi madre tuvo que empezar a trabajar limpiando escuelas. Imagínate. Había que sacar todo adelante. Mientras ella trabajaba, yo cuidaba de mis hermanos. Con 11 años cocinaba y hacía de todo en casa. ¿Sabes lo que te digo?

K: Claro, la necesidad manda. Si tu madre tenía que irse a trabajar, no te quedaba otra.

I: Eso es. Por la mañana iba al colegio y por las tardes estaba pendiente de mis hermanos mientras mi madre trabajaba.

K: ¿Te lo agradecen ahora o son unos ingratos? [Risas].

I: Eran unos personajes. Se juntaban y se ponían en contra de mí. No me hacían ni caso [Risas]. Teníamos muchas peleas, pero ahora lo aprecian.

 

 

 

K: Es una historia bonita. Buscar una mejor vida para todos, venirse a un país con una cultura muy diferente, luchar para poco a poco ir adaptándose y ser aceptados, construir una vida… Y ahora tienes una hermana en Francia, otra trabajando en Navarra, tú también con la vida encaminada, con tu carrera y las ideas claras. Ha costado, pero al final estáis en una posición que quizás ni pensabais que podríais alcanzar.

I: Así es. A veces me pregunto qué habría sido de nosotros si no hubiéramos venido aquí. Sé que mi padre hubiera intentado que tuviéramos la posibilidad de estudiar, pero ¿hasta dónde podría haber llegado? Allí no hay ayudas públicas. Si tus padres tienen dinero, estudias; si no, nada. Tampoco hay seguridad social para cuando enfermas. Muchas veces nos quejamos de cosas que si las comparásemos con lo que se vive en otros lugares nos sonrojaríamos.

 

“Llevaba luchando por la nacionalidad mucho tiempo. En cuanto cumples 10 años viviendo aquí, con residencia en España, ya tienes derecho a solicitarla. Cuando se dio esa circunstancia, lo hice, pero no me la dieron hasta el año pasado, después de tener que recurrir incluso a abogados. Hice el Campeonato de España porque me hacía mucha ilusión ir con la selección, ya que, para mí, España es mi país. Me siento de aquí y quiero representarla en Austria”.

 

K: Y lo que me has contado: algunos niños son crueles en la escuela. Si no perteneces al grupo, tienes muchas posibilidades de que te ataquen. A ti, por ser diferente, seguro que no te trataban bien. Y menos mal que en España hemos avanzado. Creo que en la actualidad se respetan mucho más las diferencias raciales y culturales. Ahora, con 27 años, imagino que será todo más fácil para ti.

I: Creo que ahora soy más aceptada por la manera en la que soy, pero no es fácil. Sólo mi color de piel es lo que me diferencia del resto de personas en este país. No llevo velo ni otras cuestiones. Pero veo la diferencia con mis hermanas. Ellas sí lo llevan porque así lo han decidido, ya que en mi casa hemos podido elegirlo. Yo opté por no ponérmelo, aunque a veces lo usaba y otras me lo quitaba hasta que mis padres me dijeron que eso era algo más serio. Yo les he abierto esa posibilidad a mis hermanas. Ellas han optado por llevarlo por temas religiosos o por lo que sea. Veo diferente el trato de la gente hacia ellas o hacia a mí. Son mis hermanas, pero no nos tratan igual. Hay muchos avances, aunque todavía no es tan sencillo como dices.

 

 

 

K: Lo que me quieres decir es que si llevases velo y mostrases de una manera más clara tus posibles creencias religiosas, todo sería mucho más complicado, ¿no? Tienes color diferente pero la gente te respeta más que si llevases el velo.

I: Es eso exactamente, Juanmi. Lo he vivido en primera persona y en la de mis hermanas, cuando llevamos los mismos años aquí. Ellas hablan español y son muy abiertas. La única diferencia es que van más tapadas. Su forma de creer y de respetar a los demás son las mismas que la mía y, sin embargo, ellas tienen más dificultades.

K: Ikram, imagino que te hará mucha ilusión ir con la selección española.

I: Claro. Llevaba luchando por la nacionalidad mucho tiempo. En cuanto cumples 10 años viviendo aquí, con residencia en España, ya tienes derecho a solicitarla. Cuando se dio esa circunstancia, lo hice, pero no me la dieron hasta el año pasado, después de tener que recurrir incluso a abogados. Hice el Campeonato de España porque me hacía mucha ilusión ir con la selección, ya que, para mí, España es mi país. Me siento de aquí y quiero representarla en Austria.

 

 

 

K: Y en la OCC, ¿con qué expectativas vas? Es una carrera larga y el nivel será parecido o incluso superior al del mundial. ¿Crees que te puede salir una buena carrera? Imagino que por humildad no me dirás que vas a intentar ganar.

I: Al mundial o a la OCC, como a todas las carreras, voy a dar lo mejor de mí. Te mentiría si te dijera que no sueño con un buen puesto, pero, claro, todo está muy abierto y hay muchísimas corredoras que también luchan por llegar a ese día y hacerlo bien. Es muy difícil. Yo voy a intentar hacerlo lo mejor posible, entrenando bien para llegar en la forma idónea. No te puedo hablar de puestos, porque depende de ese día, del nivel que haya y de que en esa carrera estés más fuerte que nunca. 

 

“Al mundial o a la OCC, como a todas las carreras, voy a dar lo mejor de mí. Te mentiría si te dijera que no sueño con un buen puesto, pero, claro, todo está muy abierto y hay muchísimas corredoras que también luchan por llegar a ese día y hacerlo bien. Es muy difícil. Yo voy a intentar hacerlo lo mejor posible, entrenando bien para llegar en la forma idónea. No te puedo hablar de puestos, porque depende de ese día, del nivel que haya y de que en esa carrera estés más fuerte que nunca”. 

 

K: Me alegré muchísimo cuando me dijiste que estabas a punto de entrar en Millet. No sé si te acuerdas de que me acerqué a ti en la pista de atletismo para decirte que le había hablado bien de ti a una marca. Tú me diste las gracias y me dijiste que no insistiera, pues estabas a punto de unirte a Millet. ¿Te acuerdas?

I: Sí, claro que me acuerdo. Y te digo una cosa. Cuando ellos se pusieron en contacto conmigo, me dijeron que me conocían por ese artículo que publicaste en tu revista y por algunos de una revista comarcal de aquí del valle de Lecrín. Pienso que gracias a tu revista me conocieron.

K: ¿Por qué no me lo has dicho antes? ¡Qué ilusión! 

I: No sé, Juanmi, porque no ha coincidido que hablásemos de esto. 

K: ¿Qué sientes siendo parte de una marca como Millet, con más de 100 años de historia? Es una de las más grandes. ¡Es Millet! Da la impresión de que ahora están apostando mucho por el trail running en España, contigo y con Sandra Sevillano. Me imagino que será un orgullo muy grande para ti.

I: Claro, Juanmi. Sinceramente, cuando contactaron conmigo, pensaba que era una broma. No me lo creía. Estoy muy contenta y es un orgullo formar parte de esta gran marca. Tiene, como dices, muchos años de historia. Se nota muchísimo la calidad en el material que hacen. Además, me están tratando muy bien y de manera cercana desde el principio. Aún a día de hoy no me lo creo. ¡Formo parte del Team Millet! [Risas]. Estoy muy contenta de que hayan contado conmigo para ser parte del equipo en España. ¡Fue una sorpresa tan bonita! Te estoy muy agradecida, porque está claro que no fue por mis resultados. Hay que ser honesta. Cuando me dijeron que formara parte del equipo, había muchas chicas más con mejor palmarés.

K: Verían los valores que tienes. Seguro que las palabras de Manu que te he leído influyeron. Andaban buscando a alguien que representara lo que tú representas. Así que dale las gracias a Manu.

I: A todos [Risas].

K: Me has dicho que se nota mucho la calidad en el material que hacen. El otro día me comentabas que las zapatillas Intense las habías probado sólo en un shooting, pero que la ropa sí que la tienes.

I: La ropa de competir es una pasada. No he probado nunca un cinturón como ese. Otros se ensanchan, dan de sí, se mueven cuando compites, si se mojan tardan en secar… Pero este, no. Se notan muchísimo la firmeza y la transpirabilidad. También es muy duradero. No sé ni cuántas veces lo he lavado y está nuevo. La mochila es igual. Si sudas, ni se moja. Justo hoy cuando he vuelto de entrenar de Güéjar Sierra, Manu ha tendido la suya en una silla y yo la mía en otra. Él me ha dicho que la mía estaba seca y la suya chorreando. Además, no se estropea del uso. Y luego, está la ropa. Es súper ligera y muy transpirable. También, muy bonita. Los colores, el diseño… Me gusta muchísimo.

 

 

 

K: ¿Y de las zapatillas Intense? ¿Qué me puedes decir?

I: Me las van a enviar ya. Estoy deseando. No había de mi talla. Las probé en ese shooting que te dije. Fueron varios días y muchas horas. La primera impresión, más de eso no te quiero decir todavía, fue muy buena en cuanto a ligereza y ajuste. Las sentí como un guante. Eso que te pones las zapatillas y notas que se adaptan perfectamente a tu pie. Ese día que las probé, estaba el terreno mojado y me daban mucha seguridad. He calzado muchas marcas y sé de lo que hablo. Creo que me van a ir muy bien, pero no te puedo decir más. Si me llamas en unas semanas, te cuento. Seguro que me adapto bien a ellas. 

K: Ikram, desprendes una alegría y una vitalidad que es muy inspiradora. 

I: Muchas gracias, Juanmi. Me alegra mucho oírte decir esto.

K: Un beso muy fuerte. Dale otro a Manu y dile que tengo ganas de verle.

 

 

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