10 Nov Jorge Díaz-Rullo. Reflexiones tras el bon combat.
Hace unos días, Jorge Díaz-Rullo se hizo con la mítica vía El bon combat -primera ascensión de Chris Sharma-, un 9b que se unía a los logrados el año pasado con La planta de Shiva y Ali Hulk extension total sit start. Jorge nos reconoce que quizás ahora se ve más preparado para intentar su primer 9b+. Tras esta charla, no nos cabe duda de que está más cerca. Su instinto, obsesión y fortaleza mental nos indican que quizás el joven escalador es uno de los elegidos
Texto: Kissthemountain
Kissthemountain: Hola Jorge. El bon combat 9b. Chris Sharma, Jakob Schubert, Felipe Camargo y Jorge Díaz-Rullo. Casi nada. Imagino que supondrá una gran satisfacción para ti ver tu nombre junto al de estos míticos escaladores. Se une además a tus éxitos del año pasado con La planta de Shiva y Ali Hulk extension total sit start, pero en este caso, me da la impresión de que para ti ha supuesto llevar tus límites un paso más allá ya que no es una vía que se adapte a la perfección a tus cualidades. Además, creo que las circunstancias para conseguirla te han supuesto unos grandes sacrificios: vivir prácticamente a pie de vía durante dos meses, el calor, un robo… Me gustaría que en esta primera pregunta me respondieras ampliamente a unas cuestiones que quizás puedas enlazar. ¿Qué supone ver tu nombre junto al de los escaladores que he citado? ¿Qué sacrificios has tenido que atravesar para conseguirla? ¿Qué diferencias con respecto a tus otros 9b has encontrado?
Jorge Díaz-Rullo: Te reconozco que al principio me imponía bastante ver los nombres de los que habían hecho esta vía y el trabajo que les había costado. No fue fácil derribar este muro. La verdad es que para mí verme ahí es una gran motivación. Nunca pensé que llegaría a hacer vías así de duras y que me exigieran tanto. Eso me ha dado mucha más seguridad y confianza en mí mismo. Han sido muchos los sacrificios, pero en el conjunto yo me quedo con toda la lucha en general. Todo lo que me pasó, cada día y cada pegue, fue duro tanto psicológica como físicamente. Pude haberme ido a otro sitio a hacer vías que sabía que podía culminar, o haber dedicado tiempo a entrenar para ponerme más fuerte, pero lo tenía claro: antes de ganar había que perder muchas veces.
Para mí ha sido un 9b difícil. No fluyó todo a mi favor y no era una vía de mi estilo. Pero esto es muy personal. El grado me parece algo muy propio. Para el mismo Chris Sharma, que hizo el primer ascenso, fue algo totalmente diferente que para Jakob, que venía muy fuerte de prepararse las pruebas mundiales. Al final, no te acuerdas del grado, sino que te llevas el recuerdo de toda la lucha que hubo detrás hasta esa cadena. Eso nunca se olvida.
K: Además, la cuestión psicológica ha sido determinante. Sé, por lo que me dijiste cuando hablamos al día siguiente al encadenamiento, que muchas veces creías estar ante una lucha perdida. ¿Cómo consigue uno sobreponerse a estos factores? ¿Ha mejorado tu fortaleza mental respecto al año pasado? ¿Trabajas específicamente estas cuestiones más psicológicas?
J: Creo que lo que me hizo superar todas las dificultades fue la motivación. Muchos días sabía que la batalla estaba perdida. Hacía calor o humedad, o no me sentía bien físicamente, cansado, pero me olvidaba de todo esto. Siempre tenía la ilusión y las ganas de intentarlo. Sabía que a pesar de todo lo negativo y los contratiempos, podía hacerla en cualquier momento. No quería dejar de intentarlo.
Físicamente no he mejorado mucho. De hecho, dudo que pueda hacerlo mucho más entrenando lo poco que entreno, pero, sin duda, en lo que más he progresado ha sido en la fortaleza mental, que para mí es lo más importante. He aprendido a creer mucho en mí, a ver que todo es posible dedicándole tiempo y siendo perseverante. Siento que cada proyecto me enseña más. Cuanto mayor es el tiempo que me requiere, más aprendo y mejor me conozco.
Es esencial trabajar esta parte psicológica. Todos la trabajamos de una manera o de otra. Para mí, en todos los pegues, en todos los intentos y en todas las luchas, se puede trabajar. Sólo hay que dedicarle tiempo a analizar tanto lo bueno como lo malo para cambiar esto último y ponerlo a tu favor. No es nada fácil, pero para mí es necesario para poder autoexigirte más y ser capaz de llevarte al límite. El cuerpo acompaña a la mente.
K: ¿Qué papel juega en tu forma de ver la escalada la obsesión? Intuyo que cuando algo se te mete en la cabeza, es muy difícil que renuncies. ¿Estoy en lo cierto?
J: Me considero muy obsesivo y cabezón. Mi madre siempre me dice que cuando se me mete algo entre ceja y ceja… [Risas]. Me gusta no dejar cabos sueltos, y si me propongo o quiero hacer algo, intento no cerrar el círculo hasta que lo consigo. Pienso que esto puede ser bueno en ocasiones, pero en otras desde luego puede ir en tu contra. Un ejemplo se dio en El bon combat. Reconozco que muchos intentos sobraron y que algunos días malos debería de haberlos dedicado a escalar en otras vías u otros lugares, pero tenía demasiada ansia por conseguirlo como para cambiar o compaginar objetivos.
K: En el número pasado, Adam Ondra nos decía que probablemente en los próximos cinco años veremos más consecuciones de 9c. En la charla que mantuvimos contigo hace algo más de un año nos decías: “cada vez es más difícil avanzar y los saltos entre grados son más diferenciados. Creo que el salto del 9b al 9b+ es algo realmente difícil que han conseguido muy pocos escaladores. Debe de ser algo casi imposible. La verdad es que aún no me lo imagino. Pero a la vez, me gustaría pensar que puede llegar en algún momento de mi vida”. ¿Ves más cercano ahora el 9b+? ¿Crees que en los próximos cinco años puede ser tuyo algún encadenamiento de 9c del que nos hablaba Adam? Aún eres muy joven, si no me equivoco tienes 20 o 21 años. Adam consiguió Silence con unos 25 años. ¿Qué crees que te falta para dar primero el paso a 9b+ y luego a 9c? ¿Lo ves aún muy lejano o no tanto?
J: Efectivamente, cada vez es más difícil subir de nivel, pero la gente está más preparada. Ya se ha vuelto a hacer un ascenso de 9c por Alex Megos, y yo estoy seguro de que vendrán algunos más.
Ahora que he conseguido algunos 9b, y en concreto El bon combat que es una vía para nada de mi estilo, creo que puedo estar preparado para intentar un 9b+, uno que se me dé bien y se adapte a mis cualidades. Lo que no sé es lo que me va a costar. Quizás es lo que me dé un poco más de pereza proponerme porque me da la sensación de que en ese tiempo largo que tardaría en hacer 9b+ aún puedo hacer muchas más vías de menor dificultad.
Sí, tengo 21 años. Aún es pronto para saberlo, pero, desde luego, los dos que han hecho 9c, para mí, tienen un talento muy sobresaliente. Sólo los elegidos llegan a hacer esa dificultad. De momento ese nivel lo veo realmente lejos.
K: Jorge, ¿te ganas la vida de alguna manera aparte de con la escalada? ¿Te ves próximo o estás ya cerca de la profesionalización a nivel de esta disciplina deportiva? Y esta pregunta quizás sería la más difícil… ¿Crees que con más medios económicos el avance en grado sería relativamente más fácil?
J: Mi vida ahora gira alrededor de este deporte. No me veo en otro estilo de vida. Actualmente trabajo en Indoorwall Leganés, en Madrid, como equipador, pero tengo bastante tiempo para dedicarme a la escalada. Siempre fue mi sueño, y creo que el de todo escalador, dedicarme profesionalmente a esto. Aún me falta un poco, pero espero algún día poderlo hacer al 100%.
Sin duda, ayudaría la profesionalización a hacer ciertos proyectos, pero a la vez no lo es todo. Tener más tiempo no quiere decir que estés preparado para dedicárselo a algo específico. Si no tienes dinero suficiente está claro que no puedes viajar todo lo que uno quisiera. Yo de momento me tengo que conformar con escalar por España. ¡No es poco! Cuando tenga oportunidad de hacer viajes, ya veré. Son demasiados los sitios que quiero conocer.
K: “Para mí es más importante el tema mental que el físico y la técnica. Siempre hago ejercicios para superar mentalmente a los proyectos. La gente no lo cree, pero desde mi punto de vista no sirve de mucho tirar 10 dominadas a un brazo o ser una persona muy técnica si te caes chapando una reunión por nervios. También me centro mucho, a veces demasiado, en sacar los métodos más eficientes de una vía para cansarme lo menos posible e intentar escalar con un muy buen ritmo que me canse lo menos posible y que raye la perfección. Es verdad que también sigo mi instinto siempre. Me guía a la hora de usar un método u otro, o para saber si merece la pena ser insistente, e incluso en la estrategia que indica si hay que dar otro pegue o no”. Esta fue tu respuesta a la pregunta sobre tu forma de ver la escalada. Me quedé con las ganas de que entrases en más detalle en lo relativo al instinto. ¿Cómo se manifiesta en ti el instinto?
J: El instinto siempre viene de dentro. Cada uno tiene uno propio. Unas veces mi instinto falla; otras veces no, pero me he dado cuenta de que con la experiencia el instinto es cada vez más eficaz. Quizás esto es uno de los encantos del deporte: la incertidumbre, el saber si lo consigues o no… Pero ahí es donde salen el instinto y los pensamientos. Para mí esto es esencial. Tener claro si puedes conseguirlo, tener claro si vas a dar un pegue eficaz o vas a darlo cansado, si un determinado método se adapta más a ti que otro…
K: Scarpa, E9, Mushroompads, Climbskin y ahora Petzl. No sé si me dejo alguno más. ¿Supone un empujón para tu carrera que estas marcas confíen en ti? Sé que admiras a Chris Sharma y a Dani Andrada. Ahora compartes con ellos patrocinador con Petzl.
J: Sin duda es un gran empujón para mí. Tener esa ayuda y, sobre todo, esa confianza ha hecho que pueda dedicarle un poco más a este deporte. Para mí Chris y Dani son ejemplos a seguir. Pienso que cada uno a su manera ha aportado diferentes cosas a este deporte. Ambos tienen toda mi admiración.
K: Jorge, ya por último… ¿Ahora qué? ¿Tienes en mente algún proyecto en mente o toca relajar un tiempo para estar con tu familia y tus amigos? Porque imagino que echarás de menos otros aspectos de la vida alejados de la escalada.
J: Exacto. Llevo mucho tiempo sin ver a la familia y me encantaría estar una temporada con ellos. El resto es ir improvisando. No me gusta planificarme viajes ni vías que aún no he probado. Todo llega. No hay prisa. Cuando me dé por intentar algo iré a muerte a por ello, pero la decisión y las ganas vendrán solas. Ahora de momento estoy disfrutando por Margalef unos días. Los deberes aquí son infinitos. [Risas].
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