20 Jun MARTA MARTÍNEZ ABELLÁN. La importancia de tener una mente clara
Cuando uno habla con una corredora que no conoce muy bien, pueden salir aspectos inesperados en la conversación realmente valiosos. Ha sido el caso de esta charla con Marta Martínez. Al principio, hablamos de sus comienzos, de su victoria en el Campeonato de Europa de Skyrunning del año pasado, de sus objetivos y ambiciones para esta temporada… Y, de repente, conocemos la importancia que la corredora de La Sportiva da al trabajo con psicólogos, tanto para sentir motivación en los entrenamientos como para competir. De esta conversación hay mucho que aprender. Gracias, Marta.
Por Kissthemountain
Marta Martínez: Hola, Juanmi. ¿Cómo estás?
Kissthemountain: Muy bien, Marta. ¿Y tú? ¿Has entrenado ya hoy?
M: Sí, justo cuando íbamos a empezar estaba medio lloviendo. Hemos subido a casa a tomar un café. Parecía que la lluvia nos quería asustar, pero al final paró un poco y pudimos aprovechar.
K: ¿Qué has hecho? ¿Un rodaje largo?
M: No, como este fin de semana compito en Zegama, el domingo empezamos con la descarga [Esta conversación tuvo lugar días antes de Zegama Aizkorri Maratoia, en la que Marta se hizo con la tercera posición]. Hoy tocaba una hora de bicicleta. En lugar de hacerla en el gimnasio, he preferido salir a la calle. He estado con Greta. [Marta se refiere a la también corredora y recientemente campeona de España Greta García].
K: Entrenáis mucho juntas, ¿no? Lo veo por vuestras redes sociales.
M: Nos conocimos hace más o menos tres años en una carrera y, la verdad, cada vez nos llevamos mejor. Al final, esto une un montón. Tenemos una mentalidad parecida y nos tomamos este deporte bastante en serio, a pesar de tener que compaginarlo con el trabajo y con nuestras vidas. Entre las dos, nos damos mucha fuerza. No sé si sabías que ha tenido síndrome compartimental. El lunes, después de ganar el Campeonato de España, se encontró mal. Ha estado ingresada una semana.
K: ¿Está ya mejor?
M: Sí, porque se lo cogieron a tiempo. Si no, a saber…
K: He oído que actualmente trabajas en Decathlon.
M: Sí, en Oviedo.
K: No debe de ser fácil encontrar tiempo para entrenar. Además, creo que también tienes hijos.
M: Una niña de cuatro años. Hay que hacer malabares todo el día. Mi pareja también trabaja en el mismo sitio. Es difícil organizarse con esta situación, en la que cada tres meses tenemos horarios nuevos.
K: Creo que este es tu décimo año corriendo por la montaña. Si no estoy equivocado, en 2015 hiciste tu primera carrera en Serra Grossa Trail, en Alicante. Ha llovido ya desde entonces. Por el camino, tienes resultados importantes como varios campeonatos de Asturias (2021, 2022 y 2023), campeona de la Copa de España en línea en 2022, una participación en el Campeonato del Mundo Sky en La Veia Skyrace, en Italia [18ª posición], también en 2022, y, ya el año pasado participaste en pruebas de las Golden Trail World Series como la Marathon du Mont-Blanc [16ª], Sierre Zinal [27ª] y en Zegama Aizkorri Maratoia, con un grandísimo octavo puesto. Por encima de todos estos resultados, destaca esa primera posición en el Campeonato de Europa de Skyrunning en Prokletije Skyrace (Montenegro). Da la impresión de que es una progresión bien marcada, con distancias cortas hasta 2021, y con una eclosión en 2022 que tiene su punto culminante el año pasado con el campeonato europeo. ¿Qué ocurre en 2022 y en 2023? ¿A qué se debe esta gran mejora?
M: Sabes mejor que yo mi primera carrera de trail. No la recordaba. Empecé porque mi padre corría y a veces iba con él. No entrenaba nada. Así que empecé a correr de aquella manera. Fue pasando el tiempo y seguía haciendo carreras cortas que no me exigían más entrenamiento, ya que bastaba con mi estado físico, que no era malo porque siempre he hecho deporte. Hubo un momento en el que la FEMPA [Federación de Montaña de Asturias] realizó un proyecto para captar a algunos corredores y ayudarles en su progresión. Yo entré. De hacer un poco lo que me daba la gana, me vi con una persona que nos planificaba entrenamientos. Siempre he sido muy disciplinada y tener una a alguien que se molestaba en realizar este trabajo me hizo tomarme el deporte algo más en serio. Nos propusieron hacer el Campeonato de España en Sierra Magina. Creo que eran 25 kilómetros. Para mí, que lo máximo que hacía eran 15, fue algo muy fuerte. Lo preparé como pude y creo que quedé la 18ª. Después, vino el Covid. O puede que fuese antes. Confundo las cosas [Risas]. En el siguiente Campeonato de España, en Camovi, quedé la tercera. Con la FEMPA, estábamos corriendo la Copa de España. Nos facilitaban todas las cosas, incluso los viajes. Gané esa Copa de España y fue como un gran punto de inflexión que me ha llevado a tener esos grandes resultados durante los dos últimos años.
K: ¿Qué supuso para ti ese Campeonato de Europa en Montenegro? Has tenido ya tiempo para asimilarlo. Imagino que lo consideras tu resultado más importante. ¿Qué recuerdas de tu entrada en meta y de los días o semanas posteriores?
M: Mi victoria en el Campeonato de Europa fue muy emocionante e importante. El año anterior, había estado convocada con la selección española para el mundial en Italia. Me quedé con muy mal sabor de boca porque no salieron las cosas como quería. Tuve problemas inesperados de calambres a los que no les encontraba explicación. Así que el europeo fue como quitarme la espina y decirme que ahora sí. De hecho, eso fue lo primero que le dije al seleccionador cuando me reencontré con él tras la carrera. También que se la debía porque en el mundial no había cumplido con lo que para mí correspondía. Fue un cúmulo de emociones muy grande ver a mis compañeras con las que había compartido la decepción del año anterior.
K: Puede que ese resultado haya sido el que te ha hecho entrar en un equipo de primer nivel como es el de La Sportiva.
M: Igual me equivoco, pero creo que es posible que les llamará su atención mi carrera en Zegama. Ese octavo puesto fue también algo muy importante para mí. El año pasado, teníamos realmente previsto hacer las Skyrunner World Series, pero por el proyecto de la FEMPA tuve la posibilidad de correr en Zegama. Meterme en un top-10 le dio la vuelta a todo. Se me abrieron las puertas para las Golden Trail World Series. Tenía los gastos cubiertos para ir a la Marathon du Mont-Blanc. Todo se enlazó. También por ese resultado, por criterios técnicos, pude ir con la selección española al europeo de Montenegro. Supongo que La Sportiva también vería el buen resultado que estaba haciendo en las Golden. En el cómputo global, con el excelente nivel que hay en este circuito, conseguí hacerme con la 11ª posición.
“Hubo un momento en el que la FEMPA realizó un proyecto para captar a algunos corredores y ayudarles en su progresión. Yo entré. De hacer un poco lo que me daba la gana, me vi con una persona que nos planificaba entrenamientos. Siempre he sido muy disciplinada y tener una a alguien que se molestaba en realizar este trabajo me hizo tomarme el deporte algo más en serio. Con la FEMPA, estábamos corriendo la Copa de España. Nos facilitaban todas las cosas, incluso los viajes. Gané esa Copa de España y fue como un gran punto de inflexión que me ha llevado a tener esos grandes resultados durante los dos últimos años”.
K: Ahora vuelves a Zegama…
M: El año pasado no me esperaba ese resultado. Cuando me preguntaban, respondía que con estar entre las 20 primeras ya sería un resultado genial. De hecho, en Sancti Spiritu, iría más o menos en esa posición. El día me benefició mucho pues estoy acostumbrada a que las condiciones sean malas y a pelear con el barro y con estas dificultades. Fui remontando posiciones y en meta no sabía ni cómo había entrado. Este año decidí centrarme en muchos menos objetivos. Si todo va bien, correré en cuatro carreras de las Golden para entrar en la final. Tengo 36 años y mi recuperación no es como la de una chica de 20. Ya he hecho la de Japón [Kobe Trail, en la que Marta entró en 7ª posición] y la de China [Four Sisters Mountain Trail, 13ª]. Ahora haré Zegama y luego iré a Tatra Sky Marathon, en Polonia. También, estaré en La Sportiva Lavaredo Ultra Trail. Eso es todo.
K: ¿No competirás en ninguna distancia de UTMB?
M: No, este año no toca. Habrá otros.
K: ¿Cómo andas de presión?
M: Por parte de La Sportiva, no siento ninguna. Al contrario, estoy realmente cómoda con ellos. Al final, hago lo que puedo. Me refiero a que entreno todo lo posible. A más, no llego. Estando tranquila conmigo misma, siento que ellos confían en mí. No siento ninguna presión. La presión la puedes tener cuando vas a medias, pensando que podrías haber hecho más. No es mi caso. Tengo trabajo y una niña. Además, ni mis padres ni los de mi pareja viven en nuestra misma ciudad, con lo que no contamos prácticamente con ayuda.
K: ¿Cómo ha sido tu experiencia en las dos pruebas que llevas de las GTWS? Ya habías competido en varias carreras de este circuito el año pasado. ¿Qué esperas para este temporada? ¿Crees que puedes estar en lo más alto o sigue siendo una especie de aprendizaje para ti?
M: El año pasado, como te he dicho, el circuito apareció por sorpresa. Prácticamente, me encontré con esa octava posición en Zegama. A partir de ahí, me lo tomé de forma exigente, pero disfrutando y viviendo experiencias. En esta temporada, la elección de las GTWS sí que ha sido más a consciencia, pensando en que quiero intentar carreras donde pueda puntuar bien. En Japón, fue así, una carrera que se ajustaba bien a mis condiciones por su dureza. En China, fue otra cosa por la altitud. No he entrenado en mi vida en esas condiciones. No sabía que esta carrera era así. Si no, igual me habría vuelto a España después de Japón. Pero, al estar por allí, pensaba que era buena oportunidad para tener ya dos carreras. El resultado de China me lastró, aunque la posición es mejor que todas menos una de las que logré el año pasado. Si tuviera tiempo, me gustaría ir a las de Estados Unidos, pero, por mi trabajo, es inviable. A ver qué ocurre con Zegama y con la carrera de Polonia. Creo que puedo sacar buenos resultados. El nivel será altísimo, pero este año me estoy tomando todo mucho más en serio para estar ahí arriba. Mi objetivo es hacer top-10 final para poder ir a la prueba definitiva.
“Mi victoria en el Campeonato de Europa fue muy emocionante e importante. El año anterior, había estado convocada con la selección española para el mundial en Italia. Me quedé con muy mal sabor de boca porque no salieron las cosas como quería. Tuve problemas inesperados de calambres a los que no les encontraba explicación. Así que el europeo fue como quitarme la espina y decirme que ahora sí. De hecho, eso fue lo primero que le dije al seleccionador cuando me reencontré con él tras la carrera. También que se la debía porque en el mundial no había cumplido con lo que para mí correspondía”.
K: ¿En qué te ves más fuerte y en qué crees que tienes margen de mejora?
M: Mis puntos fuertes y débiles se vieron bien en Japón. Eran 21 kilómetros con 2.100 metros de desnivel positivo. Una carrera muy dura con bajadas bastante técnicas y subidas en su mayoría de caminar. Vi que, en las bajadas, las mejores no me sacaban tanto, o que incluso estaba a su mismo nivel. En las subidas caminando, también, pues todo se equipara muchísimo. Mi punto débil en relación con las demás probablemente sean los tramos en los que se puede correr. Noto que ellas van más rápido que yo. Eso sí, he mejorado en las subidas que permiten correr.
K: ¿Haces entrenamiento específico para mejorar ese aspecto más débil?
M: Sí, últimamente, dedicamos un par de días a hacer entrenamiento de intensidad en llano. Los tiempos no me salen mal. ¡No soy mala! Pero cuando compites contra las mejores del mundo notas que son chicas muy rápidas. El año pasado, las cogía subiendo, las dejaba bajando, y en los llanos me cazaban. Así una y otra vez, como en un bucle torturador para mi cabeza.
K: Ahora que me hablas de cabeza… ¿Te consideras fuerte mentalmente? ¿Cómo gestionas este aspecto en las carreras?
M: El año pasado empecé a trabajar con una psicóloga, Sabina Rodríguez. Creo que es una pieza fundamental en mi día a día. Me enseña a gestionar las carreras y sobre todo a algo que había perdido, que era disfrutar de los entrenamientos, del proceso. Se me había olvidado hasta el punto de que eran una tortura. De seis días, no me apetecía correr cinco. Era como una obligación. Ahora, ya no ocurre. Disfruto mucho del proceso para luego hacerlo en la carrera. En competición, no sufro mucho mentalmente porque suelo ir de menos a más. No quiero cambiar esta forma de correr ya que me resulta bastante motivadora. No es lo mismo cuando en una carrera tienes un bajón y te van pasando que al revés, cuando vas adelantando gente. La mayoría de las corredoras tienen un bajón a los 30 kilómetros. A mí me ocurre justo lo contrario. Mis últimos 12 kilómetros en Zegama el año pasado fueron geniales. Me veía fortísima. Todo esto tiene un peligro, que es que cuando llegas a meta puedes decirte que quizás no has dado todo. Hay que buscar el equilibrio. Con esta forma de correr, a veces levanto la cabeza y veo que voy con chicas que son mis ídolos. Las veo al lado, sufriendo como yo, y me digo “madre mía”. Todo el mundo sufre. Esto no es fácil.
K: ¿La ves cada cierto tiempo pautado o contactáis en momentos puntuales?
M: Al principio, cuando empezamos a conocernos, hablábamos una vez a la semana. Tienes que coger confianza porque es una persona desconocida. No sólo hablas del deporte, sino de tu vida personal que siempre va ligada al rendimiento deportivo. Ahora, nos estamos viendo una vez cada dos semanas, aunque para Zegama sí que hemos metido alguna sesión más. Lo estoy llevando bien. Le decía que no quería que me llamaran en la presentación de los atletas élite, ¿sabes? Al final, es presión añadida. Yo prefiero estar más en la sombra. Ella me dice que, si me llaman, vaya, haga lo que tenga que hacer y que vuelva a mi sombra. Me da ciertas pautas para que esté tranquila. También cogemos el perfil y lo dividimos. Si me da un bajón en alguna parte ya sé lo que tengo que pensar. Así vamos trabajando.
K: Te anticipas a problemas que puedan venir para saber de antemano las posibles soluciones.
M: Sí, y a cada tramo le ponemos un nombre. Este es el de la paciencia; este otro el de lo que sea… Los vamos nombrando. Al final, el componente mental en carrera es muy importante, pero casi más, para mí, la gestión de los entrenamientos. Al principio, me pedía que apuntase los pensamientos de antes, durante y después. Siempre eran: cansada, desmotivada y decepcionada. Luego todo cambió y pasó a ser: con ganas, motivada y satisfecha. Ahora disfruto muchísimo entrenando.
K: ¿Qué esperas para el próximo domingo en Zegama?
M: No es una posición, porque estas no dependen de una misma. Si salen mis entrenamientos y llego a meta la 20ª, estaré satisfecha. Me gustaría hacer 04:45 [Marta finalmente empleó 04:35:39]. Ese sería un tiempo con el que terminaría muy contenta.
“El año pasado empecé a trabajar con una psicóloga, Sabina Rodríguez. Creo que es una pieza fundamental en mi día a día. Me enseña a gestionar las carreras y sobre todo a algo que había perdido, que era disfrutar de los entrenamientos, del proceso. Se me había olvidado hasta el punto de que eran una tortura. De seis días, no me apetecía correr cinco. Era como una obligación. Ahora, ya no ocurre. Disfruto mucho del proceso para luego hacerlo en la carrera”.
K: Pero también depende de las condiciones climatológicas…
M: Sí, claro. Si acabo fuerte y pongo todo lo que sé que tengo en el asador, estaré contenta. Iré de menos a más, con mente fría, porque la carrera es muy larga.
K: Muchas suerte, Marta. Me ha gustado mucho hablar contigo.
M: Gracias a ti.