27 Dic Mònica Comas. Montañas de humildad.
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oy charlamos con Mònica Comas. Fisioterapeuta y corredora del equipo BUFF® afincada en la Seu d’Urgell, Mònica cierra una temporada en la que ha acabado de despegar ganando Ultra Pirineu. Tras descubrir el mundo del trail sin esperarlo, como ocurren las mejores cosas de la vida, quedó fascinada de su encanto. Apostando por una vida tranquila en Pirineos, sin perder de vista la pasión por su trabajo, disfruta de la sensación de superarse corriendo día a día, con perseverancia y buen hacer. Y con humildad, pues es muy consciente de sus puntos fuertes y débiles. La llamada de la naturaleza, porque en la montaña se vive mejor.
Una entrevista de Álex Colomina | Kissthemountain.
Kissthemountain: Hola Mònica. Enhorabuena por tu temporada. Seguro que no te imaginabas estos resultados hace unos meses.
Mònica Comas: Hola, gracias. La temporada empezó un poco mal porque me lesioné para mi primer gran objetivo: Zegama. Lo estaba preparando muy bien y todo se torció. Me supo muy mal, pero también aprendes a aceptarlo. Soy una persona con tendencia a pensar que no estoy en forma y que las demás corredoras van a rendir más que yo, quizás por ser demasiado exigente conmigo misma. En este caso, estaba muy motivada. Fui un mes antes al País Vasco a ver el recorrido. Merece la pena conocerlo por su entorno. Pensaba por primera vez que podría hacer una buena carrera. 15 días antes, corrí una media en el pueblo donde vivo ahora y a tres kilómetros de meta me rompí un ligamento del tobillo… ¡Así que me quedé sin Zegama! Quitando este percance, la segunda parte de la temporada ha ido genial. Estoy muy contenta.
K: Mala suerte. Es parte del deporte y nos pasó a todos alguna vez. Es normal en este mundo exigirnos demasiado, y como no nos estamos constantemente comparando con los demás, porque competimos poco y entrenamos mucho en solitario, es fácil tender a pensar que uno no está en forma, que los demás están más fuertes… ¿Cómo es tu relación con la montaña? ¿Sales al monte desde la infancia?
M: No, para nada. No soy una apasionada de las carreras de montaña desde hace años, pero sí, una amante del deporte. Lo he practicado toda mi vida y me pasan dos cosas: me encanta y además soy muy competitiva. Circunstancias de la
vida me llevaron hasta donde estoy ahora y, la verdad, me gusta mucho. Lo disfruto a tope y quiero hacerlo lo mejor posible. Te engañaría si vendo que estoy cumpliendo mis sueños porque no es así. Empecé a correr en 2013 y me ha gustado mucho, pero no es algo que lleve dentro desde la infancia.
K: Es interesante porque muchas veces nuestra vida puede llegar a girar en torno a aspectos que jamás nos habríamos imaginado. Por eso, está bien probar cosas diferentes… ¿Qué deporte fue más importante para ti hasta llegar al trail?
M: Personalmente, correr por montaña es el deporte que más me está marcando. He encontrado algo que me apasiona, pero no puedo decir que lo llevo dentro, porque lo descubrí hace pocos años. Estoy disfrutando de una manera de vivir que alargaré tanto como pueda y quizás nunca más cambie de deporte. Me encanta. Antes, donde más tiempo estuve fue en el mundo de la hípica y el fútbol, aunque también practiqué tenis y ballet.
K: Es un lujo haber conocido y practicado diferentes deportes. Experiencias distintas nutren mucho a uno y además ayudan a conocer gente. ¡Merece la pena! ¿Cómo recuerdas tu primera carrera por montaña?
M: Empecé a correr después de la temporada de jugar a fútbol porque unos amigos lo hacían y me convencieron para ir a la carrera de un pueblo de al lado de donde vivía. ¡A partir de ahí me enganché! Era 2013, y quizás había salido a correr en mi vida dos o tres veces antes. Hacía mucho deporte, pero eso de ponerte unas zapatillas y salir a correr, no lo veía [Risas]. Eran 20 kilómetros.Corrí, di todo lo que tenía dentro, porque como te he dicho soy muy competitiva, para lo bueno y para lo malo, y disputé la tercera posición. A partir de ahí, mis amigos que corrían empezaron a decirme que si entrenaba podría dárseme muy bien, que tenía buenas cualidades. Y nada…, me piqué y aquí estoy. Alrededor de la montaña había hecho muy pocas cosas antes. De hecho, la primera vez que subí una cumbre, sería en 2010 o por ahí, me enfadé mucho porque pensaba que no tenía sentido subir, que estaba perdiendo el tiempo… ¡A los pocos años volví pensando en bajar los tiempos! [Risas] No se puede concluir que algo no la harás nunca, porque nunca se sabe.
Cuando sin esperarlo encuentras tu gran pasión. La magia de la vida nos regala muchas cosas que ni imaginábamos. Aunque a veces queramos tenerlo todo calculado, en un momento preciso aparece una motivación que nos cambia las prioridades. Es un gran tesoro, esas ganas de dedicar nuestras fuerzas y tiempo a lo que más nos gusta, a lo que nos aporta felicidad y nos mantiene vivos. Cada persona tiene sus motivos y su historia, su camino a recorrer. Que la llama que mueve el mundo nunca se apague.
K: Tal cual, a todos nos pasó con algo que nunca pensamos y realmente ahora nos apasiona. ¿Qué es lo que más te gusta de este deporte?
M: Lo que más me motiva es cumplir los objetivos o retos que me marco. Incluso en entrenamientos, cuando mi entrenador me pasa la planificación y pienso que se ha pasado, me esfuerzo en llevarlos a cabo Todo esto me hace sentir muy bien.
K: Eres fisioterapeuta. ¿Te sirven tus conocimientos para mejorar como corredora?
M: Te digo que más bien al revés. Uso más mi experiencia como deportista para mejorar en mi trabajo. Lo considero muy útil.
K: Yo estudié Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y mi respuesta sería parecida a la tuya. Además, ya conoces el refrán: “en casa de herrero, cuchara de palo”.
M: Sí, es verdad [Risas]. Para el tema laboral, cuando tengo pacientes con dolores, cuando me dicen cómo les duele o dónde, para explicar estiramientos… Me parece que empatizas más con lo que les ocurre o piensan. También con cómo se sienten si no pueden entrenar. Para todo ese tipo de cosas, ser corredora me da un punto extra en mi trabajo.
K: Si no corrieras, te costaría entender más todo eso, y los pacientes agradecen mucho la conexión que puedan tener con el fisioterapeuta. Estoy muy de acuerdo. ¿En qué zona entrenas más?
M: Desde abril, vivo en la Seu d’Urgell por motivos de trabajo. Me fui con mi pareja [Ernest Ausiró, también del BUFF® Pro Team] de mi zona por elección propia. Soy de Osona, pero queríamos vivir en un sitio más tranquilo y con más montaña. Hace unos dos años decidimos ir a vivir a la Cerdanya, a Puigcerdà, pero por trabajo nos trasladamos hace unos meses a la Seu, y la verdad es que estamos muy bien aquí.
K: Como sitio para vivir tranquilo y para entrenar es ideal, la verdad.
M: ¡Para correr por montaña es genial!
K: ¿Disfrutáis de la nieve también en invierno?
M: Sí que aprovechamos para cambiar un poco el tipo de entreno. Salimos con esquís de montaña, y este invierno queremos probar el esquí de fondo, pero no somos muy buenos. Para subir genial, pero la bajada cuesta más [Risas].
K: El día que os apetezca, os ponéis las pilas, que os den unas clases y seguro que mejoraréis muy rápido. Los años que entrenaba más hacía temporada de esquí de montaña. Ayuda a desconectar de correr y te permite hacer mucho volumen de entrenamiento. Y si te gusta la montaña, es lo mejor para disfrutar. Entrenas en altura y te pones muy fuerte para el verano. ¿Disfrutas más de la competición o de los entrenamientos?
M: Disfruto más entrenando que en carrera. Compito mucho contra mí misma. Sufrir contra el dolor, superar tiempos que hago en los entrenamientos… Con eso lo paso muy bien.
En la competición, muchas veces no tanto. Tengo que trabajar este aspecto y confiar en que he hecho los entrenamientos bien. Voy con demasiadas dudas a las carreras y al final eso hace que no acabes de disfrutar.
K: Te entiendo. Es por lo que hablábamos antes de exigirse mucho a uno mismo pensando que no has entrenado lo suficiente y que los demás están todos muy fuertes… Las carreras, muchas veces, salen mejor si vas sin presión, sin pasarte días antes pensando que tienes que hacerlo muy bien e intentando calcular demasiado. Es fácil decirlo, pero cuesta conseguirlo. La experiencia suma. Al final, esos nervios son parte del deporte y nos pasa a todos o a casi todos.
M: Exacto. Cambiar no cambia nada, porque el momento de la salida va a llegar igual independientemente de lo que estés pensando los días previos. Es curioso, cuando estoy en casa nunca pienso antes de un entrenamiento que no voy a poder hacerlo o si no me encuentro bien… Pero cuando llega el momento de ponerte el dorsal, te asaltan las dudas. Pienso que eso no puede pasar ya que si entrenando nunca me doy la vuelta, ¿por qué voy a hacerlo en una competición? Supongo que nos pasa a todos. Me falta experiencia y poco a poco lo iré trabajando.
Donde hay humildad, hay sabiduría. Ser conscientes de los aspectos a mejorar es fundamental. Es bonito reconocer que no somos perfectos, que las dudas nos invaden a veces. Y no es malo. Ser valiente es luchar contra lo que no nos gusta. Con ganas, todo es más fácil. Correr es sufrir y competir es exigirse poniendo sobre la mesa el trabajo hecho durante meses o años para lograr un objetivo. Éxito y fracaso, como todo, son relativos.
K: Es normal, y al ver ahora que tienes un nivel alto, que estás compitiendo con gente que hace un tiempo ni te imaginabas, te quieres exigir… Es parte de la competición, y más siendo muy competitiva. Pero no dudo que lo vas gestionando y cada vez será mejor.
M: Así es. Forma parte de una persona que se dedica a esto. La parte mental importa y es otro factor más de los que suma. No solo está el componente físico. Siempre pienso que cuando estás a un nivel alto, con mucha dedicación, es cuando empieza a importar la balanza de la nutrición, el descanso, la gestión mental… Hasta cierto nivel no es tan importante, pero cuando quieres hilar fino todo es clave para mejorar tu rendimiento. A nivel popular influye menos porque no te dedicas tanto, pero si quieres intentar estar arriba, aparecen muchos factores que marcarán la diferencia.
K: Los pequeños detalles cuentan más en el alto rendimiento. Estoy de acuerdo. Hace poco ganaste Ultra Pirineu. Para muchos, es la carrera más importante de Cataluña y una de las del mundo… ¿Qué sentiste al conseguir esa gran victoria?
M: Una pasada. Sufrí mucho. No me lo creía. Daba por supuesto que no podría ganar Ultra Pirineu, que había salido demasiado fuerte, y que tarde o temprano me adelantarían las que llevaba detrás. Yo lo estaba dando todo, pero contaba con que era mi primera vez en una distancia así de larga, que me pasaría factura y me vendría abajo. Hasta que llegó un momento que me tranquilicé. Sobre el kilómetro 58 pensé que ya había hecho una gran carrera. Estaba muy satisfecha con lo que llevaba y a partir de ahí ya era todo nuevo. Iba a ser un aprendizaje. Yo ya estaba muy contenta y pensaba que cuando me pillaran intentaría aguantar un poco y listo. Pero ese momento no llegó. No tenía casi referencias de tiempos. Antes de empezar la última subida, me dijeron que llevaba a la segunda a 10 minutos. Yo pensaba que ya me estaba pillando [Risas]. Traté de ir siempre al límite de mis posibilidades y me salió genial.
K: ¡Cómo cambian las referencias si vas primera o segunda! Si te dicen que llevas a la segunda a 10 minutos piensas que es poco, y si vas segunda piensas que es un mundo [Risas].
M: Totalmente. Lo bueno es que el hecho de ir primera te da una fuerza y una energía que no se puede entrenar con series ni con nada. Es una sensación muy potente. Y llegar a meta, con el ambiente que había en el pueblo, fue brutal.
K: ¿En qué parte te gustaría evolucionar más como corredora ahora que ves que estás manteniendo un nivel muy bueno en las competiciones?
M: Seguramente, a día de hoy, en la parte emocional. Sacrificarse y sufrir en los entrenamientos no es problema. Lo llevo muy bien y me gusta, pero me cuesta confiar un poco más en mí en las carreras. Cuando lo consiga, pienso que podré disfrutar más de las competiciones. Preparándolas ya lo hago, pero cuando llega el objetivo tengo muchos nervios.
K: Te lo va a dar la experiencia. No lo dudes. Por ejemplo, la temporada que viene la vas a afrontar con todas estas carreras en tu cabeza. Ya la has vivido. Has ganado una Ultra Pirineu, has hecho séptima en OCC. Son experiencias que ya tienes, que las has gestionado y has salido victoriosa de ellas. Cada vez vas a saber mejor como afrontar las competiciones y los periodos precompetitivos dejarán de ser extraños. La experiencia te va a dar tranquilidad en ese aspecto. No quita que hagas una carrera y te salga mal, pero ya tienes la experiencia de salir victoriosa de grandes retos. Eso es muy importante.
M: Estoy de acuerdo. A veces me preguntan en qué distancia me muevo mejor, y realmente no puedo decirlo, porque no tengo una trayectoria muy larga para poder comparar. Hoy en día, puedo pensar que todo apunta hacia la distancia ultra por los resultados, pero hace poco tiempo que he llegado.
K: Seguro que todo esto sólo acaba de empezar y te va a ir genial. Estás con BUFF®. ¿Te sientes bien y arropada?
M: ¡Genial! No puedo compararlo con otro equipo porque es el único en el que he estado, pero estoy realmente a gusto. Tenía claro que si me iba a una marca, habría unos aspectos que serían fundamentales, y con BUFF® los he encontrado. Sé que nunca voy a vivir de esto, pero tener ayudas y soporte para mí es muy importante. Valoro mucho sentirme tranquila. Es un equipo que no presiona para nada. Hay muy buen ambiente entre todos y somos amigos. Este año estuvimos en Chamonix en una casa todos juntos, como una familia, y cuando llegó el día de irnos sentimos casi nostalgia. No queríamos que llegara el momento. Estoy realmente contenta.
K: Es estupendo poder sentirse así, con ese ambiente. Te lo mereces. Y para acabar…, ¿objetivos competitivos o extracompetitivos?
M: No he pensado casi nada a nivel competitivo para el año que viene. Con Pau Zamora, team manager de BUFF®, hablo muchas veces de cosas que tampoco tienen nada que ver con lo puramente competitivo. Vendrá a casa en breve a pasar algún día y salir a hacer algo. Aprovecharemos para hablar de la temporada que viene. Me gusta saber la opinión de otra gente, escuchar consejos… Deportivamente, quiero quitarme la espinita de Zegama y volver a Chamonix. Y personalmente, ir construyéndome mi pequeña vida en la Seu d’Urgell, evolucionar como fisioterapeuta, pensando en tener una vida tranquila pero sabiendo que hay que trabajar e intentar tener tiempo para entrenar.
K: Es lo que buscamos. Me alegro mucho de haber hablado contigo y conocerte Mònica. Seguro que todo te sale muy bien. ¡Que tengas buen invierno y disfrutes de lo que más te gusta!
M: Igualmente, Alex. Un placer y que vaya todo genial.
Mònica nos regala una tierna y sincera conversación. Un placer saborear una charla con sentimientos, con objetivos y mucha motivación. La suerte se busca, pero muchas cosas no se eligen, aparecen, y nuestra elección es aprovechar las oportunidades o dejar pasar la ocasión. El esfuerzo y el trabajo duro dan títulos, pero el premio más preciado es la satisfacción personal.
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