NIKE ACG WILD ONES EXPERIENCE. UTMB 2025

NIKE ACG WILD ONES EXPERIENCE. UTMB 2025

NIKE ACG WILD ONES EXPERIENCE. UTMB 2025

 

Por Kissthemountain

 

Chamonix volvió a vibrar este fin de semana con UTMB, la carrera que cada año convierte al macizo del Mont-Blanc en el epicentro del trail running mundial. Lo que comenzó en 2003 como una aventura para soñadores se ha transformado en la cita ineludible del ultra trail, con más de 2.000 corredores alineados en la plaza junto a la iglesia para enfrentarse a un recorrido que es leyenda: 170 kilómetros y 10.000 metros de desnivel positivo para dar la vuelta completa al macizo a través de Francia, Italia y Suiza.

La edición de 2025 será recordada como una de las más duras en la historia reciente. Las montañas no se mostraron benevolentes. En pocos kilómetros, los participantes pasaron de la lluvia a la nieve, de la niebla al sol abrasador, en un carrusel de condiciones que puso a prueba tanto las piernas como la mente. Cada ascenso fue un muro; cada bajada, un terreno traicionero donde la fatiga multiplicaba los riesgos.

En ese escenario de épica y sufrimiento emergió el triunfo de Tom Evans. El británico, que había visto frustrados sus intentos en 2023 y 2024, completó la vuelta en 19 horas y 18 minutos. Su estrategia fue tan medida como valiente. Se mantuvo en contacto con el grupo de cabeza hasta Courmayeur, aumentó el ritmo hacia La Fouly y atacó definitivamente en la subida al Grand Col Ferret. Cuando entró en la recta final de Chamonix, bajo los vítores de miles de aficionados, no sólo se coronó campeón, se quitó de encima el peso de dos años de decepciones, demostrando que la perseverancia también tiene recompensa.

 

 

La otra gran historia llegó de la mano de Ruth Croft. La neozelandesa, con un crono de 22 horas y 56 minutos, no sólo se llevó la victoria femenina, sino que se convirtió en la primera mujer en conquistar las tres grandes finales del circuito UTMB World Series —OCC CCC y UTMB—. Su carrera fue un manual de regularidad, manteniéndose siempre en el top 3 y lanzando su ataque definitivo en los últimos 40 kilómetros. Con esta victoria, Croft se confirma como una de las corredoras más completas y consistentes de su generación.

El resto de la prueba fue un festival de resistencia y de lucha contra el abandono. Muchos favoritos se vieron obligados a retirarse, víctimas de la meteorología cambiante, de problemas físicos o del simple desgaste que impone una carrera de estas dimensiones. Pero la magia de la UTMB reside precisamente en que cada corredor, del primero al último, escribe su propia gesta. Desde los profesionales que buscan la gloria hasta los anónimos que cruzan la meta después de más de 40 horas en el monte, todos comparten la misma emoción al doblar la última curva en Chamonix.

Kissthemountain pudo ser testigo de todo ello de la mano de NIKE en el marco de la experiencia ACG “Wild Ones”, creada por la firma estadounidense para un reducido grupo de medios de comunicación con la intención de vivir un viaje de exploración paralelo a UTMB testando material a lo largo del recorrido y compartiendo diferentes iniciativas al paso de los corredores.

 

 

 

 

Los segmentos de Trient-Les Tseppes, Les Tseppes-Vallorcine, Col des Montets-La Flégère o el de Les Houches-Saint Gervais fueron algunos de los elegidos para las distintas actividades en las que poner a prueba una amplia gama de productos específicamente diseñados para trail running y salidas a la montaña, bajo el sello de ACG (All Conditions Gear). Esta línea es una de las más exclusivas e influyentes de Nike, surgida en los años 80 como una respuesta interna y alternativa dentro de la firma. Una propuesta que no estaba pensada para los estadios ni las pistas de atletismo, sino para las montañas y los escenarios naturales. Concebida para todo tipo de climas, terrenos y condiciones, ACG no era sólo una línea técnica, sino una filosofía. El nombre se tomó prestado de un modelo anterior, las Nike Pegasus ACG, diseñadas para corredores que entrenaban en condiciones climáticas extremas, y ha llegado hasta nuestros días con el compromiso continuo de la marca por el desarrollo de productos con un alto componente tecnológico siempre en estrecha colaboración con sus atletas profesionales.

Estos elementos los pudimos ver de primera mano, sobre todo, en dos de los productos testados a lo largo de estos días en el macizo del Mont Blanc: Nike ACG Ultrafly y Nike Radical AirFlow.

 

NIKE ACG ULTRAFLY

A medida que sumábamos kilómetros alrededor del exigente entorno de UTMB, rápidamente entendimos que estas zapatillas estaban hechas para acompañarnos con todas las garantías en la montaña. Las Nike ACG Ultrafly se adaptan al terreno alpino con gran facilidad, ofreciendo tracción, estabilidad y comodidad. Cada detalle está pensado para mantenerte firme en los tramos más técnicos y darte confianza en los momentos en los que aparecen los signos de flaqueza.

 

No es casualidad. En una charla privada en el Nike ACG Sentier Event que tuvo lugar la tarde del sábado en Chamonix, nos contaba Brenden McAleese, director de calzado de Nike ACG, que detrás de esta zapatilla hay un proceso de desarrollo largo y meticuloso en el que han contado con 13 rondas de pruebas, más de 30.000 millas recorridas, atletas de siete países y carreras de primer nivel como laboratorios vivos. Todo ello con el objetivo claro de redefinir qué significa moverse rápido y con seguridad en la naturaleza.

Uno de los aspectos que más notamos durante los testeos fue la combinación de tecnologías que Nike ha trasladado desde el asfalto al trail. La mediasuela ZoomX, su espuma más ligera y reactiva, ofrece un retorno de energía que se percibe en cada despegue, aportando protección frente al impacto sin renunciar a la agilidad. Esa sensación se multiplica gracias a la placa de carbono FlyPlate, rediseñada para ser menos rígida que su predecesora y permitir la flexión torsional necesaria en terrenos complicados. Raíces, rocas, barro…, todo parecía negociarse con menos esfuerzo del esperado, como si la zapatilla se anticipara a nuestros movimientos.

La suela Vibram® Litebase fue otro aliado. Su agarre nos dio seguridad tanto en los descensos pronunciados como en los ascensos verticales, sin importar si el suelo estaba húmedo o cubierto de polvo. En paralelo, el upper transpirable, con drenaje rápido y un ajuste pensado para el trail, nos permitió cruzar arroyos y encarar zonas técnicas sin acumulación de humedad ni pérdida de comodidad.

 

 

El diseño también tiene su personalidad. Con una puntera más ancha, una horma específica para montaña y un refuerzo interno que abraza el pie sin oprimirlo, se consigue la mezcla perfecta entre libertad y sujeción. Y, por supuesto, su estética no pasa desapercibida con colores naranjas intensos que reflejan la energía de la propia experiencia outdoor.

Quizá lo más valioso que sentimos al correr con ellas fue esa alianza entre innovación y legado. Las ACG Ultrafly beben de la historia de la marca en el trail, que se remonta a los años 80, como decíamos anteriormente, pero también de los 50 años de obsesión de Nike por escuchar a los corredores. El resultado es una zapatilla que parece pensada para los retos más extremos, desde las etapas interminables en alta montaña hasta las carreras de un solo día que exprimen cada músculo inspirando confianza cuando más lo necesitamos.

 

NIKE RADICAL AIRFLOW

En una prueba como UTMB nada se deja al azar. El cuerpo y la mente se ponen a prueba, pero también el material que acompaña a los corredores en cada kilómetro. Durante décadas, Nike ha jugado con el aire para reinventar el rendimiento deportivo, desde sus icónicas Air Bag hasta las zapatillas que acompañaron los récords de Eliud Kipchoge. Ahora, esa obsesión ha llegado también a la ropa con la que afrontar los exigentes retos a los que una temporada de trail puede someternos, especialmente, en cuanto a regulación de temperatura y evaporación del sudor se refiere. En la montaña, ante esfuerzos prolongados y bajo temperaturas elevadas, la gestión adecuada de estos aspectos tiene un impacto directo en el rendimiento.

 

 

En este contexto, Jahan Behbahany, director de innovación en ropa de Nike, nos contaba que los diseñadores y científicos de la marca se preguntaron tiempo atrás si sería posible que la propia prenda aprovechara el aire que rodea a un corredor en movimiento para potenciar la refrigeración natural del cuerpo. Tras dos años de desarrollo y pruebas en entornos extremos —desde California hasta los Alpes—, han encontrado la que creen que sería la respuesta en un tejido innovador al que han llamado Radical AirFlow.

Nike eligió para este debut una camiseta de manga larga que maximiza la superficie de acción de los conductos de aire. Los diseñadores han cuidado detalles esenciales para los atletas de trail, como aberturas bajo los brazos que favorecen la movilidad, costuras pensadas para minimizar rozaduras y un ajuste ligero que no estorba en carrera.

La sensación que tuvimos al correr bajo el sol a buen ritmo en los trazados de prueba es, cuando menos, sorprendente. No se trata únicamente de transpirabilidad; es como correr envuelto en una corriente ligera y constante. Los conductos de aire que recorren la camiseta canalizan el flujo hacia la piel, acelerando la evaporación del sudor. En las subidas más duras, donde el esfuerzo y el calor apretaron tras el frío de la noche, percibimos esa especie de brisa interna que no encontramos en otras camisetas técnicas.

 

 

El secreto está en la combinación de ingeniería textil y física aplicada. Inspirados en el principio de Bernoulli y el efecto Venturi, los equipos de Nike han diseñado una estructura con orificios en forma de embudo que aceleran el aire al contacto con el cuerpo. A ello se suman pequeños hoyuelos en la cara interior del tejido que prolongan la circulación de esa microcorriente sobre la piel. Todo en un tejido de punto hidrofílico que gestiona la humedad de forma más eficiente que tecnologías previas como el DriFit.

Los números respaldan las sensaciones. En pruebas de laboratorio, Radical AirFlow retuvo un 50 % menos de sudor y ofreció un 25 % menos de resistencia a la evaporación frente a DriFit. En la práctica, eso se traduce en una camiseta que se seca más rápido, pesa menos a medida que avanzan las horas y mantiene una temperatura más estable, incluso en los tramos donde el sol golpea sin piedad.

Los atletas de Nike, Drew Holmen y Baptiste Coatantiec, contaron con ambos productos en la CCC y en la UTMB respectivamente. El norteamericano consiguió subir al podio de la prueba que da comienzo en Courmayeur, tras 10 horas y 16 minutos de carrera, mientras que el galo llegó a la plaza de la iglesia de Chamonix en 11ª posición, después de parar el cronómetro en 21 horas y 42 minutos de lucha contra los elementos.

 

 

En este 2025, la montaña recordó a todos que aquí no hay atajos. Que el Mont-Blanc, majestuoso e implacable, ofrece tanto belleza como sufrimiento. Y que, al final, lo que queda en la memoria no es solo el tiempo en el cronómetro, sino la certeza de haber participado en una de las mayores epopeyas deportivas de nuestro tiempo.

 

 

 

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