NÚRIA GIL. La normalidad en la excelencia

NÚRIA GIL. La normalidad en la excelencia

 

 

Texto por Kissthemountain

La temporada de Núria Gil está siendo excelente. A su subcampeonato europeo en La Palma y a su sexto puesto en Zegama, se unió hace unas semanas la segunda posición en la OCC, prueba de UTMB® Mont-Blanc. El nombre de la atleta de ASICS está ya entre el de las mejores corredoras de montaña del mundo. A pesar de esto, Núria mantiene los pies en la tierra. Su vida profesional como fisioterapeuta y osteópata no ha sido desplazada por la deportiva. Ella lo prefiere así. Le da estabilidad no pensar únicamente en correr. Sobre este tema, sus sentimientos en Chamonix, sus motivaciones y sus próximas competiciones versa esta charla con una corredora que aúna como pocas la normalidad y la excelencia.

 

Núria : Buenos días, Juanmi. Perdona por haberte hecho esperar unos minutos. 

Kissthemountain: ¡No te preocupes! ¿Empiezas a trabajar justo después de hablar conmigo?

N: He querido dejar todo preparado para las 11:00 que es cuando se abre la clínica.

K: ¿Tienes clínica propia?

N: Sí, yo me organizo con los horarios, pero, al ser autónoma, siempre estoy trabajando. Me gustaría reducir horas, pero me faltan por todos lados. 

K: Yo estoy igual. Los fines de semana sí que desconectas, ¿no?

N: Sí, sábados y domingo son para mí. Es muy importante. De lunes a viernes, es lo que toca.

K: ¿Este fin de semana has estado por la montaña? [Esta conversación tuvo lugar el 5 de septiembre, pocos días después de que Núria Gil entrase en segunda posición en la línea de meta de Chamonix en la prueba OCC de UTMB® Mont-Blanc].

N: Me lo he tomado más de relax. Hoy empiezo de nuevo a entrenar bien. Después de la OCC, necesitaba un poco de calma. También acabo de cambiar de entrenador y he preferido hacer un parón. He salido, pero por el monte que tengo aquí cerca de casa que tampoco es mucho…

K: Vives en Reus, ¿no?

N: Sí, está cerca de la playa. Imagínate para entrenar… Los fines de semana intento ir a montañas más altas para buscar desnivel. Por aquí puedes sacar 1.000 metros, pero dando muchas vueltas. En la subida más grande que tengo, sólo puedo hacer unos 500 metros de desnivel positivo.

K: Muchas felicidades por tus últimos resultados, y concretamente por ese segundo puesto en la OCC. Quería empezar preguntándote sobre tus sentimientos cuando entraste en las calles de Chamonix y en meta. Me gustaría que volvieras a ese momento que supongo que habrá sido muy especial para ti. Tenías relativamente cerca a Dani Moreno, pero supongo que sabías que ya no se te escapaba esa segunda posición.

N: La verdad es que después de 55 kilómetros fue bestial. Ha sido mi carrera más larga hasta el momento. Había muchísima gente, pero más que esto fue el cómo llegué allí. Muchas veces sólo se ve la medalla o la posición, pero para mí ha sido una temporada muy difícil, por lo que fue un sentimiento muy intenso al haberlo conseguido. Sale lo que llevas dentro después de todo el trabajo que llevaba. Me emocioné muchísimo. Una vez en la vida hay que hacer esto para vivir la experiencia y el ambiente. He hecho miles de carreras, pero como se vive aquí es diferente. Ya tengo ganas de repetir el año que viene. No lo niego.

 

K: La llegada a Chamonix es increíble. Había gente por todos lados en cada calle que conducía a la meta.

N: Sí, yo iba muy fastidiada, pero cuando ves a toda esa multitud en la línea de meta, en los últimos 400 metros, el dolor se olvida y sólo piensas en disfrutar y vivir ese momento.

K: ¿Cómo fue la carrera? ¿Esperabas ese resultado? Imagino que llegabas con mucha confianza después del subcampeonato de Europa en La Palma o la sexta posición en Zegama.

N: Al principio del todo, la gente que me conocía me vio muy nerviosa en la línea de salida, cuando esto no me suele ocurrir. Era porque no tenía la confianza al 100% de poder hacer una carrera de 55 kilómetros. No sabía qué sensaciones me encontraría. Salí cómoda, a ritmo muy tranquilo. Hasta Trient, en el kilómetro 23 más o menos, me encontré perfectamente. Después de este punto, empezó mi calvario en la subida a Col de Balme. Sufrí más que nunca, con calambres. Me pasó Sheila Avilés y me preguntó qué me pasaba. La animé. Subía muy fuerte y con ganas. En Col de Balme le dije a mi pareja que me quería retirar. Me quedaban unos 25 kilómetros y no quería sufrir más. Él y algún amigo me animaron a seguir luchando. En ese momento me pasó Dani Moreno y me puse en cuarta posición. Sabía que la bajada me vendría bien pues se podía correr. La disfruté mucho, sin calambres. Subiendo a Le Flégère vi a Sheila a unos 100 metros, pero volvieron a darme calambres. Comencé a caminar. Sabía que Dani Moreno me iba recortando y que a Sheila no la cogería. Hizo muy buena carrera y me alegro mucho después de todo por lo que ha pasado. Yo estaba encantadísima. Siempre sueñas con un podio en OCC y allí lo tenía. Sabía que llegaba bien, pero no me lo podía imaginar. Al verme en segunda posición, luché hasta el final.

K: Te están saliendo muy bien las cosas este año.

N: La verdad es que sí. No me puedo quejar. Aparte de los calambres, me encontré muy sólida en toda la carrera. No sentí que pinchase en ningún momento.

 

K: Sobre esto quería hablar. Cuéntame sobre tu forma de competir desde el punto de vista físico y mental. Hace poco charlaba con Antonio Martínez [También logró la segunda posición en OCC] y nos decía que, aunque se podría pensar que él corre de menos a más, realmente intenta mantener un ritmo constante de principio a fin. ¿Cómo compites tú? ¿Vas con pulsómetro o lo haces por sensaciones? ¿Te pones muy nerviosa si la salida es muy rápida y se marchan corredoras por delante? Son muchas preguntas.

N: Aunque parezca lo contrario, no me planteo nada en las carreras, ni siquiera tiempos estimados de paso. Simplemente voy por sensaciones. Llevo mucho tiempo corriendo desde que con seis años empecé a hacer atletismo. Creo que esto hace que conozca muy bien el ritmo que puedo llevar sin pinchar. Nunca lo he hecho en ninguna carrera y eso me da una gran seguridad. Conozco muy bien mi cuerpo. Intento salir a un ritmo que creo que puedo aguantar o incluso aumentar al final. Procuro que no se me haga larga la carrera. En OCC, era un poco diferente porque no sabía cómo sería correr más de seis horas. Ya había hecho alguna maratón este año y supe regularme. En la primera carrera de esta distancia que hice este año, CAMOVI, en el Campeonato de España FEDME, no fue así. Me pasé de conservadora. Terminé con la sensación de que podía haber hecho mucho más. A partir de ahí, pude conocer mi cuerpo en estas distancias.

K: ¿No usas pulsómetro? 

N: No. Es más, en OCC, mi GPS no funcionó y no sabía ni la distancia que había recorrido ni el ritmo que llevaba. Intenté no estresarme. 

 

“Muchas veces sólo se ve la medalla o la posición, pero para mí ha sido una temporada muy difícil, por lo que fue un sentimiento muy intenso al haberlo conseguido. Sale lo que llevas dentro después de todo el trabajo que llevaba. Me emocioné muchísimo. Una vez en la vida hay que hacer esto para vivir la experiencia y el ambiente. He hecho miles de carreras, pero como se vive aquí es diferente”.

 

 

Como no llevo una planificación a rajatabla sobre tiempos en distintos puntos de paso, por ejemplo, no me puse nerviosa.

K: ¿Como es tu gestión mental de la competición? Me has comentado que en OCC, en Col de Balme, pensaste en retirarte. Siempre se pasa por malos momentos.

N: En los momentos de bajón, pienso que todo el mundo los tiene. Eso me ayuda. Todos vamos cansados. Intento animarme y pensar en el trabajo que me ha llevado hasta ahí. Tengo la cabeza muy dura y soy una sufridora nata. Ya me viene de cuando hacía el 1.500 en pista. Pienso que esta prueba es mucho más dura, al menos para mí, a nivel mental. En montaña, si estás muy cansada, puedes caminar. Tengo bastante fuerza mental.

K: Ya me has comentado que comenzaste muy joven a hacer atletismo, más como un juego que como un deporte. En 2006, conseguiste tu primer oro a nivel estatal en los 1.000 metros. En 2007, logras la mínima para el Campeonato del Mundo Juvenil en 1.500, y también para el Festival Olímpico de la Juventud Europeo de ese mismo año. Sin embargo, a partir de entonces, por diversas lesiones, por tus estudios y por hechos como el de la muerte de tu tío, que era tu entrenador, tu carrera entra en grandes altibajos en los que imagino que tendrá mucho que ver la falta de motivación. Núria, háblame de motivación. ¿Cómo puede uno recuperarla en los momentos más bajos? ¿Cómo es ahora tu motivación después de este gran año?

N: Cuando dejé de competir en pista, no fue todo por falta de motivación. La muerte de mi tío me hizo cambiar. Llevaba más de 10 años entrenando con él. Me daba mucha confianza. Cuando murió, me pregunté qué hacer. Intenté cambiar de entrenador y empecé a lesionarme. Nunca me había ocurrido. Comencé a trabajar mucho la técnica de carrera. Entrenaba con Miguel Escalona, que entre otras ha llevado a Natalia Rodríguez. Me lesionaba cada seis meses. Facturas de estrés, problemas musculares… Los resultados ya no salían como antes. En esa época, empecé a estudiar fisioterapia y decidí apartarme del deporte de competición porque lo necesitaba para dedicarme a lo que me gustaba, que era la fisio. Cuando acabé los estudios, me dieron ganas de correr, pero no me motivaba volver a la pista. Lo recordaba con mucho sacrificio. Por un paciente, empecé a correr por la montaña. Me animó a ir con él. Me motivó muchísimo. Era completamente diferente. No había reloj, y eso era algo muy importante para mí. 

 

“Llevo mucho tiempo corriendo desde que con seis años empecé a hacer atletismo. Creo que esto hace que conozca muy bien el ritmo que puedo llevar sin pinchar. Nunca lo he hecho en ninguna carrera y eso me da una gran seguridad. Conozco muy bien mi cuerpo. Intento salir a un ritmo que creo que puedo aguantar o incluso aumentar al final. Procuro que no se me haga larga la carrera”.

 

K: Entiendo lo que hablas. En el atletismo convencional, eres muy esclavo del reloj.

N: Sí, además veía que los ritmos de antes no me salían. ¿Por qué negarlo? ¿Para qué sufrir tanto? Empecé a hacer carreras de montaña cerca de casa. A los dos años, inicié los estudios de osteopatía. Volví a estar cuatro años más fuera del deporte. Estudiando, me di cuenta de que lo necesitaba. Veía carreras de montaña y mi motivación aumentó otra vez. Me puse a entrenar más en serio al terminar de estudiar. 

K: ¿En qué momento estás ahora? Ya 2021 fue muy bueno para ti, pero 2022 ha puesto tu nombre en lo más alto, sobre todo ahora con la OCC. ¿Habrá un antes y un después a partir de ahora?

N: Terminé OCC un jueves y el lunes ya estaba con mi rutina de trabajo, con total normalidad, como antes de esta carrera. Mi día a día no ha cambiado para nada. Estoy muy a gusto con ASICS. No necesito nada más. Corro porque me encanta, no para ganarme la vida. Si algo puedo ganar, genial, pero mi día a día son la fisioterapia y la osteopatía. No veo un cambio. 

K: Leí en una entrevista que te hicieron el año pasado, creo que tras tu victoria en el Campeonato de España en Cantabria, que no te preocupaba el tema de los patrocinadores, ya que tienes tu trabajo. En esos momentos, tenías el apoyo en cuanto a material de una marca bien conocida. Sin embargo, hace poco se hacía oficial tu incorporación a ASICS. ¿Cómo es tu relación con ellos? ¿Cambia en algo tu carrera deportiva? ¿Se acerca más a la profesionalización?

N: Está claro que hay diferencias entre el año pasado y este. Las condiciones con ASICS son excelentes y me siento muy cómoda. Cuando dejé en diciembre a mi anterior patrocinador, no tenía ninguna marca detrás. Tenía claro que quería seguir corriendo por mí y que no importaba que no hubiese un patrocinador. Si llegaba alguno que me gustase su producto y su forma de entender esto, perfecto, pero si no, no tenía la necesidad. Para mí eran importantes otras cosas. Llegó ASICS y me di cuenta de que podía seguir con mi vida diaria, pero con la ayuda de ellos. No puedo pedir más. Estoy muy contenta y no me falta de nada. Eso es lo que buscaba. No me quiero centrar exclusivamente en el deporte. De hecho, pienso que no me iría bien si lo hiciera así. Necesito que sea una vía de escape, no un fin en sí mismo. 

K: En una conversación que tuve con la corredora/esquiadora Fátima de Diego, nos remarcaba que para ella era importante tener un trabajo, y que el deporte sea precisamente una vía de escape ante problemas que pudieran surgir a nivel profesional. Nos decía que si sólo te dedicas a correr, cuando hay algún problema, porque no todo es siempre bonito, no hay nada que te permita evadirte. Me pareció muy interesante. Me daba a entender que no dedicarte únicamente al deporte puede ser beneficioso para el rendimiento.

N: Es así, Juanmi. En la carrera deportiva, hay altos y bajos. Cuando las cosas salen bien, todo el mundo te quiere y te felicita. Yo lo he vivido. Pero cuando va mal, la gente te ignora. Es importante ser conscientes de esto. No todo va a salir perfecto siempre. Lesiones, problemas personales… En mi caso, si esto ocurre, puedo seguir trabajando y no pasa nada. Si tu vida es sólo la competición, ¿qué haces? Hay que tener esto muy claro. La vida sigue después del deporte. No vamos a estar compitiendo hasta que tengamos 50 años. Yo al menos.

 

“Terminé OCC un jueves y el lunes ya estaba con mi rutina de trabajo, con total normalidad, como antes de esta carrera. Mi día a día no ha cambiado para nada. Estoy muy a gusto con ASICS. No necesito nada más. Corro porque me encanta, no para ganarme la vida. Si algo puedo ganar, genial, pero mi día a día son la fisioterapia y la osteopatía. No veo un cambio”.

 

K: Cualquier otra persona con tus resultados, estaría en una nube. En cambio, tú tienes los pies muy en la tierra. Parece como que no les das tanta importancia a estos resultados deportivos, porque tu vida es tu carrera profesional. Me gusta. Te estás enfrentando a las mejores corredoras del mundo con unos resultados muy importantes y, sin embargo, tienes las cosas muy claras. 

N: Es lo que pienso. Si quisiera dedicarme al deporte más intensamente, al menos buscaría una media jornada en mi trabajo. Pero no lo quiero. Mientras me vaya funcionando, creo que es lo mejor para mí. Si me centrase trase sólo en correr, seguro que no me saldría tan bien. Necesito esos momentos de no pensar en correr, sino en lo mío. De lo contrario, me agobiaría. Quizás sea un poco rara.

K: Tienes una vida muy sacrificada. Muchas horas trabajando y cualquier momento libre es casi para entrenar… 

N: Entreno cada día por las mañanas antes de ir a la clínica. Ahora empiezo a las 11:00, descanso algo al mediodía, y luego estoy trabajando hasta las 20:30. Otras personas quizás no podrían hacerlo.

K: Es mucho sacrificio.

N: Mucho, pero me lo compensan los resultados deportivos que tengo. Mi temporada ha sido muy dura. En diciembre tenía una factura en la cabeza del peroné. Cuando me caí esquiando, pensaba que esta temporada estaba perdida. Ahora, cuando veo cómo están saliendo las cosas, me siento muy feliz. ¡Es una pasada!

K: ¿Qué te queda de temporada?

N: Tenía que ir ahora a Estados Unidos a seguir con las Golden Trail World Series, pero he decidido que no voy a hacerlo. Prefiero quedarme aquí sin viajar, entrenando y acumulando kilómetros para el objetivo de final de la temporada que es el Campeonato del Mundo en Tailandia.

K: ¿No podrás clasificarte para la final de las Golden Trail World Series?

N: No, pero tenía que elegir entre el mundial o las GTWS. Las dos no podían ser por las normas para el mundial. Me motiva mucho el viaje a Tailandia. Antes, haré la maratón de Ultra Pirineu, el primer fin de semana de octubre. Este fin de semana estaré en Canfranc, en la de 16K. 

K: Ya casi terminamos. ¿En qué aspectos de la carrera crees que aún puedes mejorar? 

N: Lo que mejor me va son las partes correderas, ya sean bajada o llano. Me cuesta lo técnico. Esas subidas que son de caminar… Cuando subo por pista, voy genial, pero cuando toca andar, me falta algo. Con las bajadas es lo mismo. Todo lo técnico me cuesta más. Cuando empezaba a correr por la montaña, sufría un montón de esguinces de tobillo. Ahora lo he podido evitar. He trabajado mucho en ello y parece que va a mejor.

K: ¿Cómo se trabaja para evitar estas lesiones?

N: Es básico fortalecer toda la musculatura del pie. A partir de aquí, caídas con saltos, saltar a cuerda, propiocepción… Pero antes que la propio, lo otro. El trabajo de glúteo medio también es muy importante. Si tienes un buen glúteo medio, estabilizas la cadera y no tienes tanto impacto a nivel de tobillo. Se nota muchísimo. 

K: Esta última pregunta es más por curiosidad… ¿Qué marca tienes en 1.500?

N: Hice 04:31:30 con 15 años. Luego, no he vuelto a buscar marca. 

K: ¿Te tienta hacer algún 5K o 10K?

N: En pista, no, pero si todo va bien quiero preparar un 10K. Antes de la pandemia hice uno y terminé muy contenta con la marca que me salió sin hacer un entreno específico para ello. Me gustaría mejorar. Otra cosa, ahora mismo, no la contemplo.

K: ¿Qué marca hiciste en el 10K?

N: 34:21. Más que satisfecha. Me gustaría bajar de 34 minutos. La gente que hace montaña corre ahora muy rápido. 

K: Cada vez se corre más.

N: ¡Es una locura!

K: Muchas gracias, Núria. Me ha gustado hablar contigo.

N: Gracias a ti. ¡Cualquier cosa que necesites, me dices!

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