Pau Capell | UTMB. La inmensidad de un sueño.

Pau Capell | UTMB. La inmensidad de un sueño.

 

 

 

Texto: Kissthemountain.

 

Cuando alguien diferente al protagonista te cuenta la historia que hay detrás de un logro casi inhumano, se consiguen extraer aspectos diferentes que nos dan otro punto de vista sobre el alcance de la gesta. El pasado 28 de agosto Pau Capell volvía a las calles de Chamonix tras 21 horas y 17 minutos dando la vuelta al macizo del Mont-Blanc por el trazado que marca la icónica prueba UTMB. Sentí entonces que ésta era una de esas historias que quería contar bajo la óptica de alguien cercano a él. En un principio, no tenía claro quién sería esta persona, pero entonces vi una foto de su entrada en “meta”, y entre los que le acompañaban distinguí a Pau Zamora, el team manager de BUFF®, marca de la que es embajador Pau Capell. Supe en ese momento que él me podría dar un punto de vista muy diferente, ya que Pau Zamora conoce bien al protagonista de este increíble proyecto, es también corredor de montaña y siempre que he hablado con él, me ha sorprendido la claridad de unas palabras dichas sin paños calientes.

 

 

Además, como parte de la tripulación de BUFF®, ha acompañado y apoyado a Pau Capell desde que hace unos meses, cuando se supo que la carrera se cancelaba por la crisis sanitaria que vivíamos, el corredor catalán decidió que él sí correría UTMB, aunque fuera en solitario y sin dorsal.

Cuando le llamé por teléfono y le comenté la idea, Pau Zamora se mostró encantado de participar en este artículo que ahora estás leyendo. Sin más, le hice una introducción de cómo yo veía la gesta de Pau Capell. En ella, por supuesto, le resaltaba que me parecía increíble que, aunque no hubiese conseguido romper la barrera de las 20 horas, el tiempo logrado le haría estar en el podio de prácticamente cualquier edición de UTMB, y que éste había sido conseguido sin estar metido en una competición contra los mejores corredores del mundo. Creo que recurrí como ejemplo a la situación vivida el año pasado: “no es lo mismo saber que Xavier Thevenard te está persiguiendo. En este caso, seguro que existe un plus que te hace correr más rápido”. Aunque Pau Zamora estaba en parte de acuerdo con esta afirmación, me sorprendió al decirme que éste no era un factor determinante.

 

 

EL CONTROL ABSOLUTO

Lo que ha hecho tiene un valor inmenso porque es una lucha contra él mismo, pero, aunque algo sí que influya, en corredores como Pau no creo que fuera determinante el hecho de no llevar a nadie persiguiéndole. El año pasado corrió prácticamente toda la carrera en solitario cumpliendo con unos tiempos de paso estimados en cada punto de control. Este año ha sido lo mismo. Lo que ha logrado ha sido posible porque Pau es un tío muy autoexigente. Sabemos de su potencial y que además se rige mucho por los tiempos. Es muy calculador y al final todo se convierte en una competición interna, ajena a si hay alguien que lo persigue o si es él quien trata de dar caza a un rival. UTMB, para corredores como Xavier Thevenard, François D’Haene o el propio Pau, no es como una prueba de montaña más corta o incluso como una de MTB en la que compites codo con codo con tus rivales. Es el recorrido el que marca tu ritmo, como el potenciómetro en el caso de una bicicleta. Hay subidas en las que la cadencia tiene que ser la misma en competición, en entrenamiento o en este tipo de retos. Entiendo que haya mucha gente que diga que el hecho de no tener rivales resta un extra de motivación, y que por tanto lo conseguido por Pau tiene más valor. Puede que tengan algo de razón, pero estos corredores que te he mencionado funcionan de otra manera. Les da igual si llevan 20 corredores delante o si van liderando con alguien recortándole tiempo. Todo lo llevan muy calculado. Si en este reto Pau hubiese llevado detrás a Thevenard, como tú dices, su ritmo hubiera sido el mismo. El plus de competición sí influye, pero poco. Pau tenía marcado en cuánto tenía que hacer cada tramo”. El team manager de BUFF® nos cuenta con claridad.

 

LAS CLAVES

UTMB tiene 16 puntos de control en los que los corredores encuentran avituallamientos. Para este reto no los había, por lo que Pau necesitaba ayuda, sobre todo con la hidratación. Pau Zamora le acompañó en algún pequeño tramo para realizarle esta asistencia antes de llegar a Les Chapiex, en el kilómetro 50 aproximadamente. Los tiempos en ese momento indicaban que llevaba ritmo para bajar de las 20 horas. Las cosas empezaron a torcerse antes de llegar a La Fouly (Km. 110) y sobre todo en Champex-Lac (Km. 124). El sueño de romper esa barrera parecía desvanecerse, aunque en Trient (Km. 140), Pau aún marchaba por debajo del tiempo que marca el récord de la prueba. ¿Qué ocurrió? ¿Cuáles fueron los factores que determinaron que Pau no pudiera alcanzar ese difícil sueño? Pau Zamora lo tiene bastante claro:

 

 

Como te he comentado antes, Pau Capell lleva todos los tiempos de paso muy calculados. El año pasado le fue muy bien porque eran unos tiempos asumibles, pero los que se marcó este año eran mucho más exigentes, sobre todo al principio. Pau, y creo que él es consciente de esto tras posteriores reflexiones, salió demasiado rápido. Hizo los primeros ocho kilómetros a un ritmo de 3’45’’/km. Ahora es fácil decirlo, pero si los hubiese hecho 15 segundos más lentos, se le habría ido muy poco tiempo y en cambio muscularmente hubiese salido mucho menos castigado. De hecho, corrió más rápido de lo que había previsto. Por Les Contamines pasó 10 minutos antes de lo planeado, y esto supone 15 minutos de mejora respecto al año anterior. No es que fuera en tiempos para bajar de 20 horas, sino de incluso 19 horas y 50 minutos. En ese punto le acompañé hasta Les Chapieux. Me puse detrás de él para no influir en su ritmo. Iba muy rápido. En algunas bajadas, me costaba trabajo seguirlo.

Creo que otro factor determinante fue la falta de ritmo de competición. Pau es una persona que compite dos veces al mes, normalmente en una prueba de distancia maratón y otra que va de los 80 a los 120 kilómetros. No es un corredor como D’Haene que no compite tanto. Pau necesita mucho ritmo de carrera, y creo que a partir de La Fouly lo echó de menos. En ese punto se hundió bastante.

 

 

Perdió mucho tiempo en Champex. Intentó recuperar en Trient (Km. 140), -aún iba para hacer récord de la prueba, aunque no para bajar de 20 horas-, pero no pudo. A partir de ese momento y hasta la llegada, todo se convirtió en una cuestión de supervivencia y de poder acabar.

Fui a verlo con la salida del sol, a unos cuatro kilómetros de La Fouly. Estaba regular y le acompañé hasta ese punto. Creo que de La Fouly a Champex-Lac fue el peor momento de Pau. De hecho, le vi tan tocado que le propuse acompañarle hasta el col de la Forclaz para levantarle el ánimo. En este tramo y hasta llegar a Trient se recuperó un poco. Pau miraba el reloj y era consciente de los tiempos, pero no capaz de calcular. Le digo que bajar de 20 horas no va a ser posible, pero que el récord lo tenía. Entonces se recupera y empieza a correr otra vez. Sin embargo, después de Trient se viene muy abajo y ya sólo piensa en acabar. Creo que ni siquiera es consciente del tiempazo que hace en meta. Si kilómetros antes le dicen que va a hacer ese tiempo, no se lo hubiese creído”.

 

¿DECEPCIÓN? POR SUPUESTO QUE NO

A pesar de lo mal que lo pasa, ocurre algo que es muy fuerte. De Champex hasta meta hay tanta gente que le está ayudando y que le acompaña -su entrenador, hermano, hermana, manager, amigos…-, que a partir de Vallorcine, lo que vivía como una decepción empieza a cambiar. Comienza a llover y a venir mucha gente.

 

 

Todo el mundo le animaba: “estás haciendo algo histórico”. Le da la vuelta a todo. Llega a meta con 21:17 y la sensación es que lo que acaba de hacer en solitario es algo que pasará a la historia, inhumano. Todo el mundo está eufórico. Hay unas 500 personas esperándole y muchos  medios internacionales de comunicación. La impresión es que ha triunfado. Creo que una parte de él sabe que lo va a volver a intentar. Es consciente de que lo que ha hecho es muy grande, pero también de que cuando repita tendrá que prepararlo mucho mejor y sacar conclusiones del aprendizaje. Mi sensación es también ésa. Lo puede hacer. Lo tiene en las piernas.

Lo que ha hecho es increíble y me siento privilegiado. Lo viví muy de cerca… La caída antes de Les Chapieux, que le dejó el codo reventado, los momentos de llorar de desesperación sentado en una piedra diciendo que no podía más, su forma de darle la vuelta mentalmente a todas estas dificultades… He sido un testigo excepcional de la fortaleza de Pau. Estuvo cuatro o cinco horas en las que sufrió mucho. Le doy mucho valor a lo que hizo”.

 

AGRADECIMIENTOS

“Pau ha agradecido mucho todo el apoyo que ha sentido. Y esto no lo dice de cara a la galería. También sufrió mucho por este motivo. Se vio desbordado por la gente que había allí. Cuando surgió toda la idea, a BUFF® nos contaba que en la salida esperaba encontrarse como máximo 30 personas, y sin embargo se juntaron alrededor de 300, cifra que aumentó a 500 en la llegada.

 

 

Le he acompañado otras veces en UTMB o Transgrancanaria y creo que esta ocasión ha sido a la que más gente de su núcleo ha acudido. Estaban su hermana, hermano, padres, amigos más señalados, medios de comunicación, su entrenador, y The North Face y BUFF® que nos hemos volcado en él. Hubo momentos, según me dijo, en los que pensaba que esto lo hacía por esa gente que le ha apoyado tanto. Ahí sacó un extra de fuerzas. Si esto le pilla en cualquier otra carrera quizás se hubiera planteado retirarse, algo que en este reto ni se le pasó por la cabeza”.

 

LA HUMANIZACIÓN

Al no ser carrera, la gente ha podido acompañarlo y vivirlo de cerca. Hubo un chaval de 14 años que le acompañó de noche cinco o seis kilómetros con su frontal; he visto en internet mucha gente siguiéndole; desde Vallorcine a La Flégère, en una subida, conté más de 20 personas acompañándole. Cualquier persona podía correr junto a Pau y estar presente en lo que se vive. Me ha gustado excepcionalmente este proyecto porque ha humanizado mucho a uno de los mejores corredores del mundo.

Desde toda la familia que formamos BUFF® queremos agradecer a Pau todo lo que nos ha enseñado en un reto descomunal. Nos sirve de ejemplo para superar momentos complicados como los que vivimos hoy en día”.

En Kissthemountain nos unimos a ese agradecimiento por el ejemplo transmitido.

 

 

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