RICARDO CHERTA. Luces en la sombra

RICARDO CHERTA. Luces en la sombra

 

Para Ricardo Cherta, el trail running es un juego que como tal implica ciertos riesgos. Querer consolidarse como uno de los mejores corredores del panorama internacional supone tal volumen de entrenamiento que le ha hecho caminar sobre la fina línea que separa el alto rendimiento de la lesión. Esta vez, a semanas del mundial de Innsbruck, salió cruz. Hablamos con el atleta de DYNAFIT sobre este y otros aspectos, sobre el apoyo recibido por parte de otros corredores y de su marca, y sobre el futuro. Porque a Ricardo le queda mucho por escribir. La rabia contenida de la frustración del sueño de Innsbruck estallará pronto a su favor. De eso estamos seguros. Aquí estaremos para verle en lo más alto. 

Por Kissthemountain

 

 

Ricardo Cherta: Buenos días, Juanmi. ¿Cómo estás?

Kissthemountain: Muy bien, Ricardo. ¿Y tú? ¿Preparado para un tercer grado? [Risas]. La última vez que hablamos para Kissthemountain, en enero de 2022, comentábamos tu consolidación a nivel internacional con aquel tercer puesto en la Copa del Mundo de 2021, con podios, si no me equivoco, en Pirin Extreme y en Madeira Skyrace. En 2022, sigues con tu progresión haciendo un tercer puesto en Golden Trail World Series, en l’Olla de Núria, y un primero en Trail 100 Andorra by UTMB, resultados que te llevaron a la selección española para el mundial de Tailandia. Este año comenzaba bien con el segundo puesto en Acantilados del Norte y, sobre todo, con el bronce en el Campeonato de España en el Reventón con el que te ganabas tu convocatoria para el mundial de Innsbruck de la semana pasada. Sin embargo, una lesión hacía que todo se viniese abajo. Ahora hablaremos de esta progresión, pero me gustaría que nos contaras antes cómo estás. ¿En qué consiste la lesión?

R: Es una fractura por estrés en el pie. Las fracturas pueden ser por un traumatismo fruto de un golpe o por estrés continuado sobre un hueso, que es lo que me ha pasado a mí. Al entrenar mucho, llega un punto en el que ese hueso en concreto no soporta la carga y se rompe. Es algo habitual en atletas. No puedo hacer mucho a nivel de entrenamiento. Primero tocó reposo total y después intentar minimizar pérdidas en la piscina, en el gimnasio y, más adelante, con la bota, con un poco de bici en casa, en rodillo. Es una lesión que exige reposo, inmovilizando la zona para que el hueso se fije. No hay más secreto que esperar y tener paciencia. 

K: Me dijiste el otro día que estás ya cerca de empezar a trotar, ¿no?

R: Todo es relativo. Ahora estoy en la última semana con la bota de inmovilización. Acabamos de hacer una revisión y, si todo va bien, a primeros de julio, el día 3 o 4, podré empezar a introducir la carrera a pie, algo de montaña. Caminar y correr para poco a poco recuperar del todo. En ese sentido, la lesión es agradecida. Una vez que se recupera el hueso, no suele haber problemas. 

K: ¿Se pierde mucho la forma en dos meses si al menos nadas y haces fuerza y rodillo? Al fin y al cabo, puedes acumular volumen aeróbico.

R: Me he pesado en estos días por curiosidad y no he ganado nada de peso. Pensaba que sería lo contrario porque cuando estás sin lesión son muchas horas de entrenamiento que ahora se reducen considerablemente, mientras que la nutrición no cambia tanto, ya que el cuerpo está acostumbrado a requerir bastante alimento para tener la energía necesaria. Evidentemente, la forma física baja mucho porque no puedes correr, que es el entrenamiento específico que necesito. Además, la lesión llegó cuando probablemente estaba en el mejor momento de forma de mi vida. El estímulo que puedes dar al cuerpo nadando o en rodillo es muy bajo. Por eso te digo que sólo sirve para intentar minimizar pérdidas y tratar de mantener la masa muscular. Lo que se pretende es que, al volver, el punto de partida no sea tan malo.

K: A ti que te gusta controlar multitud de parámetros que indican tu estado de forma, ¿has podido medir algún valor que te indique cómo estás?

R: De momento, no he medido mucho. En cuanto empiece a correr, con la frecuencia cardíaca y la potencia, sí que podré comparar. Seguramente, con el grado de potencia que podía llevar antes, las pulsaciones serán mucho más altas. Con una misma carga externa, el estímulo interno será mucho mayor porque la condición física es más baja. Con el rodillo, por ejemplo, he notado que las pulsaciones suben mucho más, cuando antes era algo difícil, aunque también influye el calor, claro. Con mi entrenador, Arcadi Margarit, buscamos mirar a medio o largo plazo. Parte del trabajo que hacemos es para que cuando pasen estas cosas, haya unas adaptaciones que no se pierdan y que sea por tanto más fácil volver.

 

 

K: Y mentalmente, ¿cómo se gestiona? Esto es quizás lo que más me interese de esta charla, para que quien se vea en esta situación sepa cómo la gestiona un corredor de élite. Me dices que estabas en el mejor estado de forma de tu vida, con una mayor madurez fruto de la progresión que llevas, muy ilusionado con tu convocatoria para el mundial de Innsbruck, y, de repente, todo salta en mil pedazos. ¿Cómo es el proceso mental para asimilar todo esto?

R: Todo va por fases. En mi caso, aunque la lesión se manifestó en un día en concreto, en la parte final de un entramiento, no era consciente de la gravedad de lo que tenía. En ese momento, hicimos pruebas y radiografías que indicaban que todo estaba bien, descartando la fractura. Trabajé con el fisio y me subí a entrenar a Andorra para el mundial. Aunque en un principio no parecía tan grave, estando allí se mantuvo el dolor e incluso fue a peor, sobre todo porque seguía entrenando para el mundial. Con esto, lo que te quiero decir es que no fue algo repentino, sino que poco a poco me fui dando cuenta de que algo pasaba y de que el diagnóstico era diferente al que teníamos. Ya en Castellón, me hice una resonancia donde salió la fractura. Habían pasado unas dos semanas en las que poco a poco me iba dando cuenta de que algo no funcionaba. Lo fui asimilando. Quizás por esto fue menos traumático. También, el hecho de entrenar con dolor me hacía no disfrutar y perder la motivación para hacerlo. En Andorra, por una parte, quería seguir entrenando, pero, por otra, no, por las molestias y el dolor tan fuerte. La primera fase es de incredulidad y, en mi caso, de no darle tanta importancia. Pero luego, al ver que hay algo más grave de lo que parecía, con el punto de inflexión de la resonancia, la mínima esperanza de poder estar en el mundial se fue, haciéndolo todo mucho más duro a nivel mental. En ese momento, tratas de relativizar y de encontrar algo positivo. En mi caso, tengo claras las cosas importantes y considero que una lesión es un mal menor, que da mucha rabia, pero es un juego y esto forma parte de él. No hay que darle más importancia de la que tiene. Claro que fastidia. Soy el primero que se frustra, pero a partir de ahí, hay que pasar página y centrarse en las cosas que se pueden hacer, tratando de tomarse este tiempo de otra forma y seguir. Esta es un poco la estructura que tenía en la cabeza. Lo más duro fue la semana del mundial, al ver que todos los compañeros se iban a Austria y que yo me quedaba en casa, cuando había sacrificado mucho para estar ahí. Crees que estás bien y que no te afecta tanto, pero no es así. Esos fueron los peores momentos.

K: No sé si leíste la charla que tuvimos con Sheila Avilés pasados unos meses de su victoria en la OCC. Antes, estuvo muy fastidiada, y además con la incertidumbre durante prácticamente dos años de no saber qué era lo que pasaba, de médico en médico tratando de encontrar la causa. Intentó mantenerse positiva incorporando otras rutinas a su entrenamiento, como los estiramientos, los hipopresivos o la meditación para conectar más consigo misma. Mucha gente la daba por acabada, incluso ella y su entrenador se llenaron de dudas. Pero, al final, va y gana la OCC. Debe de ser muy difícil, pero ella nos decía que siempre se puede sacar algo positivo.

R: Seguro que hay cosas positivas de las que me daré cuenta con el paso del tiempo. Hablo de aspectos que me servirán para el futuro. Al principio, casi sólo ves lo negativo, pero creo que supondrá un aprendizaje grande para que al volver tenga más conocimientos sobre mi cuerpo y sepa cómo gestionar situaciones parecidas. En ese aspecto, a nivel mental, la lesión quizás me pueda ayudar a relativizar problemas que puedan ser menores en el día a día del entrenamiento y a disfrutar más de los momentos en los que estoy bien. No sé. Creo que con el tiempo sacaré más conclusiones positivas. Sheila es un ejemplo muy claro de cómo gestionarlo y volver incluso más fuerte que antes para ganar una carrera como la OCC, después de haber estado mucho tiempo mal y en una situación peor que la mía por la incertidumbre y la complejidad de su situación.

 

“Tengo claras las cosas importantes y considero que una lesión es un mal menor, que da mucha rabia, pero es un juego y esto forma parte de él. No hay que darle más importancia de la que tiene. Claro que fastidia. Soy el primero que se frustra, pero a partir de ahí, hay que pasar página y centrarse en las cosas que se pueden hacer, tratando de tomarse este tiempo de otra forma y seguir. Lo más duro fue la semana del mundial, al ver que todos los compañeros se iban a Austria y que yo me quedaba en casa, cuando había sacrificado mucho para estar ahí”.

 

K: Ahora, si miras para atrás, después de haberlo asimilado todo, ¿crees que hiciste algo mal físicamente? ¿Te pasaste entrenando o es algo que llega porque tiene que llegar?

R: Este año, a nivel de recursos, he podido dar un gran paso como atleta. Mi idea es subir a otro nivel de entrenamientos y de profesionalización para ser capaz de competir con los mejores. Esto implica entrenar mucho y jugar en ese límite que separa el estar muy bien del encontrarte fatal por una lesión. Antes te decía que esto era un juego. Ahora que, como tal, también tienes que arriesgar si quieres jugar con los mejores. El deporte a nivel profesional implica un mayor grado de exigencia en cuanto a entrenamientos. El problema ha venido seguramente por entrenar mucho, estando cerca de esa línea que te puede llevar a una lesión o a rendir compitiendo contra los mejores.

 

 

K: Es un poco mala suerte. Podría no haberte pasado.

R: Creo que son un cúmulo de circunstancias. Me he preguntado muchas veces qué podría haber hecho diferente. Creo que pasó porque tenía que pasar. Es un tipo de lesión que sabía que existía, pero que, sinceramente, pensaba que no me tocaría. Al aumentar la carga de entrenamiento bastante durante este año, tenía ciertas estrategias para controlar a nivel de lesiones, aumentando el descanso, la ingesta de calorías para tener energía, evitando el sobreentrenamiento, pero algo falló. Tratas de controlar todas esas cosas. Quizás me ha pasado porque no contemplaba que esto ocurriera. He tenido ciertos tipos de lesiones que sabes cómo evitar, pero esto me ha pillado un poco por sorpresa en un contexto en el que estaba preparando distancias más largas, en mi primera temporada de ultra, con un volumen más alto y por tanto con más riesgo. Son muchos los factores que han provocado esta lesión. 

 

“Seguro que hay cosas positivas de las que me daré cuenta con el paso del tiempo. Hablo de aspectos que me servirán para el futuro. Al principio, casi sólo ves lo negativo, pero creo que supondrá un aprendizaje grande para que al volver tenga más conocimientos sobre mi cuerpo y sepa cómo gestionar situaciones parecidas. En ese aspecto, a nivel mental, la lesión quizás me pueda ayudar a relativizar problemas que puedan ser menores en el día a día del entrenamiento y a disfrutar más de los momentos en los que estoy bien”.

 

K: Vi en redes sociales que la gente te ha estado apoyando mucho. Se te quiere.

R: Me ha sorprendido muy gratamente. No esperaba tanto apoyo por parte de corredores. No ha sido el caso de eso que se dice de que la gente sólo está cuando todo va bien, sino lo contario. Antes me hablabas de Sheila. Ella me escribió para preocuparse. También Anna Comet, que está pasando por momentos complicados, o Jan Torrella, que el año pasado tuvo fractura de estrés. Mireia Pons, Gisela Carrión, Sara Alonso…. Ha sido mucha gente que era consciente de que estaba pasando un mal momento por perderme el mundial. Seguro que me dejo a otros y me sabe mal. Que haya gente que, estando también mal, dedique tiempo a animarte es algo a lo que le doy mucho valor. A nivel de marca, el apoyo por parte de DYNAFIT, tanto desde España como desde Internacional, ha sido muy grande, dándome tranquilidad y confianza para que pueda volver aún más fuerte. Se han portado genial. Estoy con ganas de regresar pronto y poder devolverles esa confianza en la segunda parte de la temporada, en la que sí que espero competir al máximo nivel.

 

 

 

K: De eso quería hablar ahora contigo. Miremos hacia adelante. Me has dicho que esperas volver a correr el 3 o 4 de julio. ¿Se puede salvar la temporada? Imagino que tus objetivos han cambiado totalmente. ¿Qué te planteas hacer?

R: De momento, no quiero ponerme plazos muy concretos porque no sé exactamente cómo van a responder el pie y mi recuperación, ya que no tengo experiencia previa en una lesión así. No quiero agobiarme mucho, pero, como deportistas que somos, miro el calendario. UTMB está ahí, a final de agosto, y creo que puede dar tiempo a llegar. Mi idea es que julio sea un mes de adaptación al correr y que en agosto pueda entrenar al 100%. Me gustaría estar en Chamonix. Tengo dorsal para la OCC. Quería clasificarme para CCC, pero no podré hacer ninguna carrera previa. Si todo va bien, estaré en la primera y, a partir de septiembre, buscaré objetivos en distancia ultra con más garantías. 

K: ¿Ultra Pirineu?

R: Es una de las que estoy barajando. Me gustaría llegar allí bien. Después, de cara a UTMB del año que viene, quizás hacer alguna que me dé plaza para tener la próxima temporada más tranquila y poder así distribuir mejor las carreras.

K: La reina de UTMB, la de 100 millas…

R: Me gustaría, pero es secreto [Risas].

K: No te preocupes. Queda entre tú y yo [Risas].

 

 

R: Es el objetivo a medio-largo plazo, pero para eso tengo que terminar de consolidarme en ultra. Queda mucho que aprender aún.

K: Hemos empezado esta charla hablando de tu progresión en las últimas tres temporadas. En aquella conversación que mantuvimos en 2022 me decías: “A nivel subjetivo de percepción, siento que me queda muchísimo por mejorar. Tengo bastante margen a nivel fisiológico. Soy un corredor que ha ido creciendo poco a poco. Te pongo el caso de Jan Margarit. Nacimos el mismo día y él con una edad más temprana ya hizo carreras muy buenas saltando al escenario y estabilizándose ahí. Yo he ido más despacio. La dinámica de progresión ha sido diferente. Creo que tengo que seguir en esta línea para subir escalones poco a poco, sin querer saltarlos de dos en dos“. ¿Esto sigue vigente? ¿Estás contento con el ritmo que lleva tu progresión?

R: Sí, totalmente. Estoy en un momento deportivo en el que quizás puedo dedicar más tiempo al entrenamiento y al rendimiento, también a consecuencia de los resultados que he ido haciendo y al mayor apoyo de DYNAFIT. Sí que es cierto que cada vez se va reduciendo más la capacidad de mejora y cuesta pulir el rendimiento, pero creo que aún se puede mejorar bastante. Soy joven para este deporte y, como te decía, mi idea es consolidarme en la disciplina ultra. Ahí me queda mucho por hacer. Me veo con capacidad de competir a buen nivel. Ese es el objetivo principal ahora.

 

“UTMB está ahí, a final de agosto, y creo que puede dar tiempo a llegar. Mi idea es que julio sea un mes de adaptación al correr y que en agosto pueda entrenar al 100%. Me gustaría estar en Chamonix. Tengo dorsal para la OCC. Quería clasificarme para CCC, pero no podré hacer ninguna carrera previa. Si todo va bien, estaré en la primera y, a partir de septiembre, buscaré objetivos en distancia ultra con más garantías”.

 

 

 

K: En aquella charla de 2022 afirmabas que los 27 o 28 años es la edad casi perfecta para alcanzar el máximo rendimiento en este deporte. Ahora tienes 25. Entiendo que desde que me dijiste la frase que te he leído has ido progresando también en tu entrenamiento, sobre todo si tienes en la cabeza la distancia ultra. 

R: Sí, en esta temporada me he dado más cuenta, sobre todo a partir del mundial del año pasado, de lo que supone competir en el alto rendimiento. Tailandia fue una experiencia al máximo nivel donde ves todo lo que implica y lo que tienes que hacer para rendir al máximo. Creo que en el deporte de élite no puedes ir a medias. O vas con todo, o es imposible competir con el nivel que hay, que cada vez es más alto. Este año ha habido un cambio de chip, de llevar el entrenamiento a esa obsesión por mejorar y controlar todos los aspectos posibles. Como te decía, implica ciertos riesgos que asumo porque son parte de esto. Estoy en ese momento de intentar en las próximas temporadas dar el máximo, porque son los años en los que un deportista de esta disciplina tiene que alcanzar su máximo potencial. Esa es mi idea. Esta era la temporada de saltar al ultra, en donde me veía compitiendo a un nivel óptimo para luchar por buenos puestos en el mundial. He sufrido este bache, pero mi intención es dar el máximo sin miedos a competir de tú a tú con quien sea.

 

“Estoy en un momento deportivo en el que quizás puedo dedicar más tiempo al entrenamiento y al rendimiento, también a consecuencia de los resultados que he ido haciendo y al mayor apoyo de DYNAFIT. Sí que es cierto que cada vez se va reduciendo más la capacidad de mejora y cuesta pulir el rendimiento, pero creo que aún se puede mejorar bastante. Soy joven para este deporte y, como te decía, mi idea es consolidarme en la disciplina ultra. Ahí me queda mucho por hacer. Me veo con capacidad de competir a buen nivel. Ese es el objetivo principal ahora”.

 

K: Quizás lo positivo que tienes que sacar de la lesión sea que este parón, este contratiempo, ha sido necesario para resetear mente y cuerpo de toda la presión acumulada en los últimos años, para decirte que ahora empieza una nueva versión de Ricardo Cherta, partiendo con un cuerpo más descansado y una mente más madura por este contratiempo en tu vida deportiva. No sé. Quizás puedas verlo así.

R: Creo que tienes razón en eso. A nivel de madurez deportiva, creo que esta experiencia negativa me hará crecer bastante. Obviamente, he perdido una gran oportunidad. Se ha ido el mundial y no sé si volverá. Trabajaré al máximo para ello y espero que sea así. Pero, como dices, quizás pueda ser bueno para estructurar mejor mi vida deportiva y dar valor a las cosas que lo tienen para quitárselo a las que no. En este aspecto, creo que podré volver con otra mentalidad y quizás con más frescura. Incluso a nivel físico, me ha podido venir bien para descansar y que el cuerpo recargue energía saliendo del bucle de entrenar y competir en el que he estado inmerso en los últimos años. 

 

 

K: Creo que sí. Te digo con total sinceridad que pienso que puede ser así. Las cosas pasan por algo. Quizás este no era tu mundial y esta situación, por la rabia de no haber podido hacerlo en tu mejor momento de forma, estalle en el de Canfranc Canfranc para que todo te salga perfecto. Además, creo que el perfil de Canfranc te puede ir muy bien, por el estilo más técnico y montañero. El año pasado ganaste los 45K de esa carrera. Conoces muy bien lo que hay allí.

R: Es un mundial que está en el horizonte y que tiene muy buena pinta. Este año también era de ese tipo de carrera más de mi estilo, en alta montaña. En cuanto pueda volver, trabajaré ya de cara a mejorar y a consolidarme a nivel nacional e internacional en distancia ultra. Espero poder mostrar mi nivel allí, pero antes hay muchas cosas que hacer.

 

 

K: Esa rabia por la decepción de este año saldrá a tu favor. Hay muchos ejemplos, incluso a nivel olímpico, de atletas que esperaban lo mejor en unos Juegos y fracasan para volver a los cuatro años y ganar. 

R: A veces miramos mucho el corto plazo y más tarde, con la perspectiva del tiempo, lo vemos de otra forma. Un contratiempo puede darte la oportunidad de mejorar en muchos aspectos. Cuando estás mal y no puedes hacer lo que te gusta, te das cuenta de cuanto amas y disfrutas corriendo y compitiendo. Voy a volver con muchas ganas y eso es muy positivo para entrenar y rendir, más con esa rabia que tú dices.

K: Si finalmente vas a Ultra Pirineu, me gustaría ser parte del equipo que te asista en la carrera. Cuenta conmigo. Me haría mucha ilusión.

R: Muchas gracias. A mí también me gustaría.

K: Eso sí, luego me invitas tú a unas pizzas y a unas cervezas.

R: Lo que haga falta.

 

 

 

Compartir contenido

 

     


 
 


 
 
 
 

info@kissthemountain.com







       © Copyright Kissthemountain 2020 | Bajo la atenta mirada de las caras norte de Sierra Nevada | Granada. Spain      -       Términos del servicio | Privacidad | Política de Cookies


 

 


     

div class="col-lg-12 text-center">

info@kissthemountain.com

       © Copyright Kissthemountain 2020
Bajo la atenta mirada de las caras norte de Sierra Nevada
Granada. Spain