20 Dic TIMOTHY OLSON. PACIFIC CREST TRAIL. European Outdoor Film Tour
Texto por Kissthemountain
¿FORTALEZA FÍSICA O MENTAL?
El concepto de fortaleza. ¿Física o mental? A menudo, cuando hablamos de esta cualidad en un atleta de montaña, ya sea corredor, escalador, esquiador o alpinista, lo hacemos añadiendo a continuación la palabra física o mental. A alguien con una gran fortaleza física se le presupone un cuerpo con unas facultades que van más allá de lo normal, ya sean en forma de resistencia, velocidad o fuerza. Si nos referimos a la fortaleza mental, estas cualidades físicas son sustituidas por otras que tienen más que ver con una actitud muy positiva para superar las diferentes adversidades que un determinado proyecto u objetivo requiere. Algunos, los tocados por la varita de los dioses, poseen grandes dosis de un tipo y del otro. Estos dos componentes de la fortaleza son casi siempre destacados de manera independiente. Alguien muy competitivo físicamente, puede estar pasando por problemas a la hora de realizar, por ejemplo, una competición de larga distancia, y sin embargo es capaz de darle la vuelta a esta situación recurriendo a distintas estrategias psicológicas; en otros casos, alguien con dudas mentales en cuanto al éxito de algún proyecto es capaz de obviarlas recurriendo a unas excepcionales cualidades físicas. Y en casos muy excepcionales, podemos encontrar a auténticos privilegiados que conjugan en el mismo instante la fortaleza física y la mental.
Quizás el párrafo anterior puede resultar un poco confuso. Así que dejadme que os hable del último proyecto del protagonista de este artículo, Timothy Olson. Para recorrer 4.500 kilómetros en 51 días, los que componen el recorrido del Pacific Crest Trail (PCT), con salida en la frontera de México con Estados Unidos, en el desierto de Mojave, y llegada en Canadá, en muchos momentos no basta con una u otra de las fortalezas, sino que es necesario aunar las dos. Con una simple operación matemática, el lector puede darse cuenta de que estamos hablando de recorrer 88 kilómetros diarios, algo más de dos maratones. Y a ello, hay que unir temperaturas extremas tanto por lo alto, en las que el calor y la deshidratación pueden tener efectos devastadores, como por lo bajo del termómetro, con pasos por montañas donde la nieve hace frecuentemente acto de presencia. Y ahora, sin necesidad de las matemáticas y recurriendo a la experiencia que algunos de nosotros tenemos, es fácil concluir que tras jornadas de 20 horas corriendo, descansando por tanto sólo cuatro, las lesiones y los dolores hacen inevitablemente acto de presencia. ¿Cómo puede uno seguir corriendo en esta situación? La respuesta está en el concepto de fortaleza, donde en este caso, se dan la mano la física y la mental, como se desprende del visionado de la película The Mirage, una de las ocho que los espectadores del European Outdoor Film Tour tendrán oportunidad de ver en la gran pantalla de las ciudades que más adelante mencionaremos.
¿DE DÓNDE VIENE LA FORTALEZA DE TIMOTHY OLSON?
Como el propio Timothy nos cuenta al comienzo de este documental, la consecución del récord -o fast know time- en el Pacific Crest Trail ha sido lo más duro que ha realizado en una prolífica carrera como corredor de larga distancia. No creo que sea el momento de traer todo el palmarés del corredor americano. Simplemente me gustaría destacar que en 2012 y en 2013 se impuso en la Western States 100 (en la primera de estas victorias, lo hizo con récord de la prueba incluido parando el cronómetro en 14:46:44), y que también, en nuestro país, pudimos verle imponiéndose en la CSP de Penyagolosa Trails 2017. Pero una cosa es correr durante unas 15 horas un día que hacerlo -incluso más tiempo- durante 51 jornadas consecutivas. No queremos desvelar las estrategias utilizadas por Timothy para vencer tal descomunal reto, pues sería contaros quizás la parte más atractiva, junto a los excepcionales paisajes, de este documental. Pero sí que veo conveniente adelantaros que Timothy extrajo la fuerza mental y la física, por difícil que esto parezca, de su familia.
Ya en la meta de la Penyagolosa Trails de la edición antes mencionada, Timothy compartía su éxito con su familia, una mujer y dos hijos con sus cabellos rubios como el sol. La imagen se me quedó grabada pues transmitía felicidad. La vida de Timothy no ha sido fácil, como más adelante veremos. Y de estas dificultades quiso salir para, como el mismo cuenta en The Mirage, formar algún día una familia con la que compartir su vida. Estas palabras podrían resultarnos muy american style, pero es que en el caso del corredor americano, y tras ver el documental, cobran todo el sentido. Si Timothy pudo terminar el Pacific Crest Trail fue por su familia, que le esperaba al final de muchas etapas, convirtiéndose este hecho para él en la razón para seguir dando un paso tras otro mientras soportaba grandes dolores derivados de la brutal carga de kilómetros. Unos dolores que también mitigaba a través de ejercicios de meditación que le hacían centrarse en el “aquí y el ahora”, en el presente. Imagino que, a gran escala, es como hacen muchos corredores de ultra trail, que no piensan en que aún les restan 100 kilómetros para llegar a meta, sino que cuentan los que le faltan para el siguiente avituallamiento. Esto parece fácil de hacer, pero para nada lo es. Y más, si lo ponemos en la escala apropiada. Repito: no es una carrera de uno o dos días, sino de 51.
UN PASADO COMPLICADO QUE QUIZÁS SALGA EN SU AYUDA
Al abandonar el instituto, a la edad de 18 años, Timothy entró en una espiral muy destructiva con adicciones al alcohol y a las drogas que le llevaron a pasar una época entre rejas. No fue mucho tiempo. De hecho, al salir de la cárcel siguió castigando su cuerpo sin señales de querer abandonar este oscuro mundo. Desconozco cuál fue el punto de inflexión que le llevó a convertirse en uno de los mejores atletas de larga distancia del mundo. Lo que sí se conoce es que un día comenzó a correr como forma de renacer. “Correr fue mi salvavidas. Primero corrí para desintoxicarme, luego para olvidar, y por último para encontrar la paz”.
Timothy no sabía en esos momentos dónde llegaría. No imaginaba que años más tarde conseguiría vencer por dos veces en una de las carreras de 100 millas más emblemáticas del mundo del trail running, la Western States 100. Tampoco que se convertiría en un icono de la superación a través del deporte que hizo que llamaran a sus puertas las principales marcas del outdoor -hoy en día, Timothy pertenece al Adidas Team-. O que emplearía 51 días, 16 horas y 55 minutos corriendo para establecer el récord del Pacific Crest Trail. Y esto que voy a decir es una suposición del que escribe: quizás sin una vida tan complicada, que le exigió una gran fortaleza mental y física para ser capaz de superarla, hoy no estaría escribiendo este artículo con motivo de este proyecto entre México y Canadá que todos tendremos la oportunidad de ver en el marco del European Outdoor Film Tour 2022.
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