
21 Abr TRAIL VIELHA MOLIÈRES 3010 BY DYNAFIT. Belleza salvaje
Por Kissthemountain
Desde la línea de salida ubicada en Vielha (975 m.s.n.m.) hasta el Montcorbison (2.173), en el kilómetro 6, se salvan 1.260 metros de desnivel positivo; desde Artiga de Lin (p.k. 14,3) hasta la cima del Tuc Molières (p.k. 21,4), son 1.562+; desde Cascada Conangles (p.k. 26,9) hasta Port de Vielha (p.k. 31,7), 762 metros… En los 43 kilómetros de la Maratón de Molières, el desnivel positivo acumulado supera de largo los 4.000 positivos y se coronan cinco picos de más de 2.000 metros en la siempre salvaje Val d’Aran, entre ellos el Molières, de 3.010 metros. En la edición del año pasado, fue la primera vez en que se bajó de las seis horas (05:43:00), cuando en otras maratones de montaña, los tiempos empleados por los ganadores son significativamente más bajos. Pensad que el récord de Zegama Aizkorri Maratoia, de un tal Kilian Jornet, es de 03:36:40; o el de la Marató dels Dements, final de las Skyrunner® World Series, tanto en 2024 como en 2025, considerada ya de por sí una carrera excepcionalmente dura, está en 04:45:48 (Roberto Delorenzi). Estos datos de desnivel y esta comparativa con los tiempos de otras carreras de igual distancia dejan claro desde el principio que en el Trail Vielha Molières 3010, esponsorizado por la marca del leopardo de las nieves, DYNAFIT, se juega realmente duro. No es precisamente una prueba para iniciarse en el mundo del trail running.
Alta montaña por encima de los 3.000 metros, collados situados a más de 2.400 metros de altitud, mares de nubes, crestas como las de Letassi, prados alpinos en Aubas, bosques salvajes como el Baricauba, lagos como el Estany des Pois, espacios naturales como la Artiga de Lin, vistas del Aneto y del Macizo de La Maladeta desde el Tuc de Molières, cascadas como las de Conangles, ríos, tarteras… Todo en una carrera en donde, salvo en la salida y en la llegada, sólo son sendas y caminos, ni tan siquiera pistas, alternando zonas en las que se puede correr con otras más técnicas que son las causantes de esos tiempos tan altos que se emplean para completar su recorrido. Y a esto hay que sumar que, en todas las ediciones celebradas hasta la fecha, los corredores han pisado nieve —especialmente significativa y en el recuerdo de muchos su imponente presencia en la edición de 2018—.
Trail Molières 3010 es mucho más que una carrera. Se trata de una travesía por territorio de alta montaña, tan salvaje y sin domesticar que la organización debe limpiar y preparar cada año algunas partes ya que son tramos que no están aún formados, y en donde mantener el equilibrio está al alcance de muy pocos.
Nada más dejar la localidad de Vielha, el corredor se adentra en un mundo donde es la montaña quien dicta las normas. El respeto y la humildad para recorrer sus dominios se hacen más que imprescindibles. Bosques densos, húmedos y sombríos, con el susurro constante del agua de los arroyos y de los estanys, dan paso a una montaña desnuda, con crestas y vertientes escarpadas que son quienes realmente mandan, camino de la cima del emblemático Tuc de Molières, un coloso situado a 3.010 metros sobre el nivel del mar que regala vistas de esas que no se olvidan jamás, entre neveros persistentes y esa bella sensación de estar suspendidos en el vacío. Trail Vielha Molières es pura montaña. De alguna manera, pienso que era inevitable que uniera su camino al de esa marca que también bebe de los valores más puros de la montaña, como es DYNAFIT.
El próximo 12 de julio, la Val d’Aran y el Tuc de Molières te esperan. Si te gustan esos recorridos que dieron origen al deporte conocido como skyrunning, no deberías dejar pasar la oportunidad de participar en esta carrera, aunque sea una sola vez en la vida. Transitar por la arista desde el Montcorbison hasta el Montpius, o ascender al Tuc de Molières, desde donde contemplar gran parte del Pirineo, son experiencias cuyos recuerdos duran para siempre. Belleza salvaje.
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