20 Ene La montaña según Grivel
LA COMUNIÓN CON EL ENTORNO
El alpinismo es el arte de subir montañas y paredes en todas las estaciones del año, sobre roca o hielo. Requiere capacidad física, técnica y habilidades mentales.
El alpinismo es una práctica que combina el conocimiento del entorno de alta montaña, la historia y los valores con los que se le asocia.
El alpinismo exige el conocimiento del espacio natural, de los cambios en las condiciones meteorológicas y de los peligros naturales.
El alpinismo se basa en referencias estéticas, en la elegancia del gesto, en la contemplación del paisaje y en la comunión con el entorno.
El alpinismo moviliza principios éticos basados en el compromiso de cada uno consigo mismo y en el espíritu de equipo simbolizado en la cordada.
FRANÇOIS CAZZANELLI
EL ARTE DE SABER SOÑAR
La verdad es que todos nacemos siendo soñadores.
La sangre que fluye por nuestras venas nos empuja a encontrar nuevas experiencias, nuevos objetivos que lograr en la búsqueda de nosotros mismos.
Todos, cuando nacemos, tenemos esa fortaleza interior. Algunos olvidan que la tienen y la ocultan en la monotonía diaria, mientras que para otros es una sed insaciable, un deseo profundo que los acompaña en cada momento de sus existencias.
Creo que hay una forma de arte en cada uno de nosotros. A veces pensamos que no la tenemos, que nacimos sin talento, pero quizás sólo estemos buscando en el lugar equivocado.
Miremos hacia arriba. Quizás esté oculta en otras formas. No se trata de esculpir la obra más bella, ni de escalar la pared más difícil. Es simplemente el arte de saber soñar.
ALESSANDRO ZENI
LA ESENCIA DE LA VIDA
Todos nosotros estamos continuamente buscando algo, una emoción que nos haga soñar y sentirnos vivos.
La escalada es una de esas disciplinas que hace que la mente y el cuerpo se fusionen en una sola cosa.
La pasión que tenemos dentro es como un fuego que arde, es magia, es como un deseo inagotable de aprovechar la energía vital que se alimenta de nuevos desafíos, de compartir en profundidad inmensos espacios y bellos silencios en esas grandes esculturas forjadas por los elementos.
Las montañas me empujan a evolucionar no sólo como escalador, sino sobre todo como persona. Me enseñan a reconocer lo superfluo, haciéndome saborear la esencia de la vida.
RICCARDO SCARIAN
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